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Cartelera Segovia: Big Bad Wolves

¡vlcsnap-2014-02-01-02h24m44s2051-300x249Qué soberana gilipollez! En serio, según iba viéndola no me creía la demencia tan absurda que se podía llegar a reflejar en la pantalla. Lo que aquí tenemos ante nosotros es un film israelí, amparado por unas críticas generalmente muy positivas y bastante elogios por parte de los jurados experimentados en la materia, tras su paso por varios festivales de cine, como el de Sitges. Su mejor publicidad fue la que le hizo el afamado director Quentin Tarantino, que la calificó como “la mejor película del año 2013”. Algo aún más demencial.

El film en sí, pretende ser una especie de homenaje zafio al subgénero exploitation tan popular en los años setenta y que puso de moda films tan brutales y violentos como La última casa a la izquierda o I spit on your grave, entre otras muchas. Bien es sabido (creo yo) que el señor Tarantino se afianzó en dicho subgénero y se convirtió en algo así como en el máximo explotador del mismo, y el más cool según muchos, tomando múltiples referencias de los mismos para construir sus propias películas (no digamos plagiar en muchos casos; planos, secuencias y hasta bandas sonoras). A pesar de todo Tarantino acabó transformado en un rey Midas y en un autor de culto y así mismo muchos otros le han rendido homenajes y aquí hay un caso bien claro.

El problema de Big Bad Wolves es que pretende ser tan desmedida que acaba siendo rematadamente absurda y exageradamente burda. El sinsentido reina y la explosión de violencia que ofrece se ve tan, pero tan irracional que todo adquiere límites excesivamente grotescos.

La premisa parte de una venganza que el cabreado padre de una niña asesinada, efectúa contra el supuesto asesino de su hija, y digo supuesto porque ni él mismo sabe si es el responsable del crimen (sólo parte de una suposición). Le ayuda un poli al que le mola pegar palizas a diestro y siniestro para hacerse el machito, así que entre los dos irán torturando al tío, sin más ni más. Fin de la historia. Le sumamos un toque de humor negro, que en lo personal a mí no me hace ninguna gracia, la historia me parece lo suficientemente hiriente y políticamente correcta, como para que dichos toques de humor gilip0llas hagan la más mínima labor por dulcificar la tortura escénica a la que los espectadores nos vemos sometidos viendo este bodrio. Por supuesto, no la recomiendo para nada, por mucho que pululen que es el señor Tarantino quien nos la recomienda a bombo y platillo, es una porquería infumable, aunque lo que más gracia me hace es lo siguiente: ¿a cuento de qué la ponen a estas alturas en el cine, si ya lleva meses rodando por Internet en un muy audible castellano y en perfecta calidad visual? En fin, sin comentarios.

Author: Cultura

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