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Acomodos municipales y un expediente fantasma

Lo primero es lo primero y lo hago con deleite: felicitar a Clara Luquero, cuya carrera política suma y sigue. Ya ha sido diputada y ahora, alcaldesa, la primera de la ciudad. De acuerdo que a ambos cargos ha llegado “por sustitución”, es decir, por renuncia de los anteriores titulares. No me parece trascendente, que los “número dos” no son casuales y llevan aparejadas eventualidades como estas.

Me saca una mueca contemplar cómo la regidora dedica sus primeras horas de actividad a cumplir una apretada agenda de reuniones con las asociaciones de vecinos para escuchar sus peticiones, que exponen a modo de listado de deseos.

Me pasa porque es el comienzo de mandato que viene en el manual. Ya lo hizo así hace 11 años su antecesor —Luquero ya estaba en ese Gobierno—, tras llegar al Consistorio ofreciendo la participación ciudadana directa en la vida municipal.Las listas que se elaboraron entonces por las asociaciones —puede puntearlo si lo desea— eran prácticamente idénticas a las actuales y lo de la “participación directa”… pues ya ve.

Vale. Por algún sitio hay que comenzar y por esta vía parece que además se da cierta satisfacción al “socio” de IU, Luis Peñalosa, quien condicionó su apoyo al ascenso de Luquero precisamente al desarrollo de mecanismos que propicien que los ciudadanos plasmen directamente sus deseos en los presupuestos del año que viene.

No sé cómo será el mandato de Luquero, que lleva cuatro días, pero piense que este periodo tiene connotaciones especiales: Deriva de un largo y férreo mandato del que ha formado parte y que por tanto la obliga a la continuidad con poco margen de maniobra. Recuerde, además, que caduca dentro de un año y que encima, dentro de cinco meses se habrá designado oficialmente candidato para las elecciones y eso pone al personal en modo campaña.

De momento, la alcaldesa tiene el principal problema en casa, donde aún se espera con expectación como estructurará su Gobierno y la delegación de concejalías y donde, de momento, no se barruntan cambios esenciales. Ni siquiera se contemplan cambios —salvo la escalada— en la guerra abierta y pública entre Alfonso Reguera y Javier Arranz, que ya en la primera reunión del equipo de Gobierno que presidió Luquero trasladaron al plano personal y de modo agresivo, según algunos presentes, las discusiones normales entre concejalías por asuntos municipales y su financiación.

Claro, que la dirección del partido ayuda poco a calmar esas aguas. La última chispa al barrujo la ha echado el secretario provincial, Juan Luis Gordo, simulando el carpetazo del presunto expediente sancionador que presuntamente se había abierto contra Arranz por sus críticas al partido y sus secretarios local y provincial.

Pues mire, no es que el expediente se cierre, es que nunca hubo carpeta abierta y en Ferraz, nadie ha oído hablar jamás del asunto, pese a que fue el secretario segoviano quien propuso a su ejecutiva que aprobara la apertura del proceso y dio publicidad a la pantomima a través de los medios.

Resultado: Los miembros de los órganos del PSOE, boquiabiertos y un tanto cabreados; Javier Arranz, crecido por “la rectificación” del partido, que contabiliza como triunfo propio y Alfonso Reguera, pese al revés, dispuesto a la batalla continuada, no sólo en la sede del partido, sino también en el Ayuntamiento donde, dicen, están logrando enrarecer el ambiente.

Reguera, por cierto, es el secretario de la agrupación local socialista. Además, hasta la espantada del anterior alcalde, el presunto “candidatable” a la Alcaldía en 2015 y, si no hay modificaciones sustanciales en la estructura municipal, el edil responsable de las áreas de mayor poder: Urbanismo y Hacienda, por lo que su postura y disposición en las nuevas circunstancias despierta, cuando menos, gran curiosidad.

De momento, en el círculo del Gobierno municipal se reconoce —con disparidad de opiniones— que se ha arrogado una posición casi de ayudante imprescindible de la alcaldesa e incluso en su entorno se reconoce que barruntaría solicitar su liberación con sueldo municipal, algo que el anterior regidor no quiso contemplar.

Es cierto. Hay que dejar que las cosas anden y se coloquen. Así qué, no haré caso a esos incondicionales —yo creo que más que de las personas, lo son del modelo de Gobierno establecido en 2003— que ven en Luquero una alcaldesa sin fisuras, capaz de realizar sus nuevas y graves tareas con solvencia y regenerar el entusiasmo del personal pero tampoco me sumaré a los que achacan a la regidora, digo yo que en base a su recorrido como edil, un carácter demasiado lleno de “buenismo”, que sería incompatible con un tratamiento eficaz de los problemas de la ciudad —la herencia no es moco de pavo y habrá otros nuevos, lógicamente— y el encaje de los golpes políticos desde fuera, pero también desde dentro.

No, esta vez voy a ser de los que tiran por la calle del medio. Vamos que voy a esperar a ver cómo le queda a Luquero este nuevo y sobre todo, como lo viste. Tengo la esperanza —creo que es además un deseo íntimo— de que sea capaz de bordar su papel, pese al poco tiempo que tiene para ajustar la máquina a su criterio; aunque su capacidad de actuación esté limitada por la existencia de un presupuesto cerrado, otra cortesía de su antecesor; incluso venciendo en las riñas cortesanas y la oposición de la oposición…

Por cierto, también estoy muy expectante por ver cómo se comportan en esta nueva situación los doce concejales populares ante la pérdida de buena parte del argumentario victimista establecido hace demasiado tiempo ante el duro trato que recibían del anterior alcalde —ellos lo llaman suplicio, pero a mi me parece que, al final, hasta tenía algo de cómodo— y que ahora, con nuevo interlocutor y quizá nuevos planteamientos, se verán obligados a modificar para convencer a los ciudadanos que si hasta ahora su tarea ha sido tan escasa, es sólo porque no les dejaron… Ya lo observamos ¿No?

Author: Fernando Sanjosé

Segovia (1967). Periodista.

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3 Comments

  1. Yo no sé si en esta ciudad tenemos que seguir obligatoriamente con ‘estirpes de apellido ancestral político’ a modo de tele-novelón-rosa. En este caso la saga de los Reguera. Ya sólo falta que sea verdad que la como la oreja a doña Clara, cosa, permitánme que dude, no se dejará seguro. El rumor de sueldo de liberado, a costa de todos los segovianos para nota. Espero que no sea cierto. Pobriño no tendrá sificiente con estar de miranda en la cincuentena, con sueldo a domicilio de la Caja de todos los segovianos e indemnización (pactada, por supuesto por los sindicatos, otros que tal bailan, de 362.000 euros ¡sesenta y pico millones de las pesetas de antes!) que ya quisieran muchos curritos de pico y pala con más de 40 años en andamio. Ande háganos un favor, quédese en casa disfrutando y no nos oblige a no votar en las próximas municipales una lista encabezada por usted.

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  2. ¡Coño! con la letra de la cancioncita de Noa, don Fernando. Yo creo que doña Clara sabrá rectificar los exabruptos del anterior portador de la tranca, más que vara de mando, y lleguará al mejor puerto posible los desaguisados para terminar el mandato. Luego, si unos y otros saben comportarse, Dios dirá… y los ciudadanos claro 😉

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  3. Me parece que hace falta una regeneración de estirpes mandatarias como se indica por aquí y más gente, en una palabra muy simple: buena. Y además sencilla con la palabra y lo que hay que tener por delante. Y si hay que decir al pan pan y al vino vino y esto es lo que pita, pues adelante coña Clara. Pero, por favor, hablen, que cuesta un carajo y no tanto mamoneo e insulto de patio de escuela por intereses que, en los ultimos años, ha trascendido lo político por, vaya usted a saber que chanchullos personales de picapleitos. Uno piensa que lo único que ha interesado estos años ha sido meter mano a los planos del Plan de Urbanismo, crear empresas para nada, bueno para perder dinero y ganarlo algunos en sueldos y favores. ¿cambiará algo? o ¿rodarán más capítulos de serie rosa de mediodía? El tiempo lo dirá.

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