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Puigdemont, el penúltimo gatillazo del independentismo

Me alegra que Salvador Illa sea el nuevo presidente de la Generalitat. Estudiamos juntos filosofía, un tipo cordial y amable, buen estudiante que ya en aquellos tiempos andaba metido en las Juventudes Socialistas. En Segundo o Tercer curso le eligieron concejal del PSC en su pueblo, La Roca del Vallès, el típico pueblo de la conurbación barcelonesa. Yo era y sigo siendo un tanto reticente con los jóvenes que se meten en bandas juveniles, pero mi guru, un compañero de un curso superior infalible y a quien debo la carrera por sus fastuosos apuntes, me lo dejó claro: “es un tío que vale la pena, es buen tío”.

Salvo un breve periodo en que dirigió una productora de dibujos animados, Illa siempre ha estado en la pomada política. Es un aparatista de libro, que de concejal llegó a ministro de Sanidad. De su periodo en el gobierno me quedo con su calma y entereza. Como periodista me tocó vivir aquellos días negros en primera fila. Contando muertos. Sinceramente, y contra lo que se pueda decir a posteriori, creo que, dadas las circunstancias, actuó con responsabilidad y rigor. Pero lo que más me ha aproximado a Illa es su condición de hortelano aficionado (cultiva tomates) y es socio del RCE Espanyol. ¡Por fin un president perico! Adelante Força Mágico.

Puigdemont, en cambio, es un fantasma. Es de un pueblo de Gerona, que serán los más ricos pero también los más paletos de toda Cataluña. No tengo amigos de Girona (salvo una colega magrebí que vive en Salt, pero claro, Salt es Salt). Tengo amigos de muchos sitios pero de Girona ni uno. De donde todavía no he podido refutar esta teoría: ¡son burros!

Puesto a chafarle la investidura a Illa, uno pensaba que, acompañado de miles de seguidores, Puigdemont se plantaría ante la poli del Parlament para entregarse. Un último gesto romántico para el líder carismático que tras 7 años de exilio (eso sí, viviendo cual marqués en un palacete belga con una tropa de criados) vuelve a casa para inmolarse en un postrer sacrificio por la patria. Era su último comodín. En la batalla por abanderar el nacionalismo catalán hubiera sido un jaque potente a la muy dividida ERC. En la otra batalla, la de mantener atontolinados a los indepes que aún creen en estas cosas, le hubiera dado un punto de credibilidad… ¡Aún quedan héroes!

Pero no. El tipo se ha macado una nueva fantochada. Baja del coche de un poli cerca de Arc de Triomf, rodeado de conmilitones. Sube a un escenario, les cuenta una milonga, y se vuelve a esfumar. Vale. Como cuando declaró la independencia, la aplazó, y se piró a Waterloo escondido en el maletero. Un gran escapista, esperemos que no siga el infausto sino de Houdini.

A algunos les subleva que el hombre más buscado de España puede entrar en el país, dar un mitin y largarse tan pichi. Todo eso a apenas 300 metros de uno de los mayores despliegues policiales de la historia de Barcelona. Es como si el jefe de Hamas se planta en Jerusalén y se mea en las macetas de la mujer de Netanyahu. Puede ser que los Mossos al frente del operativo sean todos de Girona (lo que reforzaría mi teoría). Me gusta imaginar que al final dos guardias urbanos bicheando la zona se dijeron, hostias, ¿no es el Puchi ese de ahí? A lo que el otro le dice, nahhh, se parece, de tota manera le doy un toque a los mossos….. ¡Mecachis!, comunican

También puede ser, que es lo más probable, que a nadie le interesaba trincarlo. Ni al juez, que está de vacaciones. En cualquier caso, de todos los escenarios posibles, ese, el que la policía pase por tonta, es el precio más barato. Un gatillazo. Un vini, vidi, y me volví a pirar.  Inocuo, intrascendente, que debería dar que pensar a los aún adictos ideológicos.

Otra opción menos probable. Puigdemont se ha tirado toda la semana llamando a la movilización desde Twitter. Pero por lo que sea la movilización, la carlinada, no ha salido bien. La protesta popular de Junts por la investidura de Illa, en comandita con ANC y Omnium, ha quedado muy lejos de aquellas riadas humanas del 2017, y ha concitado a unos 3.000 seguidores. Otra más: puede ser que el hombre sea un gallina integral, cuya heroicidad es mera boquilla. En cualquier caso, lo que yo destacaría es que el independentismo ha perdido de mala manera uno de sus comodines. En lugar de épica ha habido comedia, y las redes sociales van llenas de tipos estrafalarios con el texto, “Puigdemont disfrazado en la Ciudad Condal”.

Otra cosa es que estemos ante un cambio de ciclo. Relato que preconiza la prensa españolista. ¡El procés ha muerto! Pues no sé. Se verá. Yo creo que Illa lo tiene difícil. Parece claro que en ERC afilan cuchillos, que en noviembre Junqueras, ya amnistiado, se quedará al frente del partido para dejar con el culo al aire al PSC. La muy inestable poltrona de Sánchez, incapaz el hombre de pagar la investidura de Illa con una financiación para la que no cuenta con apoyos, perderá una pata más. El PP arrasará si hay anticipadas, y con un nacionalismo español mayoritario  la eterna lucha por los miles de puestos que dependen del color político en la Generalitat se reactivará, y con ella, la engañifa de la Dinamarca del Sur.  Lo único bueno de todo esto es que la “ampliación de la base”, el único proyecto que realmente puede derivar en un independentismo efectivo, ha fracasado una vez más…. Que siga así. Los políticos españoles son unos verdaderos inútiles, y el más inútil de todos, Puigdemont, es la prueba viva de que Cataluña es España. Es la suerte que tenemos.


Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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19 Comments

  1. Menos mal que “El Enterrador”, el filósofo tomatero Illa, apenas gestionó nada en Pandemia, daban ganas de llorar viéndole en la tele, por eso pusieron al doctor Simón para decir chorradas “Habrá uno o dos casos” y que Europa nos dio el dinero, las vacunas, y el modo de actuar, y las Comunidades Autónomas solucionaron ellas solitas el problema. Si lo tiene que arreglar el filósofo estaríamos todos los españoles muertos. Ahora le ha puesto a dedazo en Cataluña el dictador de Moncloa y como su jefe, traga con todo, la independencia, el cupo catalán, y porque no le han dicho que haga sexo salvaje con Junqueras y Puigdemont, que lo haría, seguro. Uno de esos paradigmas del principio de Peter, el tonto, más en política, siempre llega arriba en el poder, sólo hay que ser servil y no tener principios, como es el caso. Más que Illa su apellido debía ser Silla. Por una silla gobernando hago lo que sea. Lo aprendería en la carrera universitaria. Como Sánchez.

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    • Un poco extremo, pero no le falta razón. Hay un claro axioma en política, cuanto más gris e inepto eres mejor te va. Un claro ejemplo lo tenemos aquí en Segovia con los dos líderes del PP y del Psoe. En cualquier caso, el precio a pagar porque el Sr. Illa sea presidente no es de recibo para los castellanos y leoneses, y otros muchos españoles. Se lo dice un votante del PSOED, que duda seguir siéndolo.

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  2. Gatillazo?..pues si estan consiguiendo todo lo que quieren..lo que no deberua importarnos si no fuera aconsta del resto..mas impuestos y mensos servicios..hay que pagar la factura catalana…lo ganaron saliendo a las calles y enfentandose a la polucua…el resto de españa esta dormuda y no saldra a protestar para defebder sus intereses..no es aue sean brillantes los politicos catalanes..es que eo parlamento españos esta lleno de estomagos agradecidos..

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  3. No conozco a nadie de Girona. Sólo he estado una vez y a tres personas que les pregunté por una dirección en español, me contestaron en catalán y en ese momento consideré que esos tres eran unos paletos de libro. Pero de ahí, a generalizar esa condición a todos los gerundenses va un abismo. Como todo lo que tiene las generalizaciones.

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  4. Deseando que convoquen el referéndum de marras y se vayan a tomar por c…

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    • Zapa2, alias Sánchez no lo va a permitir… Necesitas de esos secesionistas para gobernar, por ende no se hará!!! Ya vienen las curvas para el ciudadano de a pie, pero como mi “cuñado”, seguirán votando la crispación, sedición y ruptura de España. No aprendemos…

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  5. Señor Besa, no le puedo negar que Illa sea un tipo cordial, pero tuvo la desvergüenza de quedarse en el ministerio con la pandemia, en la que, aparte del trinque de las mascarillas (que saldrá tarde, pero saldrá), tuvo una nefasta gestión, que nos costó decenas de miles de muertos, más preocupado de hacer la campaña para las catalanas acosando a Madrid, mintiendo descaradamente con todo, incluido ese comité que nunca existió, y manteniendo a uno de los tipos más abyectos y dañinos que hay en España, como es Simón. Consiguió hacerse un “nombre” y ahí está ahora. Visto con perspectiva, que es como mejor se ve todo, una buena parte de la sociedad catalana está enferma, apoyando a un cobarde que se fue en un maletero y a otros que han malversado y dividido una sociedad solo para perpetuarse en el poder. Sin eximir al gran responsable de todo, el PSOE, como ocurrió en los años 30 del siglo pasado, siempre apoyando a las minorías violentas y rupturistas para su propio beneficio. Y aquí, he de reconocerlo, hay una parte de la sociedad que prefiere el caos, la desigualdad, el beneficio de los delincuentes y lo que sea, a que vengan “las derechas”. Esa enfermedad se llama sectarismo, que se incubó con el mafioso Zapatero y está extendiéndose con Sánchez y eso que llaman partido. Como se comprueba, el odio y la división tiene grandes réditos, si no, que se lo digan a Illa, a los socialistas y a todos los nacionalistas. Mientras tanto, España convertida en un circo.

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  6. Puigdemont ya es un fantoche que solo le interesa al PP para disimular su incapacidad, y tapar las corruptelas de Feijóo y Ayuso.

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    • Jejeje, corrupción dice de los gallegos dice.
      En 2 años le contaré una cosita que hará que su menor de las preocupaciones sea la corrupción.

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  7. Sánchez y sus jueces ya se encargan de tapar o indultar o amnistiar las corruptelas de sus compadres del Psoe, sus familiares, etarras, golpistas, violadores y toda suerte de delincuentes.

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  8. De vez en cuando al institucionalismo del “Régimen Democrático” se le ve el plumero; es decir, se puede comprobar de forma hilarante el “pastichismo” de su mediocridad.

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  9. Señor Besa, en español se dice Gerona y no Girona.

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    • Y cada uno lo escribe como le sale…
      Seguro que usted tan espaÑol dice: Nueva York

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      • No señor Antoine, en castellano se escribe Gerona. A ver si se entera usted.

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    • Antonio el castellano es español y el dialecto catalán también es español y el vascuence también

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      • Castellano y español es lo mismo Juanito.
        Catalan o vascuence no es lo mismo que español aunque sean lenguas españolas.

        Si el señor que escribe el artículo lo hace en español o castellano debe escribir Gerona y no Girona.

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  10. Gerona, con E de España.

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  11. Quién le puso Salvador de Illa qué poco le conocía.
    Los corralitos de las playas, los confinamientos ilegales, las mascarillas sólo si no se come o bebe en las terrazas y la juerga padre de la corrupción socialista con las mascarillas
    Illa salvo con estas medidas millones de vidas.

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  12. ¡Estamos de suerte!. … El caudillo monclovita regala a Cataluña el privilegio de tener una Hacienda particular, como la del país Vasco de la que disfruta y explota por derechos forales. Cataluña podrá recaudar y administrar sus propios impuestos, lo que equivale a embolsarse varios miles de millones, que pagamos el resto de las autonomías. En resumen, una vez más , el autócrata compra sus 7 votos a costa de empobrecer al resto. Se acabó la igualdad constitucional. Estamos de suerte porque …, oye, ¡que hacen president a Illa!, el siervo del Amo Sánchez, el filósofo májate, simpático y educado. O sea el tío nos mea y hay que decir que llueve café en el campo…, donde pastan los corderos.

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