El pleno, hoy, de la Diputación de Segovia servirá de ring otra vez para que el PSOE y el PP, con el apoyo de Ciudadanos, prosigan con su particular pugna por la sanidad rural. Los primeros para abanderar una causa de gran popularidad en la provincia, los segundos para desactivar una movilización electoralmente peligrosa para los actuales dirigentes de la Diputación.
Las armas una vez más serán las mociones. O más bien la moción y la contramoción. La moción la firma el PSOE exigiendo la retirada de la reforma de la sanidad rural, ya se llame “plan Aliste”, “plan de reordenación” o como los socialistas dicen últimamente, el Plan Segovia. Se insta a la Junta a retirar un plan que, al menos oficialmente, ya está retirado. Son once puntos en los que se cita también el “abrir un diálogo”, más dotación económica, a lo que se añaden los clásicos de solicitar la puesta en marcha de la radioterapia, que se doten “de manera inmediata” sistemas de transporte vital básico en todos los centros de salud, entre otras reclamaciones ya clásicas en los plenos de la casa.
Es un documento incómodo para el PP. En primer lugar porque sigue poniendo en el centro de la vida política de la provincia la reforma de la sanidad rural (con las de hoy, van dos mociones debatidas y una declaración institucional, las tres incidiendo en la reapertura de los consultorios y el mantenimiento de las prestaciones previas al covid). En segundo lugar porque su redactado deja poco espacio a votar a favor, de manera que sirven en bandeja de plata el previsible titular de “la Diputación vota en contra de retirar la reforma de la sanidad rural”. De modo y manera que desde la coalición PP-C’s han lanzado una “contramoción”, que viene a recoger los puntos desarrollados por los socialistas, pero sin hablar de Plan Segovia ni reforma y, además, metiendo en la ecuación al Gobierno Central.
Así, en la “contramoción” el PP y Ciudadanos recuerdan que en gran medida, en el trasfondo de la reestructuración de la sanidad rural está una dramática carencia de médicos de familia, correspondiendo al ministerio de Sanidad ampliar el número de plazas MIR destinadas a la especialidad y favoreciendo que las prácticas se desarrollen en el medio rural. Otra andanada contra el Gobierno, la falta de una prueba EBAU única, que hace que como las notas de la Selectividad sean más altas en Autonomías con la EBAU más fácil, son estudiantes de Canarias, Extremadura y Andalucía los que en un 75% copan las plazas universitarias de medicina en las facultades de la comunidad, en tanto los aspirantes lugareños deben buscarse plaza en otras regiones. “De esta manera se dificulta la vinculación con el territorio de las nuevas promociones”, explican en el PP.
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