El pasado 18 de junio, familiares del escritor y médico José Antonio Abella, lanzaban una dramática recogida de firmas en change.org dirigida a conseguir que la sanidad pública financie un fármaco, autorizado por Sanidad, del que depende la vida de cientos de pacientes de cáncer de colon, entre ellos Abella. Un fármaco vital y de precio astronómico: 6.000€ al mes. Un dinero que los pacientes deben pagar si quieren seguir vivos.
El caso de Abella, burgalés pero que ha desarrollado su trayectoria en Segovia, es prototípico. Según el relato de su hijo, Abella, de 67 años, fue operado de cáncer de colon en fase avanzada y con metástasis en el hígado en diciembre de 2021. Padecía una de las mutaciones más agresivas del tumor (que afecta a un 6% de este tipo de cánceres). Tras la operación las metástasis volvieron a extenderse. Sin embargo, el tratamiento de quimioterapia resultó muy efectivo y al cabo de un año las metástasis habían desaparecido. Desgraciadamente, dos embolias como efecto secundario de la quimio forzaron a detener el tratamiento. Dos meses después volvían a aparecer las metástasis. Hubo entonces que entrar en una segunda línea consistente en la mezcla de dos fármacos, Encorafenib y Cetuximab. Pero el primero de ellos, a pesar de figurar como un fármaco autorizado por el ministerio de Sanidad, no está costeado ni por la Seguridad Social, ni por Muface, algo que no ocurre en países de nuestro entorno como Portugal o Francia, Italia, donde estos fármacos si están amparados por los sistemas sanitarios públicos.
“Mi padre debe tomar cuatro pastillas diarias y cada caja, de 42 comprimidos, tiene un coste cercano a los dos mil euros. Y aquí surge la pregunta clave: ¿Qué familia española puede afrontar un gasto adicional de 6.000 € al mes?”, escribe Héctor Abella en Change.org, donde la iniciativa ha superado ya las 4.000 firmas. El propio Abella explica su situación en un vídeo publicado por el Diario Montañés y donde habla descarnadamente de una “pena de muerte invisible”.
En septiembre de 2022, la oficina del Comisionado para la Equidad de la Alianza General de Pacientes firmaba un informe en el que instaba a las autoridades sanitarias a, de manera urgente, aprobar la prescripción del fármaco a los pacientes de cáncer colorrectal que lo requieran. “En España estos pacientes se encuentran en una situación de desventaja con respecto de países de nuestro entorno, donde la combinación está ya autorizado”, concluye el informe.
Abella es un personaje muy conocido y querido en Segovia, donde ha desarrollado buena parte de su carrera como médico. Es además autor de reconocidas novelas, premio de la crítica de Castilla y León en 2014 por La sonrisa robada, y más recientemente, el pasado més de abril, el Ateneo de Valladolid por El corazón del cíclope. Ha sido también escultor, suyas son las esculturas del pastor, en Nueva Segovia, o del diablo del Acueducto en la cuesta de San Juan.
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