free web stats

España ante el desafío de la gobernabilidad

El reciente congreso celebrado por el Partido Popular ha pasado por la opinión pública con más pena que gloria. Pese a la ratificación del liderazgo de Alberto Núñez Feijóo y al nombramiento de dos perfiles con una fuerte carga de confrontación —uno en la secretaría del partido y otra en la portavocía del Congreso, para competir con Vox—, el evento careció de un contenido propositivo claro. El protagonismo mediático lo acapararon, en cambio, los escándalos que afectan al PSOE, tras la convocatoria de un Comité Federal marcado por los presuntos casos de corrupción de sus dos últimos secretarios de Organización. En ambos casos, los partidos optaron por mover fichas internas sin ofrecer una hoja de ruta para el país, en un contexto de creciente desafección y hartazgo ciudadano.

La estrategia actual del PP parece centrarse más en desgastar al Gobierno que en construir una alternativa seria y cohesionada. En lugar de presentar propuestas sólidas, su líder ha optado por un discurso de ataque personal, incluso con referencias familiares, que, si bien puede tener un efecto político inmediato, agrava el clima de polarización y deteriora la calidad del debate público. El partido muestra un doble rostro: uno para competir electoralmente, con discursos duros y agresivos, y otro para gobernar, más moderado y discreto, pero sin propuestas claras y contundentes, para no coartar su futura acción de gobierno. Esta ambigüedad contribuye a la confusión sobre su verdadero proyecto para España, ahora acentuada por el escándalo de corrupción del anterior ministro de Hacienda del Gobierno de Rajoy, conocido como el “caso Montoro”.

Mientras tanto, el PSOE atraviesa un proceso de erosión interna y un notable desgaste institucional. Lejos de construir una propuesta integradora que aspire a sumar voluntades, su única constante parece ser el afán de resistir en el poder a cualquier precio. Su estrategia se basa en tejer alianzas de bloques y mantener una política de confrontación que busca fidelizar a su electorado por la vía del miedo y la exclusión del adversario, renunciando así al consenso y a la construcción de un proyecto de país compartido.

Las encuestas más recientes otorgan al PP una probable victoria electoral, aunque sin mayoría absoluta. Feijóo insiste en su confianza de obtenerla, pero la realidad política apunta a que necesitará el apoyo de otros partidos para poder gobernar. La opción más previsible sería una coalición con Vox, lo que implicaría un giro ideológico importante. Alternativamente, cabría imaginar una abstención del PSOE para evitar la entrada de la extrema derecha en el Gobierno, siguiendo el ejemplo del SPD en Alemania. Pero ello supondría romper con años de una política basada en el ‘no es no’, lo que abriría un difícil debate interno en el socialismo español sobre el precio de tanta confrontación.

La consecuencia más inmediata de esta situación es el vaciamiento del centro político. Mientras el PP se ve empujado hacia posturas más radicales para competir con Vox, el PSOE se aproxima cada vez más a la órbita de Podemos y de fuerzas independentistas. Esta dinámica ha dejado huérfano al electorado moderado, precisamente el que garantiza la estabilidad institucional y la cohesión social. Este abandono del centro representa una amenaza estructural para la gobernabilidad del país.

La ausencia de liderazgos claros y empáticos, capaces de transmitir confianza y ofrecer un proyecto ilusionante, agrava la desconexión entre ciudadanía y política. El PP exhibe un liderazgo ambiguo y errático, falto de convicciones firmes, lo que le impide consolidarse como una alternativa aglutinadora. El PSOE, por su parte, ha renunciado a ensanchar su base social, centrando su acción política en resistir más que en transformar.

En este contexto de vacío de propuestas y polarización creciente, Vox ha sabido canalizar el descontento de una parte de la sociedad, no tanto por su programa como por su papel de altavoz del hartazgo social. Cada día que el presidente Sánchez pospone la convocatoria electoral refuerza esta dinámica, aumentando la frustración y consolidando a Vox como un actor decisivo en la próxima legislatura. A ello se suma con fuerza el escándalo emergente del ministro Montoro. El peso relativo de las distintas expectativas electorales puede cambiar de forma significativa en los próximos meses. Conviene no perder de vista la evolución que tuvo Alemania en su último proceso electoral, ya que puede ser un buen referente para España. https://www.acueducto2.com/alemania-marcara-el-futuro-de-la-ultraderecha-y-de-europa/172214

Un hipotético gobierno de coalición entre PP y Vox podría alcanzar la mayoría absoluta, pero existe el riesgo real de que dicho gobierno tenga un carácter más reactivo que constructivo, centrado en deshacer lo hecho por el PSOE en lugar de construir un proyecto sólido de futuro. Además, el delicado contexto económico exigirá ajustes presupuestarios complejos y potencialmente impopulares, lo que obligará a cualquier gobierno a actuar con rigor, responsabilidad y altura de miras.

España necesita recuperar con urgencia la normalidad democrática, reconstruir la confianza en las instituciones y abrir un nuevo ciclo político basado en el respeto, la transparencia y la participación. Es imprescindible abandonar la lógica de bloques y volver a una política útil, orientada al interés general y no a la mera conquista del poder. La ciudadanía demanda un gobierno moderado, comprometido con la justicia social, que sea capaz de unir y no dividir, de mirar al futuro con ambición y no al pasado con rencor.

En definitiva, el desafío no es solo formar gobierno, sino hacerlo con altura política, vocación de servicio público y voluntad de integrar a una sociedad cansada de trincheras. El momento exige menos cálculo partidista y más responsabilidad institucional. Y esa responsabilidad, hoy, sigue en el aire.


 

Author: Juan Luis Gordo

Juan Luis Gordo. Segoviano de izquierdas, autónomo y polifacético

Share This Post On

14 Comments

  1. Está muy claro: sólo nos queda VOX como alternativa.

    Post a Reply
    • Pues está en las antípodas de la sensatez. La única salida es la regeneración democrática, pero no de la mano de Podemos o Sumar, que ya sabemos lo que dan de sí, sino de la vuelta a la sensatez como expone el Sr. Gordo. Tenemos que recuperar la armonía y el respeto, y eso se consigue con la centralidad política. Psoe y PP tiene que volver al centro y pensar en dar respuesta a los problemas de los españoles y abandonar el partidismo instrumental, por el bien del país.

      Post a Reply
    • La corrupción es una lacra y por desgracia afecta a todos los partidos, ahora bien lo del partido popular es algo más serio, hacer uso de las instituciones para su beneficio, policía patriótica, hacienda, etc. Es deleznable. El problema que tiene este partido es que piensa que el país es suyo y puede hacer y deshacer a su antojo y no es extraño que haya puesto toda la maquinaria para derrocar a este gobierno. Ya lo dijo Aznar, el que pueda hacer que haga. Espero que no llegue a gobernar el PP y menos Vox.

      Post a Reply
      • Claro Reflexión… Los múltiples casos de corrupción del PSOE son imaginaciones de los españoles no te jode…

        Solo queda VOX y en su defecto el PP como solución a este país de mierda que están dejando los socialistas.

        Post a Reply
        • Un poco exagerado don ‘Antonio’, aunque tuviera usted razón la destroza.
          Más les vale a los partidos de verdad, pese a esos garbanzos negros (ya sabemos que las ratas siempre se salvan del naufragio para seguir a sus cosas), no esos engendros asociados al olor de la sardina que llevan viviendo del cuento toda la vida (y VOX es un ejemplo perfecto de camuflados a sueldo en el PP desde hace años), pues eso, más valdría que se pusieran de acuerdo e hicieran política de verdad en vez de ladrarse, Antonio.

          Post a Reply
        • No sé qué te metes por las venas, pero yo que tú cambiaría de proveedor. VOX únicamente dice lo que quieres escuchar, pero no lo va a cumplir porque la legislación no lo permite y aunque lo permitiera tampoco lo haría.
          VOX acaba de llegar y ya está salpicado por financiación ilegal.
          Por cierto, comentan por ahí que Feijoo está más que acojonado por lo que pueda arrastrar el caso de Montoro, parece que hay por ahí un vínculo con la caja B, tal vez aclaren quien era ese M.Rajoy que aparecía e.n la lista y a saber cuantos más…

          Post a Reply
        • Antonio, cuéntanos donde va el dinero de Disenso venga

          Post a Reply
      • Toñin, salaete, también te queda Montoro

        Post a Reply
    • Jajaja Bocs es lo mismo que el PP pero con más banderitas

      Post a Reply
      • Otros que gobiernan, se han abrazado a la bandera de ETA y sus más de 800 asesinatos de inocentes sin pedir perdón.

        Post a Reply
        • Hasta llegar a los 7291+ los del Yakolev, los del 11M, los de la Dana y un largo etc aún hay distancia. Yo que tú cambiaría de retaila, porque el pobre Frijolito para llegar a Moncloa tiene que pactar Con los catalanes, vascos, VOX y hasta con mí gata que no tengo

          Post a Reply
  2. La corrupción es detestable, venga de quien venga. El bufón de Rufián definió dos tipos de corrupción, una cutre y otra premium. Le faltó otra, “la corrupción institucional”. Esa que sin escrúpulos es capaz de destruir un Estado para que unos señoritos sin principios ni valores estén en el poder, quebrando la solidaridad y la igualdad de todos los españoles. Está es estructural y es peor que las otras dos. Nunca pensé que pudiera tener su origen en un partido como el PSOE. Verlo para creerlo.

    Post a Reply
  3. El señor gordo habla desde la sensatez y experiencia acumulada..muy al contrario que el fakeaceves que está encantado con que las comunidades ricas se hagan mas ricas recaudando impuestos y pagando al bien común lo que consideren, osea lo. Que les convenga…..el PSOE ya no tiene la igualdad la solidaridad y la distribución justa de la riqueza como bandera, su única bandera es aguantar en el gobierno aún vendiendo a su madre y traicionando sus principios…es lo que tiene depender de un partido ultraderechista fascista y oligarco como junts…

    Post a Reply
  4. Ciertamente la situación política en España no es la deseable. Se vaticina que la crispación vaya en aumento. También la polarización. La solución está en la casilla de los votantes y ahi han de poner la inteligencia y buena voluntad los dos partidos mayoritarios. La derecha del PP se lo pone difícil y también la izquierda del PSOE… esperemos tiempos y circunstancias mejores

    Post a Reply

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *