free web stats

Cuando los jóvenes dicen basta

En el escenario político español hay un personaje decisivo que todavía no ha desplegado toda su fuerza: la juventud. Aunque durante años ha sido vista como un electorado disperso, escéptico o incluso apático, los datos recientes revelan un giro inquietante y lleno de significado. El voto joven, cada vez más orientado hacia opciones de extrema derecha, no responde a un alineamiento ideológico tradicional, sino a una llamada de atención poderosa y, en muchos casos, desesperada.

Las encuestas postelectorales muestran una evolución clara: los votantes entre 18 y 35 años han desplazado su apoyo desde las opciones de izquierda que dominaron la última década hacia una derecha radical que promete ruptura. Según el último barómetro de 40dB, el 27,4 por ciento de los menores de 25 años respaldarían a VOX, frente al 15 por ciento que lo haría por el PSOE y el 11 por ciento por el PP. Entre los menores de 35 años, la extrema derecha se reafirma como primera opción política de cara a las próximas elecciones. ¿Por qué? La respuesta no se encuentra en una adhesión doctrinal, sino en el desencanto profundo y unas perspectivas de futuro poco claras de este colectivo.

Las condiciones de vida de la juventud española son muy heterogéneas, y la pertenencia a una misma generación no basta para explicarlas. Según un estudio de la Fundación BBVA, los jóvenes independizados viven en hogares con una renta un 15 por ciento inferior a la media, cifra que asciende al 40 por ciento en el caso de quienes no tienen formación superior. Más de la mitad de los jóvenes entre 18 y 29 años tiene dificultades para llegar a fin de mes. Los salarios juveniles son un 35 por ciento inferiores a la media. Uno de cada cuatro trabaja con contratos a tiempo parcial y casi la mitad tiene empleos temporales.

Sin embargo, los jóvenes españoles constituyen hoy la generación mejor formada de nuestra historia. El porcentaje de estudios superiores en la franja de 25 a 34 años supera el 40 por ciento, y su renta media apenas alcanza los 12.000 euros anuales netos, muy por debajo de los 17.000–19.000 euros que alcanzaban los jóvenes de la misma edad hace dos décadas. No es una generación ‘nini’, es una generación ‘sísí’: sí trabaja, sí estudia… pero no llega. De ahí que los jóvenes estén empezando a decir: ¡basta!

A esta precariedad se suma un mercado de la vivienda cerrado a cal y canto. El coste del alquiler en las grandes ciudades exige más del 60 por ciento del salario medio juvenil, y comprar una vivienda es sencillamente imposible sin ayuda familiar. Por ello, la edad media de emancipación en España supera ya los 30 años, la más alta de Europa occidental. Esta imposibilidad de formar una vida autónoma retrasa las uniones estables, la maternidad y la paternidad, y con ello toda expectativa de estabilidad, consumo o bienestar. Sin casa, sin pareja, sin hijos, sin futuro: así se dibuja el presente de millones de jóvenes que ven cómo el sistema solo les ofrece promesas vacías.

A esto se suma un malestar político más profundo. Los jóvenes no quieren ser tratados como el futuro, cuando demasiadas veces se les está negando el presente. Sienten que los discursos políticos no conectan con sus vidas, que no son escuchados y que, con frecuencia, se les instrumentaliza. Rechazan los formalismos, la agresividad y el lenguaje vacío de la política tradicional. Conectan más con quienes hablan con claridad, humildad y con los pies en la calle.

Además, a las preocupaciones materiales se añaden otras dos cuestiones clave: el cambio climático y la salud mental. La ansiedad y el sufrimiento emocional forman parte de la vida cotidiana de muchos jóvenes, que perciben que sus problemas siguen siendo invisibles para quienes gobiernan. Reclaman que se dé visibilidad y respuesta real a estos temas, porque son centrales en su experiencia vital.

Los últimos gobiernos de los partidos tradicionales no han sabido advertir esta situación ni dar una respuesta realista a los problemas de la juventud. El economista José Carlos Díez afirmaba hace unos días en una conferencia que la juventud percibe que “el Gobierno gobierna para los pensionistas, mientras que los jóvenes son quienes pagan las pensiones de los ocho millones de jubilados”. La sociedad se está dualizando entre jóvenes y mayores, contribuyendo a asentar la política de polarización. Frente a esta situación, la extrema derecha ha ofrecido una narrativa de ruptura simple y emocional: “nada de esto funciona, cambiémoslo todo”. Y aunque su receta sea profundamente regresiva, el mensaje cala porque, al menos, reconoce el problema, mientras el resto continúa girando sobre sí mismo con discursos huecos.

La desafección política juvenil no es una muestra de desinterés, sino una denuncia muda: “ya no creemos en vosotros”. Pero esa misma juventud que hoy se manifiesta con rabia o indiferencia tiene en sus manos el futuro político del país. En la próxima década, la masa crítica de votantes entre 25 y 40 años será determinante para la formación de mayorías. Por eso, quien quiera gobernar España a medio plazo no podrá seguir ignorando esta realidad.

Es urgente articular una agenda generacional que afronte con seriedad los grandes desafíos: el acceso a la vivienda, la mejora del empleo y los salarios, la conciliación familiar, la protección del bienestar mental y emocional, la acción decidida frente a la emergencia climática y la creación de un horizonte de vida real. Se necesita ambición política, pactos a largo plazo y valentía para romper inercias.

La juventud no es el problema: es la gran esperanza. Pero si no se le ofrece una respuesta real y tangible, será también quien cierre las puertas del futuro a quienes no supieron escuchar. Porque tienen la llave. Y están empezando a usarla, pero también son perfectamente conscientes de que es su esfuerzo y dedicación lo que les permitirá labrarse un futuro mejor, salvados estos problemas estructurales.


Author: Juan Luis Gordo

Juan Luis Gordo. Segoviano de izquierdas, autónomo y polifacético

Share This Post On

23 Comments

  1. Pues Pedro Sánchez dice que España es la mejor economía del planeta. Se ha largado de vacaciones tan pancho. Lo de la vivienda lo arregló Ábalos, que prometió cientos de miles de viviendas en la moción de censura de Rajoy, y las hizo, para él, sus compadres y sus putas. También hizo pedrito una reforma laboral que precarizó como nunca los contratos de todos los trabajadores creando los contratos fijos discontinuos, que son más temporales y con menos derechos que nunca para el obrero (callados y comprados los sindicatos) y estableció el sueldo único máximo para todos los nuevos contratos de 1100 euros al mes. Seguir votando al Psoe. Cada vez somos todos más pobres. Como dijo Felipe González, un 5 por ciento somos todos más pobres que en 2008, hace 17 años. Salvo Pedro, su hermano, la catedrática, Koldo, Cerdán, Ábalos… Y los catalanes y vascos.

    Post a Reply
    • Buen análisis, como de costumbre. El problema en materia de vivienda radica en la orientación de las políticas públicas en vivienda y la involución de la estructura de propiedad. Es la cuadratura del círculo. A ver quién le pone el collar al galgo, bien sea de derechas o izquierdas. Todo un reto.

      Post a Reply
  2. Me puede explicar por que VOX es inquietante extrema derecha y no le preocupa el PSOE o lo considera extrema izquierda? Creo que los actuales postulados podemitas del PSOE, aunque compensados con sus socios de extrema derecha (estos si lo son, lo de Puigdemont y el PNV) son mucho mas extremos que las propuestas que hace VOX (no las que dicen que hacen los voceros subvencionados por Moncloa al servicio de la autocracia).

    Me preocupa seriamente, que todavía un 15% de los jovenes, apoyen al PSOE. Mucho.

    Post a Reply
    • No le falta razón. Creo que el articulista hace esta reflexión desde su posicionamiento ideológico, que no tiene nada que ver con su antiguo partido. Ese puede ser el lapsus.

      Post a Reply
  3. Trabajo en un colegio hace más de 20 años. Es importante saber que la inmensa mayoría de los jóvenes, que se han radicalizado hacia le extrema derecha española, son varones. Esto es debido a su incapacidad para “competir” con sus compañeras chicas, mucho mas preparadas e independientes; y la población inmigrante, que llega a España a realizar los trabajos que ellos no quieren, y que, además, cada vez están mejor cualificados. Los chicos jóvenes cada vez estudian menos, y buscan la salida fácil y sin sentido, de la extrema derecha, como excusa.

    Post a Reply
    • Comparto totalmente su comentario. Gracias.

      Post a Reply
      • El comentario de Profe aunque pese es ABSOLUTAMENTE cierto, he trabajado con becarios de ambos sexos y en los últimos años no hay color.

        Post a Reply
    • El comentario del supuesto profesor es un auténtico insulto a la inteligencia y a los jóvenes varones de este país.

      Qué vergüenza de comentario.

      Post a Reply
      • Ese comentario es la pura realidad, por eso te repatea, porque eres uno de esos varones

        Post a Reply
        • Lo que tú digas majete.

          Post a Reply
        • Educación con tu comentario lo único que demuestras es precisamente la poca educación que tienes. ¿Terminaste la EGB?

          Post a Reply
    • Es de entender, querido profesor, su parte de culpa ante eso que expones… Culpa suya y de sus colegas que no motivan como debieran a los alumnos varones. Aún así decirle que me parece una soberana estupidez lo que ha escrito. Muy demagógico y carente de datos objetivos.

      Post a Reply
  4. Todo lo anteriormente leído son excusas.
    Han existido dos partidos durante decenios de años,corrompidos hasta un extremo que ya sus políticos son profesionales de un “modus vivendi “.
    Los ciudadanos tienen su opinión y sobre todo forma de pensamiento.¿o también eso molesta.?

    Post a Reply
  5. Según nuestra ministra, los títulos son papel mojado, no se prima el esfuerzo así todo suma y sigue. Luego nos extraña que se esfuerzan en lograr acabar unos estudios con todo el esfuerzo que conlleva para acabar de reponedores no se polaricen.
    Si en la función pública los que nos representan no dan ejemplo y son unos caraduras qué podemos esperar como sociedad.

    Post a Reply
    • Tienen razón para estar desesperados. No tienen acceso a la vivienda, npueden independizarse ni generar una vida digna. Este gobierno, tambien los anteriores, junto con las comunidades autonomas y los ayuntamientos, son especialmente responsables.
      No obstante, es una paradoja que “la generación mejor formada de nuestra historia” derrote hacia la extrema derecha como solución. No parece que en su análisis y su estrategia estén acertando.

      Post a Reply
  6. Pues dice Frijolito que el que no pueda irse de vacaciones que no pasa nada, que se joda, que no son imprescindibles. Y digo yo que el que no pueda ser presidente que tome su propia medicina que tampoco es necesario que sea.

    Post a Reply
  7. Es patético, con lo mal que está la educación, entre otras cosas por el pésimo nivel de muchos profesores, que uno de estos inútiles, se atreva a llamar incompetentes a los jóvenes y a decir que son inferiores a otros colectivos. Deberían prohibirle ejercer manchando el nombre de la docencia a personas que como estas, que dicen ser profesor, algo muy alejado de lo que antes llamaban maestro.

    Post a Reply
  8. Este artículo pone voz al hartazgo juvenil con datos, con profundidad y con una claridad que muchos discursos políticos no han sabido alcanzar. Felicidades al autor.

    Post a Reply
  9. Es muy difícil emanciparse cuando ganas 1.500 euros, en el mejor de los casos, y el alquiler ya te supone 850€. El ahorro se reduce a a cero y las estrecheces marcan tu vida.

    Post a Reply
  10. Viviendas en Pascual Marín -Gobernador Civil de Segovia, parecido a un Subdelegado, pero por los …- y viviendas en San José Obrero Español.
    Ahora sólo ruina, corrupción, injusticia y desesperación.
    La izquierda ya no engaña a nadie.
    Los jóvenes han woken up, es así de fácil.

    Post a Reply
    • Pues que voten al frijol para que les baje los sueldos y les deje sin vacaciones

      Post a Reply
  11. La juventud actual se queja mucho “de boquilla” pero no emprende ningún movimiento real y colectivo para protestar por el tema de la vivienda, de los sueldos etc.

    Lo normal en otras épocas, era salir a la calle masivamente, protestar haciéndose visibles,para que los políticos de turno tomen nota y se les caiga la cara de vergüenza.

    Lo normal era luchar por cambiar la sociedad,y no decir que “no va a servir para nada”

    También, lo normal era asociarse y luchar por lo que crees justo, y no protestar en las redes sociales desde tu móvil o tu ordenador, que eso es muy cómodo y muy poco efectivo.

    Post a Reply
    • El artículo llama la atención sobre hechos, predicciones y acontecimientos. Se puede compartir o no pero no descalificar. Tambien comparto en gran parte la reflexion que hace el firmante “coherencia pura”

      Post a Reply

Responder a Excelente reflexión Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *