En 2024, la gran banca española obtuvo ganancias históricas: el BBVA superó por primera vez los 10.000 millones de euros (10.054 millones, +25,4 %), el Santander alcanzó los 12.574 millones (+14 %) y CaixaBank cerró el ejercicio con 5.787 millones (+20,2 %). Nunca habían ganado tanto, pero nunca habían tratado con tanta frialdad a sus clientes.
En pocos años hemos pasado de ser ciudadanos con derechos a simples súbditos de los intereses financieros. La banca ha maximizado beneficios a costa de cerrar oficinas, despedir a miles de trabajadores y empujar a la clientela hacia una digitalización forzosa. Hoy acceder a una sucursal, hablar con un empleado o resolver una incidencia se ha convertido en una odisea: citas previas, horarios restrictivos y barreras físicas o tecnológicas que desalientan el trato humano.
En este contexto se enmarca la OPA hostil del BBVA sobre el Sabadell, que de materializarse supondrá el cierre de más de 300 sucursales y la eliminación de miles de puestos de trabajo, en un escenario de disputa política entre los partidos de corte nacionalista catalán y la alianza del Gobierno de España en apoyo del Sabadell, frente al respaldo al BBVA del bloque más conservador y el poder financiero, que al ciudadano común le resultan ajenos. La operación se vende como una oportunidad estratégica para crear un “campeón europeo de la banca”, pero lo que para los grandes inversores es un juego de poder, para las familias y empresas que buscan un préstamo o una atención cercana se convierte en un nuevo alejamiento.
Los ejemplos son cotidianos: cajeros que retienen tarjetas, aplicaciones complicadas para quienes no dominan lo digital, ventanillas cerradas en pueblos y barrios donde antes existía atención personalizada. No es sólo un problema de brecha tecnológica. Es la constatación de que el cliente importa poco frente a la obsesión por engordar balances.
El contraste con lo que fueron las cajas de ahorro resulta hiriente. Entidades locales como Caja Segovia ofrecían atención cercana y devolvían a la sociedad parte de sus beneficios mediante obra social y cultural. Hoy, tras fusiones y desapariciones, Segovia y su provincia sufren especialmente la falta de servicios financieros accesibles, agravada por su envejecimiento demográfico y el peso del mundo rural. Esta situación se reproduce en gran parte de los pueblos de España, y tampoco son ajenas a ella las ciudades.
La banca electrónica ha crecido de forma exponencial —el 62 % de la población entre 16 y 74 años la utiliza ya—, pero ello no justifica la desaparición de la atención presencial. Millones de personas, especialmente mayores y residentes en áreas rurales, quedan descolgadas de un sistema pensado para jóvenes urbanos y de alto nivel educativo. Es una fractura social que no puede ser ignorada.
Mientras tanto, hipotecas más caras y depósitos mal remunerados acrecientan la sensación de abuso. El compromiso social corporativo parece haber desaparecido de la agenda de los consejos de administración.
Frente a ello, hay responsabilidades compartidas. El Banco de España debería ser mucho más exigente con la calidad del servicio; los parlamentarios no pueden limitarse a discursos, sino que deben promover normas que obliguen a la banca a atender con dignidad a sus clientes; y la ciudadanía debe reclamar, como ya hacen colectivos de mayores, respeto en unos servicios que no son gratuitos, sino bien pagados mediante comisiones y tipos de interés.
La banca tiene derecho a beneficios, pero no a cualquier precio. Si no se equilibra la ecuación entre rentabilidad y servicio público, se consolidará un modelo financiero que margina a los más vulnerables y erosiona la confianza en las instituciones. No olvidemos que los bancos, cuando estuvieron al borde del colapso, fueron sostenidos por el esfuerzo colectivo. Hoy, más que nunca, deben demostrar que no sólo rinden cuentas a sus accionistas, sino también a la sociedad que contribuyó a evitar su quiebra.















13 septiembre, 2025
Gracias Sr. Gordo por su reflexión sobre la avaricia de los bancos, insaciable y con un desprecio absoluto hacia quienes les damos de comer. Está bien que ganen dinero pero es bochornoso que con lo que ganan quieran seguir deteriorando el servicio que dan. A mi pueblo se acerca una sucursal móvil. Mis vecinos, casi todos mayores, muestran sin impotencia ante el absurdo al que estamos llegando.
Por cierto, después de ver el esperpento del Cis de Tezanos de esta semana voy a copiar aquí su entrada sobre este indigno personaje que nos toma el pelo a todos los españoles, como usted muy bien explica, y que está ahí por la indignidad política de un indigno superior que creo no merece la pena ni nombrar.
https://www.acueducto2.com/instituto-demoscopico-o-maquinaria-de-propaganda/175563
13 septiembre, 2025
Excelente artículo. Le participo totalmente y me encanta su moderación. Enhorabuena!
14 septiembre, 2025
Peso exterior en los beneficios e impuestos fiscal en 2024 de los grandes bancos de España:
-% beneficios BAI que proceden del exterior;
– Santander: 70%
– BBVA: 75%
– Caixa: 10%
– Sabadell: 35 %
– Tipo efectivo del impuesto de sociedades:
– Santander: 78%
– BBVA: 30. %
– Caixa: 39%
– Sabadell: 30 %
– Gravamen extraordinario en millones de euros.
– Santander: 340
– BBVA: 285
– Caixa: 490
– Sabadell: 190
El cálculo de beneficio neto de lo dejo al lector, en función de las cifras de beneficio bruto que se apuntan para cada entidad al inicio de esta entrada.
13 septiembre, 2025
Ojalá este señor estuviera al cargo del PSOE segovianos..la actual dirección está defraudando a militantes y simpatizantes
15 septiembre, 2025
Ufff, creo que no se lo merecen
13 septiembre, 2025
Excelente artículo señor Gordo.
2 eurazos de comisión te cobra CaixaBank por cada atención en ventanilla. De vergüenza.
13 septiembre, 2025
Totalmente de acuerdo contigo Juan Luis.
Todo comenzo con las gasolineras, el dia que cobrandonos lo mismo, nos teniamos que echar nocotros la gasolina y s eliminaban el puesto de traajo. Que dias aquellos, que te rellenaban el deposito, te limpiaban el parabrisas y te cobraban en efectivo.
Lo de los bancos, es ya de aurora boreal. El Santander, ha dejado tres oficinas para toda Segovia, en lugares donde es imposible aparcar. Te obligan a hacer tu los tramites on line. te cobran comision por todo. Te dejan en la calle haciedo cola. 3 cajeros para toda la ciudad y de los pueblos ni hablemos. Para los empleados, cada dia mas putados.
La culpa la tenemos, como en casi todo los ciudadanos, que aguantamos todo como corderitos sin protestar. Recuerdo una ocasión en la central de Avda Acueducto. mas de 30 personas para el cajero, alguno mas en la calle. 1 persona en caja y 8 en las mesas solos. Subleve a la gente, nos sentamos cada uno en un despacho y agilizaron los tramites.
Por cierto, somo smuy tontos y yo el primero que siempre lo digo y nunca lo hago. CAJA VIVA, CAJA RURAL. La de Segovia, mantiene sus oficinas, te atienden a cualquier hora, ha llegado a salir una persona conmigo al cajero para ayudarme y seguimos manteniendo las cuentas en Bilbao, Santander o La Caixa. Ya esta bien. Mas que a las barricadas, había que decir. A la CAJA RURAL todos.
13 septiembre, 2025
Andrés ¿Los de Caja Rural te cobran comisión por atenderte en ventanilla? Por saberlo.
En CaixaBank (heredera entre otras de las oficinas de Caja Segovia) sí lo hacen y es una vergüenza.
14 septiembre, 2025
Haber si ahora añoramos los bancos paraestatales el exterior, industria etc…y descubrimos que la economía China con sus entidades bancarias publicas y privadas nos pasan por la derecha.
14 septiembre, 2025
Buen análisis de algo que atañe a todos. El negocio bancario se ha convertido en un oligopolio y funciona en la práctica como monopolio. Cierto que el banco de España debe poner límites y defender los intereses de la mayoría…
14 septiembre, 2025
Si, comparto la opinión de la mayoría de comentarios, un excelente artículo y muy ilustrativo. A ver qué podríamos hacer los ciudadanos contra estás imposiciones directas e indirectas que hacen los bancos contra los ciudadanos?
15 septiembre, 2025
En este artículo se refleja la verdadera vocación social. No se limita a ofrecer cifras de beneficios, sino que conecta esos datos con la experiencia cotidiana de quienes ven cómo se cierran oficinas y se reduce la atención presencial.
Gracias por destacar la sensibilidad con la que se visibiliza a los colectivos más afectados —personas mayores, habitantes de zonas rurales y quienes no dominan la banca digital— y el llamado a que las instituciones reguladoras actúen para equilibrar innovación tecnológica y servicio humano. Y también es de agradecer un texto que invita al debate, aporta contenido y recuerda que la rentabilidad no puede desligarse de la responsabilidad social.
17 septiembre, 2025
Suscribo todo lo antedicho en este artículo. Yo misma fui víctima de un ERE y por tanto lo hago con conocimiento de causa y la banca que yo viví no tiene nada que ver con la actual, desde luego.
Sin embargo, en honor a la verdad, conozco otro caso de una entidad bancaria establecida no hace mucho tiempo en nuestra ciudad en la que la atención que se presta al cliente es la tradicional; sin cita previa y realizada por empleados que atienden al cliente cómodamente sentado y dedicándole el tiempo y ayuda necesarias en cada caso. Se trata de Eurocaja Rural.