Se cumple este año el centenario de la publicación de Nuevas Canciones, el poemario que Antonio Machado escribió en 1924 durante su estancia en Segovia. Por este motivo, la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce ha preparado para el día 7 de septiembre, bajo el título “Hoy, es siempre todavía”, toda una serie de actos que servirán para recordar este hecho y promocionar la figura de Antonio Machado, su estancia en Segovia y la casa donde vivió durante todo ese tiempo.
Las actividades comenzarán por la mañana, en la sede de San Quirce, con una serie de ponencias sobre el poemario a cargo de Francisco Javier Blanco, María del Pilar Celma, José Manuel Lucía Megías y Juan Antonio del Barrio. Este pequeño congreso ha sido patrocinado por la concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Segovia.
En la jornada matutina también se presentará la edición facsímil del poemario que la Academia ha preparado para la ocasión, a la que se han añadido los poemas “segovianos” que Machado incluyó en sus otras obras. De esta manera quedan reunidos por primera vez en un único volumen los poemas relacionados con Segovia y su entorno y la obra poética que, en gran medida, escribió el poeta en nuestra ciudad. La edición ha corrido a cargo de la Librería Cervantes. Por la tarde tendrá lugar un paseo machadiano con los participantes en esta jornada dirigido por el académico de San Quirce, Juan Antonio del Barrio, y el recitado continuo del poemario en el patio del castaño de la Casa Museo del Poeta, acto que se trasladaría al aula de la Academia si hiciera mal tiempo. La lectura está abierta a la participación de voluntarios.
Entre Segovia y Baeza
Nuevas Canciones (1924) es el poemario machadiano que el poeta publicó viviendo en Segovia; de ahí su importancia para la ciudad. Escribió algunos de sus poemas todavía en sus últimos años de Baeza, de hecho, la evocación de la ciudad andaluza abre la obra. Se trata de un libro de madurez poética, sin los brillos modernistas del ciclo de Soledades, sin el pormenor descriptivo del paisaje de Campos de Castilla. Por esa aparente falta de personalidad propia, y siendo sombra de esos anteriores éxitos, el poemario pasó desapercibido para los lectores y fue considerado como un libro menor por la crítica.
Hacia tierra Baja
Rejas de hierro; rosas de grana. ¿A quién esperas, con esos ojos y esas ojeras, enjauladita como las fieras, tras de los hierros de tu ventana? Entre las rejas y los rosales, ¿sueñas amores de bandoleros galanteadores, fieros amores entre puñales? Rondar tu calle nunca verás ese que esperas; porque se fué toda la España de Merimée. Por esta calle -tú elegirás- pasa un notario que va al tresillo del boticario, y un usurero, a su rosario. También yo paso, viejo y tristón. Dentro del pecho llevo un león
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