Es un desastre sin precedentes. 211 muertos y el número de desaparecidos hace temer que la cifra irá en aumento. ¿Cómo es posible? Todo el litoral Mediterráneo está más que entrenado para estos episodios de gota fría. ¿Qué ha pasado? La primera cuestión es que esta no ha sido una DANA normal y por tanto lo normal no vale. Es más, cuando sales de lo normal, las rutinas “normales” a menudo van en contradirección.
Sabemos que ha habido una realimentación de tormentas que ha reventado todo el sistema fluvial de Requena a Chiva y el el Sur del alfoz de Valencia. Es decir, la cabecera de todo este sistema de torrenteras que cruza la Plana de Valencia. No han sido monzones localizados sino masivos. El agua ha llegado por tanto en mayor cantidad, desde más puntos desbordados, desde más lejos. Más cargada de energía, más fuerte, más rápida, más salvaje….
Si uno vive en la calle Torrent, Rambla, Ribera, topónimos que se repiten de Gerona a Málaga, tiene ya interiorizadas determinadas rutinas, especialmente en octubre. Como ir a por el coche a la que empiezan a asomar nubarrones para llevárselo a buen recaudo. A la zona alta. Como el tsunami vino de repente, como las alertas son demasiado generales y, a lo que parece, tardías, a miles de valencianos les pilló el cenit de la riada atascados en calles estrechas donde el personal se empleaba en lo habitual, resguardar el coche. Trampa mortal para miles . Al tiempo que el tapón de coches empantanaba el agua en los tramos bajos de las calles haciendo que el nivel subiera y subiera y el agua no encontrara las salidas habituales. Son esas murallas de chatarra que han señoreado los informativos de todo el mundo con su estela de devastación infraestructural.
Señala el Colegio Profesional de Geógrafos de Castilla y León en un comunicado ante el impacto de una DANA: “La sociedad no está acostumbrada a afrontar estas situaciones, nadie nos ha enseñado a cómo comportarnos para mitigar el impacto de este fenómeno en nuestras vidas, por ello es inconcebible que hubiera coches en carreteras o personas trabajando cuando debían estar en un lugar seguro”, escriben. Y advierten que hay que cambiar radicalmente el chip porque el calentamiento global, especialmente en el Mediterráneo, acarrea más energía y en consecuencia más virulencia en los fenómenos. “Necesitamos una ordenación del territorio que sea lógica, sin ocupar espacios de circulación de agua, así como en protocolos e inversión en formación a la ciudadanía”. Pues sí. Y añadiría sistemas de alerta más personalizados y proactivos que permitan protocolos de acción más eficientes.
Dejo para otro día la incalificable -otra vez- actitud de tantos políticos, y de tantos medios de comunicación amplificadores de sus chorradas. Más preocupados en ponerse de perfil frente a la tragedia y a cargar del grueso del asunto a la competencia que de la gestión del caos (en el caso de los medios de comunicación, de entrar en ese obsceno juego amplificando las maniobras de división y minimizando las de unión con fines meramente polemistas, cuando no sectarios). Lamentable e indignante. Aunque llueve sobre mojado, esta vez no hay pase y estamos todos obligados a exigirles algo más que relato. Deben analizar el qué pasó y ponerse a trabajar de verdad, planificando una política de prevención que haga del litoral un espacio seguro. Y menos chorradas en redes sociales. Ahorcar al primer político que se le ocurra decir “la culpa es del otro”. No se les paga por culpas o disculpas. Aunque no se le terminan de creer, se les paga para gestionar la realidad y no los estados de opinión.
Las sociedades aprenden en la dura escuela de la muerte. Así, sin medias tintas. De nada valen los aposterioris sino es para que la enseñanza no sea en vano. Ahora ya sabemos que nos va el pellejo en ello.
3 noviembre, 2024
Nos estamos cargando el planeta y todos somos responsables.
3 noviembre, 2024
Gotas frías en Levante siempre ha habido. Lo que hay que hacer es poner soluciones para minimizar daños en futuras ocasiones.
Ya está bien con la historia de que nos estamos cargando el planeta.
3 noviembre, 2024
Di que sí, 3 de Noviembre y la calefacción sin poner, todo normal.
3 noviembre, 2024
En 1957,en la anterior riada en Valencia no había cambio climático, ni coches casi.
3 noviembre, 2024
El caso es que alguna muerte se habría evitado ignorando el aviso.
Esos HOMBRES que fueron a sacar el coche del garaje porque iba a llover mucho.
Ya saben, sacar el coche del garaje porque se avecina un peligro es TAREA DE HOMBRES.
Escuela feminista…
4 noviembre, 2024
Enhorabuena por tu comentario, “Escuela”. Es sin duda uno de los comentarios más fuera de lugar y gañán que se pueden leer, mis felicitaciones, te has pasado el juego del cuñado y has ganado un chato en el bar y una caja de farias. Ante un desastre de tal magnitud y aquí barra libre a ver quien suelta la mayor barbaridad… qué sociedad más horrible!
6 noviembre, 2024
Eso es que lees poco mare mía de todos los santos y santas..la ministra de igualdad tuvo que borrar un twit en el que más o menos decía decía ” es nuestro momento para sacar provecho”…toma igualdad… O los de junts, que con la que ha caído y lo que queda por reconstruir y los muertos que hay, va y solo le preocupa que el marrón o Mazon o como se diga no haga declaraciones en catalán…hay muchos candidatos a llevarse el premio