Da exactamente igual, cuando cualquier lector lea este artículo de opinión, la derecha y la ultraderecha no aportan ninguna idea en positivo para la España social, para la inmensa mayoría de la ciudadanía, para la clase media y trabajadora. Su única base política e ideológica es la de expandir toneladas de odio, fango, mentiras o manipulaciones contra el gobierno de España, su presidente o el PSOE, para esconder que no tienen proyecto político y que los parámetros económicos son de los mejores de la historia y no tienen alternativa. Y sin olvidar que su modelo es que la ciudadanía pague una educación y sanidad privada, que viva en un piso a precio imposible, pensiones sin revalorizarse, adelgazar servicios públicos, con sueldos escasos, ya que siempre votan en contra de la subida del SMI, apuestan por los modelos privatizados de sanidad y educación, etc.
Cuando hace unos días celebramos el 41 Congreso Federal del PSOE, en la ciudad de Sevilla, donde debatimos propuestas de presente y futuro, para hacer mejor la vida para la ciudadanía, para seguir construyendo un país moderno, abierto, próspero, más justo e igualitario, comprobamos como el PP, que, desde febrero de 2017, no celebra un congreso ordinario, intenta dar lecciones de “corrupción”, ya que, de otras cuestiones, ni está ni se le espera. Me niego a contribuir a la estrategia de “Fakejóo” del barro, cuando hablamos del que se paseaba en yate con su amigo el narcotraficante o adjudicaba 1579 contratos menores a su hermana siendo presidente de la Xunta.
Los socialistas segovianos, hemos defendido propuestas y se han incorporado a las resoluciones congresuales, en reto demográfico, vivienda, agricultura, servicios públicos, igualdad, financiación autonómica y local, etc. Es decir, trabajamos con temas que son de interés para la inmensa mayoría de la ciudadanía.
El día 6 de diciembre, se ha celebrado el 46 aniversario de la Constitución española, el día que la sociedad española ratificó en referéndum el proyecto de Constitución que las Cortes Generales habían aprobado el 31 de octubre de 1978. Fue un momento histórico que marcó el inicio de nuestra convivencia bajo los principios de justicia, libertad, igualdad y pluralismo político.
Nuestra Carta Magna no es solo un documento histórico, sino una hoja de ruta para afrontar los desafíos del presente y del futuro. La revolución tecnológica, el cambio climático, las desigualdades sociales y la transparencia institucional son retos que debemos abordar con los principios democráticos que establece nuestra Constitución. Hace unos meses se modificó el artículo 49, para eliminar el término “disminuido” por “discapacitado”, que era hiriente, aunque la ultraderecha lo votó en contra sin rubor.
Apelo y alerto contra las agendas regresivas de algunas fuerzas políticas ultras que amenazan con desmantelar los consensos construidos durante estas cuatro décadas de democracia. Reivindico el debate del cambio del texto de la carta magna para su adaptación a los tiempos actuales. Es fundamental reforzar en el texto constitucional, para que no puedan destruirlo olas reaccionarias, derechos como el matrimonio igualitario, la interrupción voluntaria del embarazo, el acceso universal a la sanidad y a la educación pública, así como garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Además, debemos incluir en la Constitución el derecho a la seguridad climática y al agua potable, porque el futuro de las generaciones venideras depende de nuestra capacidad de preservar un planeta saludable y sostenible. También el derecho a la vivienda, merece un cambio en el texto.
La Constitución es una tarea de cada día. Es el esfuerzo por hacer realidad los derechos que consagra y por construir una sociedad más justa, respetuosa e inclusiva. Para los socialistas, sigue siendo el gran proyecto común de futuro que inspira nuestra acción política, frente a los que no la votaron en su referéndum, siempre recuerdo los artículos de opinión de Aznar desde Logroño contra el texto, y los que la utilizan en los discursos, pero no la cumplen cuando no les interesa, habiendo paralizado durante cinco años la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
El asunto del bloqueo del PP, con el traslado de menores presentes en los centros de acogida de inmigrantes de Canarias, es realmente vergonzoso e inhumano y deja a la luz, que el PP sigue el mandato de la ultraderecha y no es autónomo para tomar decisiones. Tomen nota.
Pero no quiero dejar de mencionar, que mientras Fernández Mañueco, deshoja la margarita del adelanto electoral, hasta el límite del 13 de febrero, y sigue sin registrar en las cortes de castilla y León, el proyecto de presupuestos para 2025, después que su estrategia de víctimas quedará al descubierto, ante la abstención de los procuradores socialistas en la aprobación del techo de gasto para los presupuestos de 2025.
Pero el marketing al que nos tienen acostumbrados, deja el descubierto cuestiones importantes, como que esta semana conocimos que, en la cuenta general de Castilla y León del ejercicio 2023, la financiación de la educación concertada aumentó al margen del presupuesto en 24M€ y la educación pública disminuyó en 17M€, sobre las previsiones iniciales. ¿Hacen falta más evidencias?
El laboratorio de “políticas retro”, que es la Comunidad de Madrid, muestra evidencias cada día, sin financiación las universidades públicas, mientras emergen varias privadas, dificultades en la sanidad pública, mientras crecen los seguros privados, y todo ello, ante pagos millonarios, para que parezca lo contrario en los pseudomedios de comunicación. Alerta roja con las cosas importantes.
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