El Big Mat Tabanera Rac Lobos comienza a rodar la temporada 2023/2024 en un año de ascenso y dispuesto a asegurar la categoría como objetivo principal. Iván Martínez, presidente del Lobos, afirma que “somos los novatos en la categoría” y el objetivo real “es la permanencia”, aunque siempre con la ilusión de intentar avanzar ante la liga que queda por delante.
La presentación del equipo, que ha contado también con Alfonso Sanz, entrenador del equipo, explica que aunque sea su segundo año con el equipo, son más de 18 años de dedicación a este deporte, y pone el foco en una posible segunda fase en donde “intentar seguir adelante gracias a los años de experiencia”.
La temporada del club comienza la semana que viene como locales, pero en Las Rozas contra Filo, que servirá para medir qué nivel cuentan los equipos y así medir fuerzas de cara a próximos enfrentamientos. Dado que la liga está configurada en Madrid, muchos equipos se niegan a disputar los encuentros en Segovia. Alfonso ha asegurado que “por lo menos intentarán jugar 8 de 10 en casa y evitar los desplazamientos”, pero es algo que indica “se tiene que ver semana a semana hablando con los equipos”.
En cuanto a las categorías inferiores, Germán, coordinador de la cantera, es positivo con lo previsto para este curso pues “contamos con medio centenar de jugadores” con “un número de chicas rondando el 20%”. Esto indica que “estamos haciendo las cosas bien”. Jesús Garrido, concejal de deportes del Ayuntamiento de Segovia, también estuvo presente durante la presentación y hace balance: “Aunque es un deporte minoritario, es un orgullo para Segovia, por los valores que transmitís y cómo os reinventáis. Esto para el Ayuntamiento es fundamental”.
Antonio, gerente de BigMat Tabanera, añade “es de los clubs con los que más a gusto estamos colaborando, totalmente dedicados a ello”. “Es un orgullo para Segovia”, asegura.
Patrimonio y deporte de la mano
Los responsables del club, durante rueda de prensa, aseguraron que se está tratando un torneo para el mes de abril o mayo en el que cultura y deporte estarían unidos de la mano. El evento consistiría en invitar a las ciudades patrimonio de la humanidad, que curiosamente cuentan todos con equipo de rugby, y hacer un torneo conjunto donde los dos factores confluyan.
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