Se han cumplido 50 años desde la muerte del dictador, Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975, que consiguió abrir el periodo con mayores cotas de prosperidad, avance y libertad de nuestra historia como país y para la ciudadanía. Los datos lo atestiguan pasamos de la oscura dictadura en “blanco y negro” a un color intenso en democracia, aunque queden matices para esa tabla de colores.
La llegada de la democracia, después de la transición ha supuesto asentar la libertad y el estado del bienestar, que la clase media y trabajadora pueda mejorar sus condiciones de vida. Sólo observar el aumento exponencial de la esperanza de vida, la calidad de nuestra sanidad o educación, el número de empleos y sus retribuciones, la igualdad que sin ser completa, ha conseguido aumentar el empleo para las mujeres y asentar derechos que ahora parecen asentados desde siempre. Pero conviene recordar, que las mujeres no podían abrir una cuenta bancaria, viajar o acceder a un empleo sin permiso del marido, que tenían que soportar estigmas sociales, violencias machistas o “condenas” a ser sólo amas de casa.
Sin duda la ultraderecha intenta reescribir la historia, para aparentar que no era tan mala la dictadura. No se puede permitir ese blanqueamiento, la realidad es que no existía libertad ni para opinar, tres millones de españoles tuvieron que emigrar para poder tener empleo, se utilizó el exilio para evitar entrar en la cárcel por defender ideas contrarias al franquismo, las viviendas que se construían en casi todos los casos, eran poco habitables, los salarios eran bajos y los empleos de poca calidad, la educación superior, sólo era posible para las familias con capacidad económica, y la sanidad obligaba a pagar una iguala (cuota económica) a las familias para ser atendidas en la atención primaria. El coche no era accesible para todos los bolsillos, en fin, podría seguir, pero el resumen es que era infinitamente peor que la situación que ahora disfrutamos, aunque siempre sea necesario seguir mejorando.
Desde luego, siempre es necesario en la memoria democrática, reivindicar la verdad, la justicia y la reparación. Mientras tengamos españoles en cunetas, no puede existir una verdadera reparación. 50 años después es necesario reivindicarlo de nuevo.
Pero lo ocurrido el viernes en las puertas de la sede del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid, donde en una concentración de Falange gritaban: “Pedro Sánchez, tiro en la nuca” y otras barbaridades parecidas, sin que exista ninguna reacción de condena por parte de Núñez Feijóo y el PP, hace una vez más, analizar que es lo que piensa la derecha en nuestro país, ante este deterioro de la convivencia democrática y su actitud permisiva. Se arrepentirán sin duda.
Pero si alguna noticia ha sacudido fuerte en la línea de flotación ciudadana, ha sido el anuncio del Tribunal Supremo que va a condenar al Fiscal General del Estado, eso sí, sin sentencia redactada, sin unanimidad de los magistrados, y el día 20 de noviembre ¿curiosa coincidencia verdad?, por una nota de prensa que aclaraba la verdad en el caso del novio de la Sra. Ayuso, después de que ya era pública la información en varios medios, que fue él quien pidió un acuerdo con la Fiscalía y no al revés. Pero sobre todo sabiendo que el propio Tribunal Supremo rechazó en 2014 una querella contra el ministro de Defensa Morenés (PP), por emitir una nota de prensa que podría ser constitutiva de revelación de secretos, con el argumento de que “ningún secreto se desvela, cuando ya esta publicado en la prensa”. La pregunta es ¿y cuál es la diferencia?, pues parece evidente sólo aplicando la lógica. Se acuerdan cuando el PP se vanagloriaba de controlar la sala segunda del Tribunal Supremo, pues es claro su sentido. Además, viendo las imágenes de como uno de los magistrados en el juicio por la Gürtel no sabía quién era M. Rajoy o en el interrogatorio, cortaba a los abogados en sus preguntas al expresidente, deja profundas oscuridades en la diferencia de actitud.
Las sentencias judiciales se acatan, pero ésta en particular, no es compartida por una importante parte de la ciudadanía, colectivos judiciales, fuerzas políticas, etc. que han escuchado como varios periodistas declararon en el juicio que conocían la información publicada en la nota de prensa días antes y que esa información era conocida internamente en los juzgados por cientos de personas. Leía estos días opiniones de reputados juristas, que sin tapujos hablaban de “oscuridad” y que la diana es el gobierno y el propio presidente Sánchez. Y claro, intentarán que sea la sentencia que consiga salvar a un defraudador confeso, como el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que se lo llevó crudo para comprarse un piso, donde conviven ambos.
En el ámbito autonómico, conviene destacar que Fdez. Mañueco, sigue apareciendo sólo en lugares sin preguntas de los medios, después del verano en el que se ha demostrado lo poco que la importa la comunidad al permanecer de vacaciones cuando se quemaba y que su falta de trabajo repercute de forma negativa en la marcha de nuestra tierra. Su grado de soberbia es importante, no tiene cintura en la negociación, poca ambición, sólo le gusta la imposición y en los presupuestos para 2026 se ha certificado. Fdez. Mañueco sólo ha aprobado tres presupuestos generales en su mandato, prorrogando cinco ejercicios las cuentas. Que falta hace un cambio, después de 38 años de gobierno del PP en la Junta y Carlos Martinez esta preparado.
Y otro ejemplo de oscuridad hemos presenciado en el ayuntamiento de Segovia. La verdad es que el alcalde Mazarías, pasará a la historia, como el alcalde del “lío semanal”. En esta ocasión, hemos sabido que recibió en el mes de agosto una comunicación de la Consejería de Industria de la Junta, para que aprobará en pleno la aportación municipal al Plan territorial de fomento de la industria, de dos millones de euros, pero no movió ni un dedo. La portavoz socialista, Clara Martín, le advirtió en el mes de octubre el asunto, pero tampoco hizo nada y ha tenido que ser de nuevo la junta, quien le recriminara la urgencia de la aprobación en pleno, por un interés electoralista, ya que o lo hacen ahora o después no podrán vender el plan, si entramos en periodo electoral. Se tuvo que convocar un pleno extraordinario, para dejar la desidia en evidencia, pero los socialistas actuamos con responsabilidad, permitiendo su tramitación, aunque tenemos serias dudas con esas promesas.















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