No quiero frivolizar, pero tuve una sensación parecida leyendo la carta del Presidente a la que sentí viendo la película de Eastwood. Emoción por el guion, pero extrañeza por la trayectoria del protagonista. Relato y relator no me abrochaban desabrochando sus sentimientos. Y, sin embargo, sé que el dolor y el amor de Sánchez era tan real como el de Clint, pero me costaba no acordarme de que eran los mismos que ayer retaban al adversario diciendo “alégrame el día”, y hoy pedían unos tristes días libres.
El presidente y el actor habían demostrado tanta frialdad y determinación en sus objetivos que daba pudor ver el “sincericidio” de sus debilidades y sus heridas. Era como ver al caballo de John Wayne llegando solo al establo, a Cándido cortando tofu o a Bond llamando a la grúa con un chalequito en el arcén porque se le había perlado la bujía del Aston Martin. De repente, se habían convertido en Zapatero y Tom Hanks.
Creo que es muy necesario hablar del tabú del impacto personal de las actividades públicas (y de las aventuras maduras que nunca acaban bien) porque deterioran el perfil de los servidores públicos. Mucha vocación hay que tener para aguantar que insulten a tu cónyuge en las redes o a tu hija en el cole. Por otro lado, me parece oportuno que Sánchez rompa con la idea fijada de que es un robot incapaz de sentir otra emoción que no sea la del asiento propio. Todas las especulaciones sobre la condición humana valen menos que una sola mirada a un hombre desnudo. Por último, es muy cierto, hay una parte de la derecha que no ha reconocido nunca la legitimidad de este Gobierno y que ha hecho lo posible por torpedear cualquier iniciativa, no programática, que es legítimo, sino constitucional, esperando que este socialismo pase como un catarro al que te enfrentas sin tratamiento ni cambio de malos hábitos.
Pero para que la reflexión fuera útil y global faltaban, más allá de la seguridad que da ver la debilidad de los fuertes, algunas cosas:
La ocasión. Una denuncia que parecía redactada, no ya por unos estudiantes de primero de derecho, sino de filología mongólica, sin sentido y sin recorrido jurídico, llena de odio y de prejuicios hacia una profesional comprometida. La elección de ir a la guerra por amor parecía excesivamente personalista, precipitada y espectacular, y es ahí donde lo bueno y lo malo se confunden con el bueno y el malo.
El Partido. Faltó que el Secretario General hubiera convocado a su ejecutiva para dimensionar las repercusiones políticas de sus reflexiones personales. El respeto a su esfera personal es compatible con controlar los daños políticos. El PSOE no es su peso pesado, es su poso del paso del progreso.
La autocrítica. Por supuesto, una reflexión sincera sobre la regeneración y la deriva política general debe incluir a los socialistas, que también cometen excesos. La crítica empieza en la frente propia y la sospecha en el de enfrente. No hace falta irse lejos. Anteayer, en Salamanca, Escuela de Gobierno, el ministro Oscar Puente decía que en las redes hay que estar y jugar fuerte y de paso deslizaba que el Presidente Milei ingería sustancias. El argentino, de patilla larga y mecha corta, respondió a la hora que mejor aclaren lo de la mujer del Presidente. Esto, más que fango, es tango, el de Alberto Marino que decía: me hizo pasar vergüenza, que es la herencia que mi vieja me dejó. Ella deber rodar cual las piedras. Venganza para poder descansar. Hubiera estado bien un paquete de medidas de regeneración democrática propuesto a todos los partidos, para empezar, sacando las alusiones personales.
Pero lo más delicado, me parece, es cortar con los medios y los jueces. Así, con trazos y trozos gordos, en plan Daniel Sancho. El progreso contiene la ilusión del dominio, de pensar que el avance continuo acaba con el control de la sociedad y de nosotros mismos. Los medios y los jueces solo pueden ser enteramente libres. No se puede ser medio libre igual que no se puede ser medio demócrata. Y las opiniones son libres, aunque sean despreciables. Y lo que es bulo o insidia, que lo denuncie el afectado y que lo decida un juez. Conviene dirigirse a los ciudadanos en su mejor versión, como si todos fueran jueces o periodistas, como si se creyera en este país, que es la mejor manera de que el país crea al dirigente. Algo ha cambiado. Hace dos meses era el Gobierno el que presumía del Estado de Derecho pleno y hoy es la oposición quien reclama la fortaleza de nuestras instituciones. Ser oposición es tan tentador como ser infiel, excitante, desgastante e inútil. Decía el gran Paul Auster que una historia solo es útil cuando encajan narrativa y narrador y cuando nos ayudan a organizar el caos de nuestras vidas.
Al final, tenía que volar un puente. De los pocos que quedan uniendo los muros. Feliz día de la madre. Sin faltar.
5 mayo, 2024
El dictador ha dicho que va a acabar con los medios libres y con cualquier juez que no sea del Psoe. Veremos pronto a alguno de ellos encarcelado o exiliado por el sátrapapor por no tener el carnet del Psoe? Eso es un autogolpe de Estado. Que dinamita la concordia y el régimen democrático de 1978. Esos son los puentes que destruye el tirano para levantar su muro de odio entre españoles. Y todo porque su ansia de poder, de enchufar a amigos y familiares, y miseria moral, no conoce límites.
5 mayo, 2024
Que sabrás tú de dictaduras y dictadores. Es penoso cuando se junta la ignorancia con el atrevimiento
5 mayo, 2024
Por lo que se ve no tienes ni pajolera idea de lo que es una Democracia. Eres más ignorante y atrevido que Oscar Puente.
5 mayo, 2024
Pues tú no tienes ni idea de lo que es democracia no dictadura. Dictadura fué embarcarnos en una guerra inventada por Aznar, cuyas consecuencias pagaremos de por vida, o a ver si te crees que se puede ir matando gente por el mundo sin acarrear consecuencias…
5 mayo, 2024
Vaya bobada. Dictador Sánchez rindiéndose a Hamás, Marruecos e Irán no va a tener atentados islamistas. Ja, ja, ja. Sólo le ha funcionado con Eta, que ahora gobierna España. Señor siervo del dictador Sánchez.
5 mayo, 2024
A mi me pareció más bien Anthony Hopkins en El Silencio de los Corderos, alguien capaz de comer carne cruda de sus adversarios y de Emiliano García Page.
5 mayo, 2024
Hace tiempo aprendí a ver desde arriba y en la charca a ras de suelo chapoteaban ranas rojas y sapos azules, todos en busca de su trozo vital, su supervivencia futura y presente, su “modus vivendi”.Entre ellos no se reconocían pero eran todos batracios enfrentados sin sentido ,sin decoro ;enfangados en su hedor de aguas nauseabundas y siempre anhelando notoriedad y futuro prospero, pero el futuro en ese estado de aguas estancadas y corruptas es tan frágil, como el poco tiempo que les auguro; efímero, como su soberbia, falsedad, ambición y ruindad.
MEMENTO MORI.
5 mayo, 2024
Buen comentario.