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Soñando Segovia: Santa Columba y el Acueducto

Nos anuncian nuestro alcalde José Mazarías y su equipo de gobierno municipal, que se van a licitar las obras del flamante ‘Centro de Interpretación del Acueducto’ en una parcela situada en la Plaza Oriental, hoy parada de taxis.

El proyecto, que no hemos visto pero se enuncia pomposamente como parte del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino ‘Segovia Fluye’ -que mira que hay que ser cursi fluido para poner esos nombrecicos-, consistirá en excavar un buen hueco en una parcela de 1.365m², situada al término de la calle Gascos, entre la Plaza Oriental y la calle de Santo Domingo de Guzmán. Rellenando luego ese gran hueco con un edificio de 2.700 metros cuadrados divididos en varias plantas, de las cuales solo una estará sobre la rasante de la Plaza Oriental, y el resto soterrado.

Esta iniciativa está presupuestada en 5’4 millones de euros, de los que solo 2’4 millones proceden de la Unión Europea a través de los fondos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (otra cursilería de nuestros cursis polítiquillos). Pero, como ocurre con toda obra pública que se precie, ya sabemos que tal cuantía aumentará notablemente, y ese aumento ya solo será a costa de los impuestos que pagamos los segovianos.

Por cierto, en julio de 2023 mi grupo municipal VOX Segovia votó a favor de modificar el plan urbanístico para poder llevar adelante esta obra, pero se nos habló de una cuantía de 3’5 millones. Que en diciembre de 2024 ya habían subido a 4’4 millones, y ahora se nos dice que serán 5’4 millones. En fin.

Pensando en la ubicación (un poco a trasmano); en sus características (que no parecen las mejores, toda vez que va a ser un edificio literalmente ‘enterrado’, con tres plantas bajo la rasante de la Plaza Oriental); y en su elevado coste (5’4 millones de euros, que como siempre pasa irán a más), se me ocurre pensar en alguna alternativa.

Y la más obvia es la de reconstruir la desaparecida iglesia de Santa Columba, una de las más ‘segovianas’ de todos los tiempos, puesto que era consustancial al entorno del Azoguejo, que es sin duda uno de los puntos cruciales de nuestra historia urbana: la ‘bisagra’ que conectaba y conecta la ciudad amurallada, gubernativa y señorial, con el Arrabal Mayor fabril y rural de los barrios populares del arco de San Salvador, Santa Eulalia y San Millán.

La primitiva iglesia de Santa Columba, de traza románica, era una iglesita de una sola nave con capillas laterales, tres ábsides una airosa torre y un atrio, todo elevado sobre un gran zócalo de piedra cuyo frente ocupaba la gran fuente que aún se conserva. Se situaba, pues, sobre la terraza del actual edificio del centro de recepción de visitantes.

Era una iglesia rica, sobre todo porque albergaba la Capilla del Deán, sobre la que tengo escritas algunas páginas. Esa llamada Capilla del Deán o de la Santa Madre de Dios, establecida en 1483 por Juan López de Segovia, deán del cabildo de la Santa Iglesia Catedral y protonotario apostólico, vástago de linaje converso y culto personaje que vivió muchos años exiliado en Roma, como su obispo don Juan Arias Dávila. Estaba riquísimamente adornada y alhajada: ocupaba su testero, en el ábside mayor, un retablo plateresco de principios del siglo XVI, con cinco cuerpos en cuyos relieves escultóricos se representaban escenas de la vida de Cristo -nueve de ellos se conservan en el Museo de Segovia-; en el centro, un gran medallón mostraba la efigie de la titular Santa Columba; y ante el retablo seis candeleros de plata. En los muros, los escudos de armas del fundador, y diez cuadros de buena pintura con sus marcos dorados. Sobre las cornisas, las imágenes de San Pedro y San Pablo. El piso estaba cubierto de alfombras de Cuenca y reclinatorios tapizados en terciopelo rojo. Las obras de fray Luis de Granada, encuadernadas con guarniciones de plata, servían para las lecturas de los que hacían la vela del Santísimo. Durante la Semana Santa, unas grandes sargas pintadas en grisalla cubrían el retablo. En el centro, las tumbas del deán fundador y las de sus padres y familiares. Varias lámparas ricas de plata iluminaban la capilla. Dotada con buenas rentas, contribuía al sostenimiento de la fábrica del templo. Pero, sobre todo, la fundación piadosa sostenía una gran capilla musical compuesta por un maestro cantor, un sochantre, dos tiples, dos contraltos, dos tenores, dos contrabajos y un bajo, seis niños cantores y un organista. Esa capilla musical, una de las únicas dos que tuvo nuestra ciudad, forma parte de la historia musical segoviana.

La colación parroquial, que comprendía el Azoguejo, una parte de la calle Real, y parte de las calles de San Juan, de San Francisco, del Angelete y de Santa Lucía, estaba integrada entonces sobre todo por ricos mercaderes y fabricantes de paños, pañeros, plateros y comerciantes, y sus familias. Unas 150 casas y unas quinientas personas. Gentes en general de buena posición, lo que explica que las joyas y ornamentos de Santa Columba se considerasen desde antiguo ser los mejores y más ricos de toda la ciudad.

Arruinada la iglesia en 1818, se derruyó en buena parte para levantarla al estilo neoclásico en 1825, pero esta obra nunca pudo rematarse por falta de dineros. Finalmente, todo se derribó en 1930, ocupando su lugar ese edificio actual que durante tantos años vimos ocupado por el café ‘Columba’, el Banco Castellano, y el establecimiento comercial de Martín, que primero vendió coches, motos y máquinas de coser, y últimamente electrodomésticos.

De la vieja iglesia de Santa Columba conservamos numerosos grabados y fotografías, e incluso un resto de una de sus capillas. Quiero decir, que contamos con la suficiente documentación como para acometer con garantías de éxito la reconstrucción de aquel edificio, al menos en sus aspectos exteriores.

El derribo del edificio actual que sirve para la recepción de los turistas, no ofrece problemas técnicos ni tampoco estéticos -no tiene valor artístico alguno-, y sí algunas ventajas, toda vez que sus techumbres y sus muros traseros no dejan de presentar problemas graves de humedades. Y la fuente monumental que siempre estuvo en lo que hoy es esa fachada, y que hoy se oculta al fondo de la terraza, volvería a hacer frente a los soportales de la plazuela.

¿Sería útil, pues, reedificar ‘a fundamenta’ el desaparecido templo? Yo creo que sí, aunque por supuesto no como tal templo, que Segovia ya tiene suficientes espacios de culto. Pero sí como un excepcional espacio multiusos, que sobre todo sirviese como Centro de Interpretación del Acueducto, que así tendría mucho mejor lugar que el ‘mausoleo’ que se proyecta soterrar en un esquinazo de la Plaza Oriental. Y, por otra parte, el pintoresco y espectacular entorno del Azoguejo se embellecería aún más, recuperando el aspecto que tuvo durante ochocientos largos años.

No soy capaz de evaluar, en términos económicos, lo que costaría alzar de nuevo ese edificio. Pero sí que sé, porque está cuantificado y publicado, es que el ‘zulo’ que José Mazarías y su equipo de gobierno -siguiendo como siempre los pasos socialistas-, quieren excavar bajo la Plaza Oriental, nos va a costar a los segovianos por lo menos tres millones y medio de euros -que serán más, seguro-. Sumando la ayuda europea, en total serán seis millones de euros, que son muchos millones de euros, y quizá dieran de sí para llevar a la realidad este sueño segoviano de levantar Santa Columba de nuevo.

Porque nuestra ciudad ha perdido buena parte de sus iglesias, conventos y monumentos durante los dos últimos siglos, pero nunca es tarde para recuperar algún recuerdo de ellos, que a la vez que adornen nuestro caserío y enriquezcan nuestro acerbo artístico, sean útiles al Concejo y a los vecinos.

Grabado de Santa Columba por Brambilla. Arriba, recreación belenística.

Author: Alfonso Ceballos-Escalera y Gila

Doctor en Derecho e Historia. Concejal de Vox en el Ayuntamiento de Segovia.

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10 Comments

  1. ¿Y si en lugar de proponer ideas ridículas de construir iglesias no pone de su parte para evitar que las actuales congregaciones religiosas se vayan a otras ciudades?

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    • Lo que nos faltaba, otra iglesia. Eso sí que es tirar el dinero de los segovianos. Hay que mantener el patrimonio que tenemos, que es magnífico, no crear una abominación de iglesia nueva. Con mis impuestos no, y en mi espacio público tampoco

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  2. Y usted es parte del equipo que toma las decisiones sobre en qué invertir el dinero de los contribuyentes?
    Quieres decir que cada trimestre yo pago una pasta de impuestos para que usted se le vaya la pinza y proponga gastarlo en jilipolleces?
    Me da la sensación que nunca ha tenido una empresa y ha sudado para que casi todos los beneficios se los lleve hacienda… para que políticos de 3a propongan quemar el dinero en estupideces de este estilo.

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  3. Ni lo que propone el PP ni lo que propone el autor del artículo.

    No nos sobra el dinero para cosas innecesarias.

    No hace falta construir ningún centro de interpretación del acueducto y menos aún si le tapa parcialmente.

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    • Me temo que la decisión del Centro de Interpretación del Acueducto fue del equipo del PSOE del ayuntamiento anterior para el que pidió subvención a Europa. Como no se haga ahora, habría que pagar un dineral de la leche por rechazar la subvención. Patata caliente.

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  4. Eso,eso en lugar de realizar trabajos de asfaltado y poner mejor las baldosas y adoquines para poder pasear y circular mejor.¿por cierto? es cosa mía ¿no creen ustedes que hay muchos locales vacíos por donde pasean los visitantes y/o turistas?.Seguro que no tiene que ver con los impuestos,da pena mucha pena.

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  5. Centro de interpretación del acueducto, CIA así Maza ya tiene su Araguetada particular cómo lo fue el CAT.

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  6. Creo que el patrimonio debe cuidarse y no ser parte de luchas política. Es parte esencial de la identidad

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  7. Entendiendo que los fondos europeos se conceden siempre con una finalidad específica, lo cierto es que las sucesivas corporaciones suelen embarcarse en obras faraónicas en muchas ocasiones inútiles y que suelen exceder con mucho las cifras presupuestadas.

    Sin embargo nuestra ciudad deja mucho que desear en materia de accesibilidad incluso en zonas muy céntricas y transitadas. En mi opinión eso sí debería ser una prioridad preferente de gasto teniendo en cuenta el envejecimiento de nuestra poblacioon.

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  8. Dejando a un lado la política, estoy totalmente de acuerdo con la propuesta de este señor.

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