Posted By Redacción on 24, Sep, 2019

Oficialmente, desde 2019 y en todo el territorio español hay una epidemia de paperas (paratoditis). En las últimas semanas, en Segovia se han registado 15 casos, 10 en la capital, 2 en Turégano y también en Aguilafuente, Carbonero y Cantalejo, lo que ha suscitado cierta alarma. En estos últimos casos se trataba de hombres de entre 16 a 41 años, ninguno de los cuales ha precisado atención especializada u hospitalaria.

Durante el primer cuatrimestre del año se consignaban menos de 20 casos en la provincia, según se informa en el portal de Sanidad de la Junta y con datos relativos a las primeras 14 semanas del año, con 260 casos en la región, la mitad en la provincia de Salamanca. A mediados de septiembre, la cifra se había incrementado a 832 casos en Castilla y León y 55 en Segovia. Entre infectados por la epidemia y brotes aislados sin vinculación la consejería estima que hasta la fecha se han declarado 77 pacientes de paperas en lo que va de año en la provincia.

Estamos ante una enfermedad benigna aunque molesta que en la gran mayoría de los casos se resuelve con una recuperación completa y sin secuelas. Solo de manera muy excepcional puede aparejar esterilidad entre los hombres, y como muchas infecciones de origen vírico, puede derivar en una meningitis, especialmente al inicio del cuadro sintomatológico,  caracterizado por vómitos, dolor de cabeza intenso y rigidez de nuca. Por sus consecuencias en el feto, se aconseja a las mujeres que han padecido las paperas no quedarse embarazadas hasta pasadas cuatro semanas de la recuperación.

Las paperas son la inflamación a causa de un virus de las glándulas salivares. Estas glándulas están en ambas mejillas, de ahí que al inflamarse el enfermo presenta una hinchazón en la cara, muy característica. Los síntomas suelen aparecer a la semana de producido el contagio, que a su vez se produce -habitualmente- por contacto con la saliva de algún infectado. Al ser altamente contagiosa es una enfermedad de declaración obligatoria.

Epicentro en Salamanca

Antiguamente las paperas se consideraban una enfermedad leve y muy común especialmente entre población infantil (el afectado suele quedar inmunizado de por vida), hasta que en los años 80 se extendió la vacuna “triple vírica“, que dejó bajo mínimos el porcentaje de afectación entre la población española.

¿Por qué repunta ahora? Pues según la literatura médica por una convergencia de causas. La triple vírica es menos efectiva con las paperas (con un porcentaje de inmunización de entre el 80 y el 90 de los vacunados), que en las otras dos infecciones combatidas por la vacuna (sarampión y rubeola, con eficacia superior al 95%). Pero es que resulta que los lotes de vacunación de los años 85-88 y 98-98 tenían un grado de eficacia por debajo de lo previsto. Esto en confluencia con factores ambientales puede explicar la concentración de enfermos en la franja de población de entre 16 y 41 años.

Es gente joven, pero no niños, y que ha pegado especialmente en aquellas ciudades donde hay más concentración de jóvenes. En el caso de Castilla y León, y según los datos de Sanidad, hasta el mes de abril, de 270 notificaciones de paperas 160 se correspondían a la provincia de Salamanca y unas 40 en Valladolid, que es en las provincias donde empezó a registrarse unos porcentajes de infección notablemente superiores a las medias de otros años.

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