Los segovianos hemos tenido muchas oportunidades de ver al Rey Juan Carlos I de cerca en cualquiera de las visitas, institucionales o particulares, que realiza a esta tierra desde antes incluso de ser proclamado, en 1975, aunque su primera visita como monarca se produjo en 1976, dentro de aquella alocada gira que la pareja real realizó para visitar todas y cada una de las capitales de provincia del país.
Dos fechas requieren una mención especial cuando se piensa en la relación del monarca con Segovia. La primera, sin duda, aquella que tuvo lugar en enero de 1.969, cuando un salón del Mesón de Cándido propició el encuentro y la primera charla “política” entre el entonces príncipe y el entonces gobernador civil, Adolfo Suárez, convertidos años después en el Rey y el primer presidente de la democracia. Ese encuentro ha forjado la frase de que “la transición comenzó en Segovia”.
Otra visita institucional de trascendencia tuvo lugar muchos años después, el 25 de marzo de 1998, cuando, junto a la Reina Sofía inauguró el Consistorio de la capital tras las obras de reforma integral realizadas bajo mandato de Ramón Escobar.
Ese día, Sus Majestades disfrutaron de un auténtico baño de multitudes en la Plaza Mayor y en el camino hasta la Alhóndiga, donde el Rey recibió la Medalla de Honor de la Fundación Don Juan de Borbón y conocieron el Archivo Municipal. No obstante, los presentes relatan que en la puerta del Ayuntamiento, Don Juan Carlos pidió el coche para desplazarse hasta La Alhóndiga, aunque cambió de parecer cuando la Reina le dijo mientras cogía su brazo: “Juan, que está aquí al lado. Vamos andando”.
Curiosamente, la primera imagen fotográfica del joven príncipe Juan Carlos en Segovia se puede encontrar en un restaurante, el de Cándido. Data de 1955 y en ella aparece acompañado por su tutor, mientras que la última imagen del Rey en Segovia se encuentra en otro restaurante, este el de José María, captada el pasado 15 de mayo en el Alcázar con la plantilla de camareros, después de presidir los actos del 250 aniversario de la Academia de Artillería de Segovia.
El Rey presidió ese día un acto con parada militar en la Plaza de la Reina Victoria Eugenia y entregó la medalla de Oro del Alcázar a la Academia, en el que ha sido el último acto oficial del Rey en Castilla y León.
Es cierto, el Alcázar y la plaza de la Reina Victoria Eugenia enmarcan buena parte de las visitas oficiales del Rey. En la fortaleza recibió en 1995 la Medalla de Oro del Alcázar y presidió la entrega del Premio Daoíz al Teniente General Rodríguez Cerdido en 2008, además de multitud de paradas militares a lo largo de los años.
Pero al Rey también se le ha visto en la Catedral —en 2003, en la inauguración de la exposición Las Edades del Hombre— o en los Palacios Reales de Segovia. Por ejemplo, para las reuniones anuales del Patronato del Premio Cervantes, en Riofrío y en La Granja, donde también inauguró su parador en 2006.
Por supuesto, en la provincia se pueden encontrar instantáneas de visitas más o menos fugaces tomadas en restaurantes o posadas, también en la práctica de la caza, uno de sus deportes favoritos, por ejemplo, en Sacramenia. La Granja, Marugán, Torrecaballeros, Sepúlveda o Pedraza son algunos de esos pueblos.
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