Un silencio embarazoso, deudas clamorosas y algunas explosiones

Posted By Justo Verdugo on 1, Ago, 2016

La gráfica del trabajo de los corporativos en las administraciones locales tiene forma de curva que entra en valle durante al menos dos semanas del inicio de cada mes para hacer pico en la recta final del mes cuando el personal se pone en la tarea de “vender” sus productos —en este negocio se llaman dictámenes y mociones— para el pleno. Y luego, el frenazo… Y así vamos, como si sobrara una quincena de cada mes.

Hombre, lo cierto es que deben acabar agotados. Mire en la Diputación, donde un socialista, San Macario, pide que se recuerde en silencio a Víctor Barrio y al Gallo y consigue que tres compañeros de grupo, Serna y otros dos, se desmarquen del homenaje. Parece que todo era cuestión de demostrarse entre ellos quién es el que manda en el grupo y quién no, que debe ser que no lo tienen bien hablado. Lo que se dice hacer las cosas al estilo patio de colegio, ya le digo.

En el Ayuntamiento el blanco era el concejal de Urbanismo, Reguera, al que le exigieron que permita auditar su departamento y también la alcaldesa, Luquero, a la que el de Centrados en Segovia, Aranguren, llegó a pedir que dimitiera por el porrón de pagos que se amontonan por gestiones urbanísticas mal hechas, según los tribunales. ¿33 millones es suficiente para pedir a una regidora que se marche? Pues depende, que ella pone cara de gatito de esos de los memes mientras dice refiriéndose a su Gobierno que “trabajamos con buena voluntad” y claro, así no hay quien critique, puñetas.

Bueno, del mismo pleno me queda claro que en poco tiempo podremos tener nuevas grandes superficies comerciales, que debe ser el descubrimiento de futuro más rabioso, aunque existan hace décadas por todas partes; y que los polígonos serán menos industriales y más comerciales. La teoría del concejal es que así bajará el precio de alquiler —astronómico— que tienen ahora los locales comerciales en el centro, pero como esto es Segovia, digo yo que lo que pasará es que subirán hasta precios astronómicos los alquileres en los polígonos… Ya veremos.

Más eventos. ¡Ah, si! La pasarela de vanidades de las obras de la Universidad. Espere que me acuerde qué hacían esta vez… Ya. Era la puesta de la primera piedra de las obras (hay medio millar de primeras piedras en aquel solar) de la segunda fase del Campus, esa que tenía que estar hecha hace años y allí va cada uno a vender su gran papel: los de la Universidad, que esto nos lo hemos currado y qué bien lo hemos hecho; los de la Junta, que nosotros ponemos mucha pasta y además “dejamos” que se haga; y Clara Luquero, pues que somos muy generosos porque los terrenos eran municipales antes de cederlos para esto y lo mismo hoy valdrían tropecientos millones… ¡Medallas para todos! Y eso que mire, la pasta y los terrenos, resulta que son suyos y míos.

No es de todos, exactamente, pero la Semana Santa segoviana convoca a miles de personas, de aquí y de fuera y la Junta de cofradías anda peleando para que se reconozca su Interés Turístico Nacional, que ya nos toca, que en la comunidad ya tienen este carácter todas las capitales y varios pueblos salvo, claro, Segovia y Soria. Otra en la que vamos los últimos. ¡Carape, ya me cansa el papelito!

Donde no vamos a ser los últimos es en la prueba de maratón de la Olimpiada de Río de Janeiro, que allí va a estar nuestro Javi Guerra y no sé por qué, tengo un pálpito… El atleta va a contar sus vivencias a diario por internet a la vez que recomienda un vino sin alcohol, que también hay que mirar la cuenta de resultados. Pues pienso seguirle. (Por internet, digo, que corriendo, ni en broma).

No corren, ni salta, ni nada, los caballos en el Centro Hípico desde que la Junta decidió sacar a concurso su explotación. La Federación Hípica, que hasta ahora hacía ese papel dice que sin el cuarto de millón que le daban cada año desde el Gobierno regional eso no es viable así qué, que se busquen a otro. A ver cómo acaba esto y volvemos a ver un caballo en aquellas carísimas instalaciones, que no parece que las nuevas condiciones sean muy atractivas.

Más instalaciones. Ya sabe que esta semana se acababa el plazo de la orden que la Junta dio a los propietarios de la planta de compostaje de Fuentepelayo para que retirara las basuras que tiene esparcidas por el pueblo. Pues bien, se cumplió el plazo, nadie recogió nada y… ¡no ha pasado nada! Dice el delegado de la Junta, López Escobar, que la administración tiene sus plazos y que ya mandará a los técnicos para que certifiquen lo evidente, y que luego hay que hacer un informe, y luego proponer una sanción, y luego llamar a las partes, y luego… Pues eso. No ha pasado nada y encima no me sorprende.

Lo de no hacer caso a la autoridad está de moda. Mire el Ayuntamiento capitalino, que el TSJ le dijo hace tiempo que tirara la casa de la Parra y ellos, pues que no, que mejor legalizar el edificio. Lo mejor es que el alto tribunal hasta amenaza con multas directas a Luquero, pero luego ni se las cobra, ni parece muy preocupado porque no se cumplan sus órdenes. Pues a mi me han embargado la pensión porque hace quince días me salté un semáforo, yo creo que en ámbar y el guardia dice que en rojo…

Para mear y no echar gota, que decía el otro, aunque ya sé donde hacer esa tarea con toda comodidad por toda la ciudad, que la concejala Maroto me ha detallado, en pleno, tras interesantísima moción de IU, el estado y ubicación de los urinarios públicos de la ciudad. No me mire así, estas cosas se tratan con intensidad en los plenos municipales.

Bueno, ande con cuidado si circula por la SG 20, que va a haber voladuras en la zona para hacer sitio para duplicar la carretera. Empiezan el miércoles y sólo espero que para entonces ya estén protegidos los restos visigodos que me han dicho que han encontrado por allí los técnicos de la Junta.

Ya le dejo hasta la semana que viene. Si entre medias me quiere encontrar, pues ya sabe, en el pantano, que me encanta esa mezcolanza de caballos, vacas, domingueros y deportistas fondones con la etiqueta del Decatlón colgando. Que quiere, soy un tipo costumbrista.