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Sobran sillas

La cosa del mercado era sencilla: nueve puestos, sólo de comida,  en fila india y un recorrido de dirección única —ancho, muy ancho— con los únicos requisitos de que había que entrar por un lado y salir por otro tras lavado obligado de manos con hidrogel —¿Para cuando un estudio serio de una universidad norteamericana, de Bostón, por ejemplo, sobre lo asquerosas que se te quedan las manos con el mejunje tras dos meses y medio usándolo?— y uso de mascarilla. Pues nada, chico, que los empleados municipales no paraban de dar explicaciones, en ocasiones con apoyo mas que recomendable de la Policía Municipal.

Somos, como diría… Muy nuestros. Estamos saliendo, parece, de una gravísima crisis sanitaria que a todos, si a usted también, no haga gestos, nos ha asustado como hacía tiempo que no nos ocurría pero 11 semanas después de encerrarnos, en cuanto se ha aflojado un poco la cuerda nos olvidamos. Lo de las terrazas de los bares y a pesar de los que deciden ampliar por su cuneta con el personal apretujado y con la mascarilla colgando de la oreja es para nota… ¡Venga, otra ronda aquí! Luego está lo de las fiestas clandestinas con mención especial a las celebradas este fin de semana en naves de polígono y otros espacios de las que ¿qué raro? no he visto notas oficiales. Luego miro otra vez.

Lo que si nos han contado es la redada esa que desmanteló un negocio de venta de droga en Torrecaballeros que venía a ser el Corte Inglés de los estupefacientes por aquello de que había un a gran variedad de sustancias en el catálogo. (No se si también tenían el reclamo ese de “Si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero”). Llevaba semanas preguntándome cómo estarían llevando los delincuentes el confinamiento y hasta temí que no hubieran podido delinquir en ese tiempo… Qué va. Estaban a lo suyo que no quisieron ir al erte y se creen servicio esencial.

Pues que sepan los cacos que acaben en la prisión de Perogordo que se van a encontrar nueva directora, Milagros González, una funcionaria que viene de dirigir Ocaña I y seguro que viene con nuevos bríos al centro segoviano. Ocupa el despacho del sempiterno José María García que ya era director cuando funcionaba el centro de la avenida de Juan Carlos I. Ningún condenado ha pasado tantos años como él en la cárcel de Segovia.

Hombre, no te meten en la cárcel pero parece que si vas por Cuéllar y te nuestras contrario a los festejos taurinos pones de uñas a montones de vecinos y ya sabe que en esto no hay grises: o conmigo o contra mi… Que se lo digan a la concejala de IU, Lucía Arranz, insultada en las redes sociales por pensar en alto acerca de la extinción de la fiesta y sus protagonistas. Un concejal de Ciudadanos trató de explicarla en el último pleno que “no debe decir lo que piensa”. Estupendo, señor De las Heras.

 

Tengo más plenos que repasar. He visto el de Segovia donde el nuevo formato de “concejales desperdigados por gradas y plataformas telemáticas” ofrece dos grandes novedades. Por un lado, la de dar capacidad a la alcaldesa para cortar el sonido y con ello el discurso de cualquier concejal, esté en el punto que esté de su argumentación, que eso parece secundario. Por otro, da cierta satisfacción que los concejales “saboreen” los plenos desde el incomodísimo graderío de público desde donde se ve y se oye mal lo que pasa abajo, en el hemiciclo… Pequeños placeres, ya ve.

Hubo otro en la Diputación, donde las sesiones son más ágiles pero porque hay menos grupos políticos. En este volvió a salir lo de pedir a la Junta que haga ya, pero ya un segundo hospital en Segovia. Yo no quisiera quitar ilusiones pero para reformar un inmueble viejo o hacer uno nuevo, igual me da, la administración lleva sus tiempos, que no son cortos ni cuando se va de urgencia y hay interés político, que no tengo claro que sea el caso. Nos esperan lustros de espera, me temo.

Bueno, quizá en ese tiempo la alcaldesa Luquero logre que su propio partido apoye su reclamación de que lo pongan en Segovia, que hasta ahora no parece que estén muy de acuerdo… Los partidos de antes estas cosas las solucionaban con un “retiro espiritual” de un par de días en un caserón aislado en la campiña donde hacer terapia de grupo aunque ya pueden darse prisa en la reserva que dicen los operadores de Turismo Rural que crece a ojos vista el interés por sus establecimientos para este verano, que puede ser de los mejores para el sector en años.

Porque esa es otra: dos meses y medio sin trabajar, crisis económica a la vista pero parece que el personal no quiere renunciar a las vacaciones… ¡Bah! Será por un ánimo de reactivar la economía.

Pues le tengo que dejar que voy a acompañar a mi yerno a buscar aparcamiento para el camión, que antes lo dejaba en San Cristobal pero ahora sólo dejan estacionar si eeres del pueblo.

Además quiero llegar a ver el programa de David Broncano, a ver si vuelve a sacar el escudo de la Gimnástica Segoviana como hizo esta semana. ¿Qué quiere que le diga? Con mi Sego, (ya ardo en deseos de ver esa fase de ascenso) cualquier atención aunque sea mínima, me llena de orgullo y satisfacción.

Author: Justo Verdugo

Justo Verdugo, segoviano de cierta edad es un observador de su entorno y un ávido consumidor de las noticias que se publican en cualquier soporte y lugar. Con periodicidad semanal, el autor resume sus conclusiones en esta sección, en la que todos los ciudadanos están invitados a opinar a través de sus comentarios.

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