Refugio II: Zabala (estribaciones de Peñalara).
(anterior Refugios I)
El ‘Zabala’ es uno de los refugios señeros del panorama guadarrameño. El 2 de octubre de 2007, se celebró el 80 aniversario de su inauguración.
El refugio está situado en las estribaciones de la cara sur del pico de Peñalara, en pleno corazón del Parque Nacional del Guadarrama. Fue ‘bautizado’ como homenaje a José Fernández Zabala, ilustre alpinista del primer tercio del siglo XX.
Zabala fue miembro y fundador de la Real Sociedad de Alpinismo Peñalara, siendo uno de los denominados “doce amigos”, germen de dicha sociedad.
Zabala, pionero del montañismo en España, muere en agosto de 1923 en Estados Unidos, donde había emigrado en 1919.
En New York abre una librería para dar a conocer sus publicaciones, vendiendo libros en español y francés.
Es autor, probablemente, del primer manual de alpinismo en España.
Tipógrafo de profesión, fue el valedor de El Heraldo Deportivo y primer editor de la revista Peñalara.
Entre sus gestas deportivas hemos de destacar que fue el primero en ascender, el 20 de abril de 1916, a la cabeza de El Pájaro, risco emblemático de La Pedriza de Manzanares.
Para ello Joaquín Bellido, Juan A. Meliá y Alfredo Schaachtzabel realizaron una torre humana.
Con anterioridad, 1912, en Gredos, asciende por primera vez al Primer Hermanito y, dos años después, al Ameal de Pablo. Picos emblemáticos para cualquier escalador.
Zabala publicó, en 1910, el Manual del Alpinismo, al que siguieron otros libros y escritos: Excursiones al Guadarrama, 1913; Guía de Gredos y Ocho días en Picos de Europa, 1915; Guía de Picos de Europa, junto a Pedro Pidal, en 1918…
Una muestra del espíritu que guiaba a Zabala la encontramos en las notas de introducción a uno de los tomos de Excursiones a la Sierra de Guadarrama:
“Nuestro solo deseo es el de propagar el ejercicio al aire libre, única forma de contrarrestar los perniciosos efectos del sedentarismo y de la vida de la ciudad. Queremos que todos se oxigenen, que todos gocen de las delicias del aire puro, de ese vivir intenso de la montaña, cuya sola contemplación parece darnos alientos y energías […]”
El año de fallecimiento de Zabala, 1923, se creó la “Peña Zabala” con la idea de construir un refugio que recordara su figura. Las aportaciones económicas de amigos y algunos clubes de montaña lograron verlo terminado en 1927.
El refugio se realizó siguiendo los planos de Julián Delgado Úbeda (Arquitecto que también se encargó de levantar el refugio Alfonso XIII en el Circo de Piedrafita, cerca del Ibón de Respumoso, clon del Zabala en pleno Pirineo).
El edificio, construido de hormigón y granito, está estratégicamente situado en el ingente peñascal que soporta la cumbre más alta del Guadarrama, el paisaje que podemos observar es extraordinario.
Bajo la cornisa en que se sustenta circulan multitud de regatos que se descuelgan entre las mil grietas de los canchales que rodean y albergan la laguna de Peñalara.
Actualmente podemos observar una antena e instrumentos pertenecientes a una estación meteorológica.
A los pies del refugio se extiende el espeso pinar del valle del río Lozoya que recoge los mil arroyos que descienden de este fabuloso circo. Frente a nosotros el panorama de cumbres formado por Valdemartín, las Cabezas de Hierro, la Cuerda Larga…
No queremos terminar sin dejar una reflexión, al hilo de los refugios, del admirado geógrafo y montañero Eduardo Martínez de Pisón, acérrimo defensor de la montaña y la pureza del paisaje:
“El problema es que muchos refugios se levantaron con conceptos diferentes a los actuales, como la carencia de coche. Si en Gredos quitas la plataforma y colocas el aparcamiento en el río Tormes o en Hoyos del Espino, sería correcto un refugio donde se situaba el antiguo. Con la plataforma éste ya no se usaba, y se construye otro más adentro con idea de estar a pie de obra, cuando lo bonito en Gredos es que no haya nada. La Laguna Grande ganaría en todos los sentidos, solemnidad, limpieza […]
Pero un refugio pegado a la carretera como es La Renclusa, o el Zabala en Peñalara, hoy en día no tiene el mismo sentido que antes, cuando costaba casi tres días llegar desde Madrid.
Desde la revolución del coche y la entrada de las carreteras a las montañas todo esto ha cambiado. El problema es que se quieren convertir estos refugios en hoteles al servicio de pistas que llegan a 2.000 metros, caso de Góriz. La masificación y el turismo son dos grandes perturbaciones que hay que tener en cuenta, pero como da dinero, nadie dice que no pensando que son los nativos, los montañeses, quienes se benefician de ello. Pero debe ser regulado para que no se ensucie el agua de la fuente. Desde un nivel práctico, lo que hoy busca la demanda es una montaña limpia”.
Dada la facilidad con que los actuales medios de locomoción privados nos permiten acercarnos a la montaña, algunos refugios ya no parecen tan necesarios.
Aunque seguro (y personalmente aseguro) que más de una vez el encontrar un abrigo, en el que resguardarnos en días de temporal, ha sido, poco menos, que una salvación.
La visita al ‘Zabala’, a tiro de piedra del puerto de los Cotos, es un agradable paseo que aconsejo no perderse.
Últimos comentarios