Posted By Redacción on 27, Jun, 2021

No es Ortega Smith hombre que se arrugue ante el covid. Ya lo demostró en marzo de 2020, cuando importó el “virus chino” en una no especialmente prudente gira por Italia, entonces epicentro de la epidemia, y que le tuvo 90 días fuera de combate. El secretario general de Vox recalaba el 26 de junio en Segovia para inaugurar la sede del partido, tercer intento, aprovechando el primer día de mascarilla no obligatoria y que el político, y con él buena parte de la militancia local, disfrutó cara a cara.

De buen principio -¿quién dijo “distancia de seguridad“?- achuchones, saludos y paradas en el Azoguejo para conversar, fotografiarse, apretones de manos por aquí y por allá, todo a cara descubierta, y para fastidio de las fuerzas de seguridad, con profusión de despliegue en prevención de “escraches” (que no hubo), pero también como factor de recordatorio a la mucha gente ayer en el centro de Segovia que si no hay 1,5 metros de distancia, hay que ponerse la mascarilla.

La que no llevaba Ortega Smith. “Que quiere que le diga, es una gozada poder respirar al aire libre y recuperar esta normalidad perdida. A ver si conseguimos recuperar la normalidad frente al covid y la normalidad institucional echando a Pedro Sánchez“, explicaba.

La idea era aprovechar la inauguración de la sede segoviana para lanzar un mensaje de ánimo a la militancia de cara a las municipales.  Puso los deberes a Montserrat Sanz, responsable de la gestora que manda en Vox Segovia, y al diputado segoviano Rodrigo Jiménez. “Hay que hacer listas en todos los pueblos que se pueda, al menos en los principales”, y a partir de aquí, caña al Gobierno “Podemita-Bolivariano”, responsable de todos los males: del covid, de la España Vacía, del abandono del campo, y por supuesto de la venta de España a los “golpistas contra la Constitución… Si había razones para echar a Sánchez ahora hay más, una por cada indultado”. También collejas verbales contra la “derechita cobarde“, esa que no se sabe de quién es. “Si es el nacionalista de Núñez Feijóo, el de Ayuso, el de Casado, o el de Moreno Bonilla, que debe protegerse del traidor de Ciudadanos”.

Referencia también a la posibilidad de una moción de censura, una propuesta de Vox, “que como cortesía al primer partido de la oposición les inivtamos  a hacerla ellos, pero si no lo hacen pues tal vez lo haga otra fromación”. La cuestión es que hay que sacar a Sánchez, padre y madre de todo mal.

Vox y el Día del orgullo

También hubo tiempo para cuestiones locales, como el ataque en Torrecaballeros a una bandera de Segoentiende colgada en la fachada del Ayuntamiento con motivo del día del orgullo. Una fiesta que no sienta bien a Vox, cuyo secretario general recordaba como gracias a la presión ejercida en Madrid se acabaron los “privilegios a los lobbys LGTB“. Hubo condena contra los ataques a homosexuales, “por supuesto que condenamos toda agresión contra los homosexuales, pero no como homosexuales sino contra todos los ataques en general, contra homosexuales o heterosexuales”, explicaba, defendiendo el derecho de cada cual a tener la inclinación sexual que quiera.

En cambio, rechazo total a la utilización de fachadas de instituciones para colgar la bandera arcoiris o cualquier otra que no sean “las oficiales y la de España, que es también la de los homosexuales, ya sean de izquierdas o de derechas. Yo ahí estoy con el Supremo que bien claro ha dicho que estas pancartas son ilegales. Y tiene toda la lógica, un ayuntamiento no puede poner la bandera de un partido, de un equipo de fútbol o de cualquier otra causa”.

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