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El pinar de la Acebeda

El pinar de la Acebeda.

(Serie: Sitios Naturales de Interés Nacional. 1930)
01 mapa PINAR ACEBEDA 1931

Así como Peñalara es el agua y la Pedriza el roquedo, la Acebeda personificaba la vegetación en su máximo esplendor.

Una balsa de 583 hectáreas dentro del océano de los Montes de Valsaín -10.668 ha.- . Por él navega el río que le da nombre y que antes de surcar el término de Revenga muta en río Frío. Alimento del azud donde toma sus aguas el acueducto de Segovia.

Los pinares pertenecieron a la ciudad de Segovia, a la Noble Junta de Linajes y al Común de su Tierra, hasta que lo “compró” en 1761 el rey Carlos III. Permaneció en poder de la Corona hasta 1869.

Por un corto periodo de tiempo, las Matas llegaron a manos privadas, quedando desvinculadas definitivamente la Mata Pirón, la Saúca y Navalosar.

En la Segunda República formaban parte del Patrimonio de la misma y desde 1940 son propiedad del Patrimonio Nacional.

En 1995 se integran en el Organismo Autónomo de Parques Nacionales ‘OAPN’.

02 Acebeda bajo Monton_Trigo y Mujer_Muerta

Panorama de la Acebeda bajo Montón de Trigo y Mujer Muerta.

Comprende la cuenca de tres ríos. El río Eresma con sus afluentes la de más extensión, el río Acebeda y el río Peces, todos ellos tributan al río Adaja feudatario a su vez del río Duero.

Como hemos dicho, en la Acebeda la vegetación se muestra grandiosa. La Real Orden de declaración de Sitio Natural del año 30 del siglo pasado definía la zona como:

“El bosque más exuberante y frondoso, en el que crecen los acebos, de verdes y elegantes hojas lustrosas, y en donde los claros del pinar muestran pradería más placentera por su amenidad y hermosura”.

03 Aceveda_liquenes

Pasear por este privilegiado rincón de la Sierra Guadarrama no tiene igual. Los “silencios sonoros” del pinar animan a perderse -tómenlo como una metáfora-.

Caminos que surcan su copiosa vegetación entre afloramientos de granitos y gneis, en los que crece el pino silvestre o de Valsaín, acompañado por el roble rebollo en zonas más bajas y algunos rodales de encina.

Pastizales, piornos y pequeños bosques de galería amplían la comunidad vegetal del espacio.

05 Acebo_niscalo_amanitaEn la Acebeda, el acebo debió de ser abundante en otros tiempos.Hoy queda relegado a pequeños rodales y algunos ejemplares perdidos en la espesura del pinar.

Javinos, brezos, retamas, estepas… acompañan a otras especies vegetales de menor porte como la genciana, digitalis, narcisos, peonías o el berceo… según los expertos más de 800 especies vegetales cubren estos bosques.

La colonia de musgos y líquenes, junto a diferentes especies de hongos -níscalo y el sabroso boletus edulis o el pinicola- es muy atractiva.

Zona de Especial Protección para las Aves -Z.E.P.A.- desde 1988, una década después  Lugar de Importancia Comunitaria -L.I.C.-, es Reserva de la Biosfera declarada por la UNESCO.

Nidifica el buitre negro y diferentes águilas junto a más de cien especies. Salta el corzo y el jabalí se enroca en la tupida vegetación. La nutria se regodea en sus limpias aguas así como pequeños roedores corretean06 buitres entre la hojarasca. Anfibios y reptiles junto a varias decenas de invertebrados completan nuestro pequeño paraíso.

Mención especial para la reina del Guadarrama, la mariposa Graellsia Isabelae.

El naturalista, mago de los sonidos, Carlos de Hita , plasmó magistralmente el clamor del bosque de Valsaín y el ‘silencio sonoro’ al que me refería anteriormente:

Cada día, casi cada hora, una nueva especie, un nuevo ‘instrumento’, llega desde África para pasar aquí la buena estación y su voz se incorpora al concierto de la naturaleza. Cucos, abubillas, ruiseñores, vencejos, golondrinas, águilas calzadas, milanos negros y muchos más, se suman a zorzales, petirrojos, pinzones, picos picapinos y todo el elenco de voces sedentarias de bosques y campos…”.

Sin miedo a perdernos, podemos adentrarnos en La Acebeda desde el pueblo de Valsaín. Una pista forestal penetra en el pinar hacia el sur en busca del puerto de la Fuenfría.

A nuestra derecha queda la cuerda del collado del río Peces almohada pétrea de la cuerda de la Mujer Muerta. Por la izquierda, la cuerda de las Camorcas, nos separa del valle del río Eresma.

Al frente queda el Montón de Trigo y el collado de Tirobarra, donde manan los regajos que surten nuestro río.

Calzada Romana del puerto de la Fuenfría.

Paralela a la pista transita la Calzada Romana de la Fuenfría,  que a veces desaparece engullida por el trazado del camino forestal.

Inmenso reino de gnomos y leyendas en el que fácilmente, con sólo cerrar los ojos,  nos veremos surcando olas de helechos entre largos mástiles, acompañados por el repiqueteo del picapinos, el ulular de la abubilla, el chillido del águila o un graznido lejano.

En nuestra singladura atracaremos en las ruinas de Casaras donde nos espera la sombra blanca de la doncella secuestrada por Hugo de Marignac, condestable del Temple que hizo de los pinares y riscos circundantes guardianes del tesoro templario.

O la misteriosa sombra del monje que mora al otro lado de la cuerda de las Camorcas, penando su equívoca vida; vagando eternamente por el bosque.

Un mundo para disfrutar y diluirse en armonía con un sitio natural, sin duda, de interés nacional y de la humanidad.

Ruinas Casaras

Ruinas Casaras

Otros Sitios de Interés Natural Nacional, 1930:

Peñalara, la cumbre, el circo y las lagunas.

La Pedriza de Manzanares.

La Peña del Arcipreste.

 

 

Author: Juan Pedro Velasco Sayago

Blog de montañismo y excursionismo sobre el Guadarrama, a cargo de Juan Pedro Velasco Sayago. (Coordina el Blog 'Retrosegovia', publicando temas relacionados con la tarjeta postal ilustrada de Segovia).

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