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Versiones revisadas

Fiesta del martes de Carnaval.

Pasé mi juventud bajo el Régimen, cuando no se celebrara el Carnaval y me lo justificaban de manera muy simple rechazando la exaltación de la transgresión, el desenfreno, la gula y no sé cuantos pecados, capitales y menores y que la gente encima se embozaba. Aquellos represores no pensaban demasiado, que no les hacía falta tanta prohibición tajante. Bastaba con replicar el modelo segoviano en el que la fiesta “oficial” (la que paga el Consistorio) está hecha en exclusiva para niños, los días de fiesta dominicales y a plena luz del día —si hace sol, que si está cubierto hay bajón— y la máxima transgresión pasa por ir a comer a casa más tarde de las tres con un par de vinos en la tripa. Pues vale. Lo prefería cuando estaba prohibido.

Me viene ahora a la cabeza, yo qué sé por qué, el desfile de acusados en lo de las jubilaciones de la Caja que se produjo a las puertas del edificio judicial de San Agustín, donde todos recibieron un sobre millonario del juez. A ver, no me malinterprete, que lo el papelito detallaba las cosas de las que se les acusa y las carísimas fianzas que les reclaman, oiga, por si fuera que en el juicio acabara habiendo condenas tenerlo ya cobrado. Dicen los abogados defensores que les piden mucha pasta, que si se podría rebajar un poquito… Y el fiscal —el acusador público que no acusará en este juicio— que se muestra comprensivo. Pues yo no acabo de entenderlo, la verdad.

Un momento de la presentación del acuerdo en el Consistorio.

Me lío mucho con los números. Será por eso que no comprendo demasiado los presupuestos municipales que volverán a salir adelante con la abstención de Ciudadanos, encantados del papel que han firmado. ¡Bah! Esta vez saldrá bien, hombre, que ya verá con qué ímpetu exigen al alimón a Fomento que haga la obra del Cervantes, o reclaman a la Junta que devuelva la calle de los Almendros y otras, o convierten el edificio del Cat, tras medio kilito más de obras, en un espacio donde los empresarios locales puedan intercambiar proyectos tecnológicos, que todo el mundo sabe que ya no sabemos que hacer con ellos de tantos que tenemos. Un gran pacto, sería eterno detallar sus bondades.

Asuntos profundos, más incluso que el logro más visible de los naranjas del acuerdo del año anterior, la ejecución de un parque adaptado con el que, sin duda, la ciudad se ha convertido en un modelo de referencia mundial. No lo he visto en el listado pero estoy casi seguro de que en el acuerdo de este año se ha establecido que se haga otro con columpios y arenero por interés directo del socialista, Alfonso Reguera.

El portavoz se marchó apresuradamente de una rueda de prensa —parapetado tras la portavoz de Ciudadanos, la “compañera” (sic) María José García— al parecer porque no le gustaba que le preguntaran por un comentario insultón que había escrito contra el PP en redes sociales, y últimamente acaba sus contestaciones por escrito con expresiones como “¡Ah, se siente!”. Vista la deriva se puede imaginar sin esfuerzo que en el próximo pleno podría concluir alguna de sus intervenciones con un sonoro “chincha rabiña, que tengo una piña” mientras se lleva el pulgar de la mano, extendida, a la punta de la nariz. Lo veré en internet.

Ha sido una semana muy agitada en el Ayuntamiento, me hago cargo, aunque ahí con acudir a la memoria se solventan las mareas: si hay pufos urbanísticos que no se sancionaron, pues se echa la culpa de no haberlo castigado al anterior alcalde, aunque lo fuera con la mismas siglas, y si haberlo hecho público resulta impertinente por parte de IU, pues se señala a Luis Peñalosa, así, como el que resucita al ogro… Ahí va mi apuesta: antes de que acabe la semana se relacionarán los desastres del aparcamiento de José Zorrilla —temo que los habrá— directamente con el Gobierno de José Antonio López Arranz con apoyo del PP. Pongo en la mesa un eurazo y el lunes hacemos cuentas.

“Leñera” con chimenea y ventanas.

Bueno, que me lío y al final no voy a lo importante, que tras el desenfreno loco de carnaval ha llegado la Cuaresma, anticipo, claro, de la Semana Santa, para la que se preparan ya las cofradías —eso si es un numeroso grupo bien organizado y de bajo presupuesto— que han nombrado pregonera a Mercedes Sanz de Andrés, a la que quería yo dar la enhorabuena. La historiadora no se parece a los de los párrafos anteriores en nada aunque nadó en esas mismas aguas con acta de concejal. Después se puso a hacer un completísimo catálogo de cementerios, entre otros trabajos científicos.

Cosas inquietantes, que ya está anunciado que el edificio de Magisterio se va a quedar sin actividad y vacío en cuanto esté acabada la ampliación del Campus de la UVa y que no parece muy fácil llenar aquel edificio a no ser que el mundo se de la vuelta y la Aneja —no se empeñen, Fray Juan de la Cruz no cuaja como nombre— se lo anexione. Claro, que con las previsiones de escolares que tenemos a la vista para los próximos años no se yo…

No habrá coches ante casas históricas.

Mal asunto para el recinto histórico que se vacía a ojos vista y para el que ahora planifica el Gobierno socialista la supresión de 315 plazas de rotación —las que usamos usted y yo— para despejar monumentos y hacer reservas para residentes. Creí que era inminente, que lo han presentado en una de esas importantísimas Mesas de movilidad que se celebran en el Ayuntamiento como “propuesta definitiva” pero parece que va en el pliego del concurso de la ORA y para eso va antes resolver el de los autobuses y luego el de las basuras… ¡Chico! Que les pilla el mandato.

Fin de la cita. Permítame que acabe cantando a grito pelado el himno nacional. Hombre, yo me sé el que me enseñaron de alzar los brazos y eso y me pasa como con la letra del Padre Nuestro, que no acabo de aprenderme las versiones revisadas y me limito a tararear.

Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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1 Comment

  1. Curiosa letra la de Marta Sánchez para el himno, alabado por algunos inclitos políticos que igual que termina de un modo podía haber terminado de otro, como se lee por la Red: …pero vivo en Miami aunque amo a mi país porque pago menos impuestos allí 😉 De la pseudo política local y ‘sus locas inversiones’ pactadas con Cs’ ni coméntalas. Es que te ponen sueldo y se desmelenan por la ciudad.

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