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Sesgos cognitivos y otros virus

Crisis como las del coronavirus van de lujo para detectar como las sociedades somos fácil presa de los sesgos cognitivos. A la búsqueda de respuestas rápidas el cerebro ataja. Y a veces el atajo conduce a mal sitio, a un un sesgo cognitivo, o sea una desviación en el proceso mental que lleva a un juicio inexacto, una interpretación irracional. El sesgo, en gran medida, no hace sino ratificar un sesgo previo, un prejuicio.

Inherente al cerebro es la pregunta  ¿qué lo causa? Pese a las reiteradas advertencias de los filósofos, nos gusta pensar que siempre hay una causa. La realidad es que nunca hay UNA causa, normalmente entran en juego muchas más variables; a veces ni siquiera cabe hablar de causalidad.

Hija de la anterior es la pregunta ¿de quién es la culpa? Presuponemos que siempre hay un culpable, desenmascararlo agraviarlo nos alivia. Es el chivo expiatorio. Naturalmente hay una regla de oro: todo puede ser chivo expiatorio menos yo. Autoflagelarnos no produce el mismo alivio que flagelar al otro. Especialmente si con el otro tenemos cuentas pendientes.

Escribía el otro día como no pocos segovianos se hincharon a denunciar a madrileños que en su irresponsabilidad y desconocimiento del mundo van propagando el virus por Segovia, ¿pero cuántos capitalinos se habrán ido con sus mayores a pasar la cuarentena al pueblo? Por cierto, que la culpa es de Madrit es también el nuevo mantra del indepedentismo. Al grito de “confinar Madrit” el procés (responsable de uno de los sistemas sanitarios más masificados y maltratados de España) intenta, como siempre, reforzar el relato… Todos los males de Cataluña tienen un nombre: Madrid.

Más sesgos. Si eres de izquierda, otro sesgo clásico es “el capitalismo”. Así, en general, sin entrar en en detalles. ¿Por qué pasa lo que pasa? Por el capitalismo. Es el sistema que está mal y hay que cambiarlo. Invariantes de lo anterior, “Rajoy”, “los recortes”, “Aznar”, etc…

Si en cambio eres de derechas, tu sesgo favorito será el “8M”. En su desatino de feminazis , fueron las marchas del Día de la Mujer las que flaco favor hicieron a la salud pública. ¡Ah si se hubieran tomado medidas a 25 de febrero! Variante de la anterior, “el Gobierno”… ¡Qué desfachatez la de Pablo Iglesias dando pésimo ejemplo de civismo al no respetar la cuarentena!

Por eso cada día me siento más desligado de la ideología: es como una venda, como una acumulación de sesgos. No nos deja ver el hecho claro que una manifestación al inicio de una pandemia no ayuda demasiado, los recortes en investigación menos, que el Gobierno nos recomiende una cosa y a las primeras se la pase por el forro, tampoco. Que vayamos en manada de compras al Luz de Castilla tampoco. Que los partidos intenten arrimar el ascua a la sardina a golpe de muertos, menos.

¿Y? Eso no cambia las cosas.

En realidad la culpa es de un pobre virus. Una de las criaturas más humildes de la biología, apenas una cápsula de aminoácidos que contiene genes. Tan simple que para reproducirse precisa infectar a otra bacteria, ensamblar sus genes en los del huésped y engañarlo para que produzca más virus. A veces en esta interacción el huesped casca, y entonces hablamos de una enfermedad vírica. Para que se hagan una idea los virus se descubrieron en 1899, a fecha de hoy se conocen sobre 5.000, y los virólogos sospechan que podrían existir millones. Y además, mutan. Si no han acabado con todo rastro de vida es por la sencilla razón de que sin células que parasitar los virus también morirían.

Reconozcamos que como chivo expiatorio son poca cosa. Además, a los virus les debemos el servicio de reforzar nuestro sistema inmunólogico, de manera que gracias a ellos resistimos mejor a otros virus y a otras bacterias igualmente malvadas, lo que nos permite a nuestra vez saquear alegremente otras bacterias a mayor salud y beneficio. Quién diseñó la vida se lució: o parasitas o te parasitan.

La cuestión es que aparece un virus nuevo comparable a la gripe, se cree que incluso de más rápida propagación que los de la gripe, que pillando al sistema inmunológico humano desprevenido colapsó o colapsará los sistemas sanitarios de los países que lo tengan. Que el colapso sea serio batacazo, toque de atención o catástrofe, todavía no lo sabemos.

Tampoco sabemos en qué grado (si trapiés, catástrofe o batacazo) las medidas que adoptemos colapsarán algo por lo menos tan importante como el sistema sanitario:  los recursos que lo hacen posible. La economía.

La dicotomía “salud o economía” suena igualmente a sesgo, aunque los platillos de la balanza existen. Tengamos clara una cosa. Dificilmente se sabrá qué es lo más ético, pero sí sabemos que es lo menos ético: no hacer nada, dejar que la gente se muera. Por lo menos lo estamos intentando.

 

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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4 Comments

  1. Artículo estupendo

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  2. Es curioso, hace unos de días estaba razonando, mejor dicho, intentando razonar, utilizando estas mismas razones de los sesgos cognitivos, con un buen amigo; muy corajudo, él, a la hora de apuntar su dedo acusador hacia quien él considera responsables, de esta crisis o, en cualquier otro momento, de cualquier otra cosa. Mas, como soy su amigo y nos conocemos desde niños, no represento para él opinión acreditada, pese a que sabe que he cursado estudios de psicología y algo del tema conozco. Así que, este articulo de opinión, tan bien redactado y explicado, se lo enseñaré, a ver si tus razones le sirven.

    Muchas gracias. Me ha encantado.

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