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Esta Confederación trabaja un montón

Siendo una suerte para todos que Franco esté muerto y bien muerto, para algunos aún lo es más. Pienso en los funcionarios de la Confederación Hidrográfica del Duero, que tuvieron las santísimas gónadas de, reunidos con la alcaldesa de Segovia, soltarle: “¿regular el Pontón Alto? Oh… espere que miro el reglamento de uso del pantano. Ahh… Vaya por Dios, aquí no dice nada, dice que es para suministrar agua, mecachis… ¿Ve que lo dice aquí? -señalando un párrafo en letra diminuta- Pues mire que me cae usted simpática, alcaldesa, y que bien se come en Segovia, y que acueducto… Sí señor, ya no se hacen de tan buenos… Pero, en fin, esto de desembalsar para evitar riadas no viene en el reglamento -sonrisita de suficiencia, con un cierto alivio-. Comprenderá usted que si a mi no me lo dice el reglamento yo no puedo ir largando agua al gusto… Es de sentido común. Y ahora si me disculpa le dejo con Barcinilla que le enseña usted una foto que tiene comiendo en Cándido, verá qué bonita”…

Muy bien. Apúntate un 10 campeón… Otro…

Esto viene a cuento de la reunión que la alcaldesa y algunos concejales mantuvieron con la presidenta de la Confederación Histérica del Duero, Cristina Danes, para pedir educadamente que, en prevención de anegaciones en caso de deshielos súbitos, tengan a bien ser un poco previsores y aliviar antes el pantano, a fin de minimizar en lo posible la subida del caudal. Y no lo explico más porque hay que ser un tontorrón de concurso para no entender que aguas abajo no solo hay arbolillos, que hay fábricas, carreteras, caminos, tendidos eléctricos y sembrados y gente en general.

Pero la tal Danes, a la que yo imagino recibiendo a la Luquero con cara de José Luis López Vázquez y más que capaz de soltar la burrada más estrepitosa sin mover un músculo de la cara, les dijo, que bueno, que ya si eso se estudiará, pero que no se haga ilusiones, que no viene en el reglamento.

Algunos compañeros de acueducto2 me afean usar expresiones malsonantes. Pero la verdad es que no sé decirlo mejor; ¡tiene cojones la cosa!, de verdad, pero unos gordos como campanas. No viene en el reglamento… Es de sentido común.

Como tampoco viene en el reglamento que si se está quemando la vereda de la DYC, y soltando un poquito de agua lo mismo la fábrica se salva de un incendio, que se suelte. Como tampoco vendrá -imagino-,   despedir al  subsecretario de inmersiones en superficies lacustres por disparar desde el balcón de la oficina con su Colt 45 a a los niños de un cercano colegio, pero no, porque tampoco viene.

Pero, por los clavos de Cristo, ¿de donde han sacado a este personal? Parece que la expresión “funcionario obtuso” la hicieron pensando en ellos. Estos que llegan al curro pasadas las nueve, con 53 minutos de retraso, pero ni uno más. Concienzudo repaso al As hasta la sección de ciclocross, para tocando las 11.00 plantarse en el bar El Reglamento a por su cortadito y  tres porras y vasito de anís para enjugar y volver puntualmente al despacho a las 13 horas. Tras esconderse quince minutos detrás de una cortinas para dar largas a algún alcalde o algún jefazo que le ha dicho el bedel que le buscaba, la tal Danes se aposenta en su tremenda mesa de caoba labrada con portafolio y pluma de oca, a juego con el retrato del jefe del Gobierno, don Antonio Canovas del Castillo, donde disfrutará de los adelantos de un novedoso invento americano, el teléfono de baquelita, para dar palique a un primo segundo con el que han quedado para masacrar centollos en la marisquería La Confederación. Hora antes de lo fijado en el convenio, y al grito de “me engañarán en el salario pero en el trabajo no“, Danes se marcha del curro con la peregrina excusa de que la semana que viene me pintan la casa. Y hala, día que pasa año que empujas. Uno menos para la jubilación.

La cola del Pontón.

Miren, inspirado por Roberto Brasero y mis matemáticas de EGB, me puse a echar unas cuentas sobre cuántos litros hay en forma de nieve en la cuenca del Alto Eresma que nutre el Pontón, y sumo la precipitación mínima  de los meses de aquí a junio, cotejo litros por aquí y por allá, y me sale que hay para vaciar el Pontón y volverlo a llenar un montón de veces. Así que no le veo relación matemática a lo de desembalsar en oposición a abastecer. O sea que a Clara Luquero le han llamado tonta a la cara.

Que soy yo la alcaldesa y le digo a la Danes, ande, tráigame el reglamento, y empiezo a arrancar las hojas y a comérmelas crudas a puñados hasta el apéndice cuatro. Todo. Y le suelto a la baranda, mire, mañana se lo devuelvo, pasado a más tardar (añado, dándome unos golpecitos en la tripa y soltando un gas). No lo hizo Luquero, quiero pensar, porque es mujer refinada y la Confederación esa tiene un incomprensible poder. Es de las administraciones que firman por silencio administrativo cuando hay que tocar el PGOU. Total, que según lo pintan, de lo que iba a la cosa era de contentar al socio Galindo, y decirse… Ea, para Segovia que al menos se ha intentado…

Y esto es solo el prólogo de lo mucho que habría que hablar. En el fondo, falta de ganas de trabajar. Tal cual. Hay que concertar con algún propio el turno para desaguar (la dichosa riada no respeta ni los horarios de oficina, por más que se ha intentado), redactar un pequeño plan de cómo, enviar un par de correos… Mucho trabajo, tú… Nada, se hace el teatrillo del reglamento y de ponerse pesados se añade que es por la protección de datos y salvaguarda de la privacidad de los pantanos, que me extraña que aún no lo hayamos mentado.


Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

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11 Comments

  1. Brillante, Sr. Luis! Verdades como puños, escritas con inteligencia, humor y acidez.
    Gracias por su artículo. Excelente forma de comenzar este domingo.

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  2. Lo ha clavado. Don Luis.!!Hasta la próxima inundación!!

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  3. Magnífico artículo. A estos burócratas les importa una higa que muramos todos ahogados con tal de que se cumpla el reglamento.

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  4. … para la semana que viene, subida de temperaturas con posibilidad de lluvias el miércoles y jueves….. y el consecuente deshielo.
    Preparen los flotadores en la Casa de la Moneda y aguas abajo en el rio Eresma.
    Pero tranquilos de los técnicos de la CHD estarán tan panchos en su despacho de Valladolid.

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  5. Genial, Don Luis.
    Como creo que viene al caso, repito unos de mis muchos “runrunes”…….. hasta que todos los días no manden a la puta calle a 1.000 funcionarios vagos y jetas, y los correspondientes “enchufados”, este país seguirá con la mediocridad hasta el cuello.
    Como dice melchor, a partir del miercoles o jueves hay previsto lluvias y ascenso de temperaturas, y podremos comprobar el tamaño de los cojonazos de los enchufados de la Confederacion Histérica del Duero.

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  6. La poatura de la CHD es de absoluta vergüenza en este asunto. No tiene nombre.

    Y con esto, Luis, ha obtenido usted el aplauso facil, facilón, que usted buscaba. Imagino.

    Porque es demasiado fácil y recurrente usar la vergonzosa actitud de la CHD y sus mandamases medios – altos cargos, para soltar la ametralladora de los lugares comunes y la demagogia para deslizar la idea de la universalidad de la vagancia funcionarial.

    Su abuso de recursos estilísticos para describir imaginaria y grotescamente una reunión en la que no ha estado presente le ha llevado de lleno al morral de la demagogia barata, en donde usted ha caricaturizado con un espectro generalista a todo un colectivo, el de funcionarios, que supongo que sabe perfectamente que va mucho más allá del cliché de empleado de ventanilla del vuelva usted mañana.

    Donde hay millones de profesionales estupendos que no están tras la ventanilla, que no la cierran con la puerta en las narices, y que ni entran más tarde, ni salen antes, ni les vale la excusa de que le pintan la casa para salir antes. Quizá le valga más a usted, y puede que incluso usted se toque los genitales más de promedio que la mayor parte de funionarios de este país. O puede que no.

    Ha tenido usted día mejores como periodista, Luis, en este artículo el tono se me antoja catervario y, sobre todo, le devuelve a usted al registro de un becario ramplón que quiere unos cuantos likes facilones de media docena de paparajotes.

    Un mal día lo tiene cualquiera.

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    • Cómo duelen las verdades…

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    • Si le duele, Fuencislo, es que lo mismo es verdad. Esta misma semana veremos si se inunda Segovia otra vez con el deshielo y la lluvia. Sus insultos se lo puede usted meter por ahí mismo.

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      • Hombrem, dolerme….no me duele en absoluto.

        De hecho, me da exactamente igual.

        Soy una simple persona usuaria de muchos servicios en los que hay funcionarios de todo tipo, y contemplar sus graznidos paletos de aprobación ante un artículo tan mediocre y decadente me produce más bien…bastante risa por todos ustedes, donde quizá la envidia por no hacer sido en su vida ni media capaces de presentarse a una oposicion sin tener faltas de ortografía en la solicitud ya les califica como lo que son.

        Caterva paleta de esta ciudad demsiado acostumbrada a servir cochifrito al amo turista….por eso se les queda mentalidad de siervos, de tanto servir se han hecho siervos mentales.

        Dado que la ciudad se compone de hostelería, funcionariado y militares, y el artículo ya ha querido denostar (aunque sea penosa y mediocremente a uno de los estamentos, ya me cojo las palomitas para leer idénticas peroratas contra los otros dos estamentos…

        ¿ O para esos no hay articulito criticón….????…igual son blancos menos fáciles ??? jejejeje.

        Y toda esa tropa de la CHD, a la calle mañana mismo si hubiera un mínimo de sentido comùn. Eso ante todo.

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        • …ETA empezó a perder la guerra cuando los vascos dijeron basta ya!!!. Ese fue el primer día de su derrota. Igual debería de pasar con los funcionarios, no todos son iguales, está claro, pero algún día los propios funcionarios y sus sacrosantos sindicatos deberán decir Basta Ya!!! a la panda de jetas que son tal y como describe Luis Besa… o con tics muy parecidos. Todos conocemos a gente que vive en ese plan… y como soy funcionario y no me pueden echar. Ojo que luego vendrá el que diga que haber aprobado una oposición. Los que trabajamos en las empresas privadas tenemos que aprobar las oposiciones todos los meses… incluso a veces sin incumplir nuestras obligaciones acabamos en la calle por que la empresa en la que trabajas cierra o tiene una mala racha.

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        • Estimado Fuencislo. No entiendo de donde saca usted -y otros comentaristas- esas generalizaciones. Yo no hablo de los funcionarios ni “en general” ni “en particular”. He caricaturizado una respuesta inaceptable “no lo podemos hacer porque no está en el reglamento” (que si está, como bien se ve), propia de un vago, un incompetente sino las dos cosas. Vagos e incompetentes y jetas de cemento armado que uno encuentra en todo orden de la vida, incluido el periodismo.

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