Posted By Fernando Sanjosé on 1, Feb, 2022

Lo que más se esperaba que diera de sí este lunes en el ámbito de la campa electoral era el debate de TVE. Ya sabe, a tres y con Francisco Igea desde su casa por cuarentena de covid. Juicio de valor de este humilde redactor: parecía una sesión plenaria en las Cortes. Aburrido, sin réplicas y con una corrección exasperante. Son muy educados los candidatos de PP, PSOE y Cs y al parecer tienen poca capacidad dialéctica e incluso poco que confrontar, por muy distintos que sean sus planteamientos. Ni tonos elevados, ni interrupciones —mire que lo intentó, casi lo imploró el moderador, Xavier Fortes— ni cuerpo a cuerpo que valga. Tampoco hubo una sola propuesta que no se haya escuchado repetidamente durante los dos últimos años y medio dentro y fuera de las Cortes.

Un momento del debate celebrado en Televisión Española.

Por un lado estaba la pelea entre Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea por arrogarse “el Gobierno” y cualquiera de sus eventuales éxitos en lo que ha durado la legislatura. El liberal hablaba defendiendo “el Gobierno” y Mañueco soltaba que el Gobierno era “de todos” cuando se hablaba de las consejerías que ha llevado Ciudadanos y remató subrayando varias veces que se trataba de “mi gobierno”. Destacan dos pildoritas de Igea: “Usted es el más sanchista de la comunidad” para dibujar un presidente inactivo mientras él mismo hacía el trabajo sucio en la pandemia. También la de acusar al presidente —fue lo mas grueso del debate—de permitir que su consejero de Sanidad [Alejandro Vázquez] pactara en secreto y en su despacho “un acuerdo de 800 millones”, en referencia al contrato de transporte sanitario. El asunto no tuvo continuidad.

Por el otro lado del programa televisivo estaba Luis Tudanca, que negaba avance alguno en la comunidad, acusaba al presidente de prometer lo ya prometido, subrayaba que el PP lleva 35 años en el Gobierno regional y pronunciaba decenas de veces la palabra “Cambio” como anhelo de los castellanos y leoneses. Por el contrario, “Esperanza” la otra palabra que aparece en el lema socialista de esta campaña sólo salió de su boca una vez en noventa minutos. También pidió Tudanca reiteradamente explicaciones sobre el uso que hizo (o no) la Junta del dinero, 1.600 millones, del Gobierno de España para medidas en la pandemia aunque abandonó este camino mediado el debate.

Mañueco trataba de mostrarse displicente y se dirigía a sus contrincantes como “estas dos personas”. Para enfrentarse al socialista, Mañueco trataba constantemente de colocarse el traje de Isabel Díaz Ayuso y dedicaba sus esfuerzos a atacar al Gobierno de España personalizando en Pedro Sánchez. “Más respeto para el presidente” pedía Tudanca como principal línea de defensa.

Y así fue languideciendo un debate en el que participó un aspirante en el papel de presidente regional defendiendo su gestión, un vicepresidente despechado que mantuvo su sitio y defendió su trabajo en el mismo Gobierno, y un aspirante más parecido a un líder de la oposición que a un candidato, por mucho que después, en las valoraciones en caliente, subrayara que “no quiero ser la oposición, sino gobernar”.

¿De posibles pactos con Vox a los que pudieran verse obligados los del PP, como apuntan muchas encuestas? “Quiero gobernar en solitario”, contestó Mañueco una vez, cuando alguien trató de abrir ese melón. Sus rivales no volvieron a molestarle con tan molesto tema.

“Hasta que lo digan las piedras”

Van cuatro días de campaña y ya tenemos claro que los equipos de los partidos tienen que estar muy preparados para las improvisaciones, tanto las que marquen los derechos de uso de la calle, que con este invierno primaveral es el mejor escenario para dejarse ver por los ciudadanos como en materia de “estrellas invitadas”. Que se lo digan al PSOE. Si a la ministra de Servicios Públicos y Desarrollo, María Jesús Montero, “le hace reacción la vacuna”  —eso me han dicho— y falla a su cita programada se llama a la de Ciencia e Innovación, Diana Morant, y se cubre el hueco sin problemas. Poco le costó a la alcaldesa, Clara Luquero, recibirla explicando el “profundo compromiso” que hay en Segovia con la innovación y la tecnología.

José Luis Vázquez dando la palabra a la ministra, Diana Morant.

Un centenar de personas en la antigua cárcel referencias desde Felipe González hasta nuestros días y el mensaje machacón de todos los intervinientes: los socialistas tienen que movilizarse y convencer a los que tengan más cerca “hasta los que no sean tanto de izquierdas” de que hay que votar al PSOE. Que el cambio vendrá de la mano del PSOE “hay que repetirlo hasta que lo digan las piedras”, decía Luquero.

El cartel electoral del PP para las autonómicas al completo.

Los del PP segoviano no tenían este lunes invitados de relumbrón así que optaron por formar en la sede a sus candidatos y reservas y soltar 22 propuestas para Segovia, ya conocidas todas, esencialmente sanitarias y de fomento. El número uno popular afeó que el Consejo de Ministros tenga intención, este martes, “en plena campaña”, de cantar los premios que caerán en ciudades y pueblos con el plan de descentralización de la administración. Si no hay sorpresas, a Segovia le toca el Centro de Innovación y Tecnificación de FP. También en la sede del PP se pide encarecidamente la movilización y el voto exclusivo para el partido Popular.

El candidato de Ciudadanos, Afrodisio Martínez, centraba su actividad en un encuentro con los representantes de la Agrupación de comerciantes, Fecose, con la gestión de la liberal, Ana Carlota Amigo, en la Consejería de Empleo e Industria como carta de presentación.

Afrodisio Martínez reunido con los comerciantes de Fecose.

Unidas Podemos ha abierto durante dos horas de la tarde de este lunes un punto de información en la avenida del Acueducto. Por su parte, la candidatura por Segovia de Vox no ha tenido actividad en la provincia. Tampoco Centrados, Tierra Comunera o Pacma han dado cuenta de ninguna acción electoral de sus candidatos.

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