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Si hay que ir a juicio, pues se va

Sin sensiblerías ni bobadas que usted y yo ya nos conocemos y no me quiero poner tierno: Qué contento estoy de encontrarme de nuevo con usted en el espacio digital que me ofrece acueducto2.com. Ha sido un año muy largo este último y ya me veía jubilado definitivamente pero mire, ya tengo hueco nuevo al que pienso asomarme todos los viernes. Me encanta. ¡Venga, al tajo!

Acaba el mes de enero y aún tengo por la cocina dando vueltas la bandeja con los últimos trozos de turrón —bien que se han comido el de chocolate y el blando, pero ahí está el duro, sin tocar— y el mazapán, que ya verás cómo llega a la Semana Santa, por lo menos. ¿A usted no le pasa?

Y es que hay cuestiones que parece que nunca se acaban. Mire, esta semana ha vuelto a salir el eterno asunto de las travesías a la palestra, que el regidor propone que la Junta pague los arreglos necesarios en las vías, haciendo el pago de las obras en cómodos plazos de varios años, siguiendo el modelo de financiación del Palacio de congresos. ¿Ve? Otro titular de la factoría Arahuetes.

Más discretas (y escuetas) han sido las notas oficiales emitidas por Alcaldía sobre las nuevas obras de reparación (van mil, por lo menos) en Padre Claret, en la zona del aparcamiento, claro. Esta vez se han hundido unas rejillas, al parecer por culpa del tráfico. Pero hombre, si esa calle —de calzada estrecha, acera confusa, fea, nada operativa y mal resuelta— levantada sobre el subterráneo, se hizo sabiendo que iba a soportar tráfico…

Venga, otra semanita con la calle cortada y a mi que cada vez que esto pasa me resuenan las palabras del regidor en aquella inauguración con carpa y boato (lo sé porque me colé a buscar los canapés), cuando proclamó con tono de “chincha rabiña” y esa firmeza que entonces aún impresionaba que “le constaba” la excelente realización técnica de la obra… Bonito discurso.

Los tribunales son ya protagonistas habituales por esta tierra. Y más que lo van a ser. Hay de todo: El Constitucional que da un varapalo al Ayuntamiento, pero desde allí cuentan —a una docena de perioditas— que el tribunal “se ha equivocado”. Pues nada, a Europa con el recurso hombre, que la pólvora es del Rey —y genera mucho humo que impide ver nada— y de paso reforzamos el título de ser uno de los municipios que más pleitea en todo el país. Será que la negociación no se estila, digo yo.

No todo el mundo dispone de facilidades para pagar la justicia, que está muy cara. Mire los de UPyD, a los que la curiosidad —y la devoción por el servicio al ciudadano, por supuesto— que les llevó a personarse en el “caso Navicoas” y Caja Segovia les cuesta de entrada 2.500 euros. Sus representantes, claro, se quejan, pero pagan, que al final parece que sale a cuenta tener información de primera mano.

Entre los que harán “el paseíllo” al Juzgado de lo Mercantil hay varios miembros de la comitiva segoviana que este fin de semana participa en la reunión, en Valladolid, de la  Convención Nacional del Partido Popular, pero sin Aznar o Mayor Oreja y las aguas un tanto revueltas… No me lo pierdo.

Me acuerdo ahora de que esta semana falleció Blas Piñar, el de Fuerza Nueva. Será porque yo a ese le vi aquí entrando en un mitin en el Juan Bravo de esos de bandera, boina y parafernalia musical y aquello se me grabó en la memoria. Fíjese que me acuerdo con detalle hasta de las personas que vi entonces rodeando al político…

Bueno, paz y nada de violencia, que ha sido el día mundial de la cosa y nos han inundado de canciones, poesías y proclamas, que me dejan el corazón muy tierno. También me ocurre con las palabras de Fernando Correa explicando que vuelve a la Segoviana, para darlo todo por la camiseta. Pues nada, bienvenido y felicitaciones al equipo, capaz de ganar al Astorga, que es el ogro de la categoría.

A ver, que abro aquí un capítulo de sucesos y noticias policiales. Me pasan una de la que se colige que la policía atrapó el otro día a un par de tipos que, deduzco del escrito, tenían toda la pinta de venir a robar al polígono. No sé con qué cargos los detuvieron, pero me parece bien lo de la prevención en general, que los industriales de esa zona están hasta el gorro de robos.

Me encuentro otra comunicación sobre la detención de dos ladrones de piñas, encima pegones. Me dicen que el asunto, aunque sea de piñones, no es para tomarlo a broma. Pues yo muy serio.

Y finalmente, destaco aquí la de ese hombre que alquilaba habitaciones en pisos compartidos para acabar robando al resto de inquilinos. Como anda el patio. Ya no te puedes ni fiar de un desconocido que vive en la misma casa que tu.

Total, que qué le voy a decir. “Somos una provincia tranquila con bajos niveles de delincuencia y alta eficacia policial”, machaca el mantra que mana de la subdelegación del Gobierno. A la vista de la información que ofrecen, será verdad ¿No?

Fui precavido y me vacuné en tiempo y forma de lo de la gripe y aquí me tiene, fuerte como un roble. No solo yo, que en el hospital no se ha registrado aún (y estamos e la cuarta semana de campaña) ningún ingreso por gripe A. Estupendo. Y mire que hemos tenido ocasión de coger cualquier cosa después de las lluvias que han caído este mes, que son de record: este año, casi el doble que la media.

Me invento otra sección breve que llamaré “cosas de la crisis”. Y ahí me entra la confirmación por las autoridades de Adif de que el túnel para comunicar Chamartín y Atocha —básico para los segovianos viajeros y amantes del tren— tendrá que esperar a ver si aparecen los 70 millones que faltan para la obra…

El mismo Adif nos ha sorprendido con una adjudicación masiva de las plazas de aparcamiento en las estaciones de alta velocidad a una sola empresa… Algo me dice que esos precios van a subir, ya ve y eso unido al coste del taxi, que no es pequeño, o a la más que previsible reducción de frecuencias de los urbanos a Guiomar, pues me pone el precio final de coger el tren por un pico.

Espero que eso no influya en las ganas de los turistas de venir a Segovia, donde una de las miles de propuestas es ir al restaurante José María, incluido en una nueva guía como uno de los diez mejores asadores del país. Pero hay muchos más en Segovia y le recuerdo que la mayoría de ellos participa se suma esta semana a la campaña de El Dorado, cuando las raciones de cochinillo valen la mitad que el resto del año.

La verdad, la oferta me atrae. Si le apetece, compartimos mesa. Propongo el lunes, por ejemplo, después del pleno de los presupuestos, y así charlamos un rato y me pone un poco al día.

Author: Justo Verdugo

Justo Verdugo, segoviano de cierta edad es un observador de su entorno y un ávido consumidor de las noticias que se publican en cualquier soporte y lugar. Con periodicidad semanal, el autor resume sus conclusiones en esta sección, en la que todos los ciudadanos están invitados a opinar a través de sus comentarios.

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