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“Segovia puede haber perdido el 40% de su cañada ovina en 3 o 4 años”

Siempre hay un buen motivo para hablar del cordero lechal, y más en Segovia, donde la Navidad, si tuviera un olor, sería el de los asados típicos de la tierra. Pero, en este momento, el alto precio alcanzado por este producto nos obliga a preguntar  qué está ocurriendo en el sector a Juan Antonio García es ganadero y responsable de la asociación Segolechal, asociación que fue creada para la promoción y el apoyo del lechazo segoviano. . El cordero completo, en carnicería, se pone, aproximadamente, a 150 euros la unidad y las chuletas de lechal a más de 30 euros… ¿Será coyuntural o deberemos acostumbrarnos?

La pandemia, la paralización de la hostelería, la desaparición de rebaños, la falta de jóvenes que quieran tomar el testigo… han empujado al sector hasta posiciones incómodas. En el caso de los ganaderos de ovino la situación les hizo dar un paso más y, durante el confinamiento, asaban el cordero que producían y lo llevaban a los domicilios de sus clientes. Hoy, cuando las puertas de nuestras casas están abiertas, esta parte del negocio funciona a paso mucho más lento. Para García, Segolechal “está dormida”. La Junta de Castilla y León les paralizó la marca ante la existencia de otras dos: La IGP y La Marca de Garantía y, aguardan a que llegue el día en el que se realice alguna actividad que les permita reactivarse. Fácil no lo tienen pero de momento los precios elevados les permiten que la producción no de pérdidas.

P-En un momento en el que los precios, en general, no dejan de subir, podríamos destacar lo que ocurre con la carne de cordero en una provincia en la que este producto es fundamental, más aun en estas fechas ¿Qué está ocurriendo?
R-Lo que está ocurriendo es que ha habido un descenso grande de la cabaña ganadera tanto a nivel nacional como local. En Segovia y en Castilla y León se ha perdido mucho censo de ganado ovino. A esto se ha sumado los dos años de pandemia que llevamos y, como consecuencia, que la gente lleva todo el verano y el otoño, aprovechando el buen tiempo, saliendo en masa a los restaurantes a comer, lo que hace que se esté consumiendo una gran cantidad de cordero y cochinillo…
Se ha juntado la escasez de producto, porque venimos arrastrando una crisis en el sector desde hace muchos años, que hace que la gente se aburra y quite las ovejas, lo que produce un descenso en el lechazo y en el cordero en general. También nos ha afectado la escasa paridera que ha habido en países como Francia que, normalmente en estas fechas, envían codero a España pero…. siempre hay un pero en estas cosas, gracias a estos precios elevados estamos consiguiendo salvar los costes de la alimentación que se ha incrementado un 40%.
Los piensos están a precios insostenibles, la luz, el gasoil, los cereales… el incremento de precios ha sido brutal en las materias primas y en los piensos, que están un 40% más caros que el año pasado. Gracias al precio del cordero, hemos conseguido salvar un poco los muebles. Haciendo números, no es tan exagerado el beneficio para el ganadero

P-¿La subida en el precio del cordero beneficia a los ganaderos o, como en otros casos, las ganancias se van quedando por el camino?
R-Estamos consiguiendo buen precio pero hemos tenido el inconveniente del incremento de costes. No se ha obtenido el incremento que en principio podría parecer.
Cuando ves lechazo en la carnicería o en la lonja, piensas “¡Cómo está ahora esto!” pero con el incremento de precios está costando criar un lechazo entre 5 y 7 euros más que el año pasado dependiendo de las explotaciones. En el cordero cebado, tres cuartas partes de lo mismo. Este sector y el de vacuno se han beneficiado de los precios pero, el porcino y el avícola se han hundido. Básicamente es eso lo que ha estado ocurriendo.

P-Este problema, por lo que cuentas, también ha ocurrido en Francia, no solo afecta a la cabaña de Segovia…
R-Estamos en mercados globalizados. Otros años, desde el mes de noviembre estaría entrando ganado griego, italiano y francés pero, por diferentes temas no ha habido la paridera que se esperaba, ni a nivel nacional ni a nivel internacional. Los mercados han demandado muchos lechazos y, en algunos momentos, hemos tenido escasez. Eso ha arrastrado al cordero grande y su carne ha comenzado a “gastarse” al haber poco lechazo, lo que ha provocado que el cordero grande también haya subido de precio. La tónica general, en la situación actual del sector ovino no es tan desastrosa como otros años atrás. Ahora tenemos que esperar a ver lo que va a ocurrir cuando pasen las fiestas y, sobre todo, lo que pueda ocurrir con el “tema” pandemia que es lo que nos tiene en vilo a los productores.

P-¿Por qué?
R-Porque los restaurantes tienen dudas. Tienen anulaciones de cenas de empresa y reuniones familiares o, al menos es lo que se comenta en los medios de comunicación. Los restaurantes van a intentar salvar la campaña de Navidad en Castilla y León, no poniendo más restricciones de las que ya hay pero, está el miedo del cliente, el miedo a reunirse o no, consumir o no…
Hay mucha incertidumbre. Creemos que no va a ser muy desastroso porque si la gente no se reúne en restaurantes lo hará en sus casas. Hay mucha incertidumbre con el brote de Ómicron

P-¿A qué precio está el cordero en estos días?
R-Ahora, el cordero extra, en lonja, se está pagando al ganadero 83 euros. El cordero entero. A eso hay que añadirle el IVA. A esa cantidad, el mayorista o el carnicero, deberá añadir el transporte, matanza… de ahí los precios que actualmente se ven en las carnicerías Actualmente, sin entrar en el cordero de nodriza o francés, que es más barato, el cordero de Segovia, criado con leche materna de oveja, como toda la vida… su precio en la carnicería no es exagerado. El incremento de los precios de lonja lleva a lo que ya sabemos.
¿Se puede encontrar cordero más barato? por supuesto. Lo poco que esté entrando desde Italia, Grecia o Francia… pero es otra cosa. Es otro tipo de lechazo criado con nodriza… es otra calidad. Lo que siempre hemos dicho es que es importante qué se vigile la trazabilidad y el etiquetado de las carnes que proceden de otros países y… que el consumidor elija, ahí no podemos entrar nosotros.

P- Ha comentado que hay ganaderos dedicados al ovino que están dejando sus rebaños ¿Cuántos habrán tomado esa decisión en el año que está terminando? ¿Cuántos permanecen en Segolechal?
R-Segolechal perdió a la mitad de los ganaderos asociados. Segovia puede haber perdido el 30% de su cabaña en los últimos 3 o 4 años. A nivel de Castilla y León ha sido lo mismo y, a nivel nacional, también ¿Porqué? Porque el ovino es más sacrificado que otro tipo de ganado y es un trabajo de 365 días al año, hay que estar  de su muy encima de los animales y venimos arrastrando la crisis desde hace muchos años.
Lo que está ocurriendo ahora mismo es coyuntural, por la pandemia. Después, la gente ha salido de casa con muchas ganas, aún habiendo una merma en la producción. El año de la pandemia los precios fueron desastrosos y obligaron a mucha gente a abandonar. Arrancamos con precios de 25 o 30 euros el lechal en el mes de marzo o abril de 2020 y rematamos con precios de 65, 68, 70 euros, al final de año. Podemos decir que el balance fue a pérdidas.
Ahora, porque en este momento el precio es el que es, la gente no va a aguantar el ganado si no tiene ninguna perspectiva y hay muy poco relevo generacional. La gente joven no quiere dedicarse al ganado, ni al ovino ni a ninguno, quieren otros trabajos que les permitan más libertad.
No sé qué ocurrirá en un futuro pero espero que se frene la sangría que hay en este momento en el que continúan desapareciendo rebaños y en el que todo el ganado va al matadero porque el precio del ovino de desvieje es bueno. Se exporta a Italia, Francia, Grecia y a los Países Árabes, que demandan este tipo de carne… Lo que impulsa a los ganaderos a quitar las ovejas junto al resto de los problemas del sector…


Author: Redacción

Acueducto2. Noticias y actualidad de Segovia.

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1 Comment

  1. Estamos olvidando nuestras raíces a una velocidad pasmosa en las cuatro últimas décadas. Borrando siglos de historia a pasos de gigante. Una lástima.

    Bonitos mastines los del ganadero de la foto. Esos son los mastines auténticos de los rebaños castellanos y no los molosos de criadero que nos quieren vender hoy en día.
    No debemos perder al mastín de campo, mastín de trabajo. Son parte de nuestro patrimonio.

    Un saludo.

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