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No utilicen el término igualdad en vano

Reconozco que además de participar en la política activa, me atrae como politólogo analizar el día a día político y preguntarme en las estrategias partidistas las acciones que se realizan.

Por ello, llego a la conclusión de que la estrategia del PP utilizando permanentemente el término “igualdad”, es una mera operación de “merchandising político”, para esconder la realidad que significa que no creen en la igualdad real, más bien practican el clasismo y el apoyo a los que más tienen. Sí, algunos pensarán, que es penosa esta utilización, sólo semántica de un término tan ligado a los valores de la socialdemocracia y tan alejadas de los requisitos de la derecha o conservadores. Por ello, ¡no utilicen el término igualdad en vano!

La definición de “igualdad” es el derecho de todos los seres humanos a ser iguales en dignidad, a ser tratados con respeto y consideración y a participar sobre bases iguales en cualquier área de la vida económica, social, política, cultural o civil. Es necesario además indicar que la “equidad” es una realidad que implica el reconocimiento de características y condiciones personales y sociales para que la aplicación de la igualdad sea justa. Y aquí es donde descabalga el discurso de la derecha por la “igualdad”. Efectivamente propugnar y defender la igualdad, no puede olvidar la equidad, la justicia de apoyar a quien más lo necesita.

Es incongruente proclamar la igualdad y después votar en contra de la subida de las pensiones según el IPC que beneficia a 35000 segovianos, de la bonificación al transporte público, de la rebaja del IVA de los alimentos básicos, del abaratamiento de la factura de la luz y gas, de la prohibición de cortar los suministros básicos de luz, agua y gas a los consumidores vulnerables, el aumento de las prestaciones por desempleo, madres trabajadoras de Segovia, cerca de 1.106 beneficiarias del permiso de maternidad de la llegada de 10.000 millones de euros en fondos europeos o la modernización y acercamiento de la justicia a la ciudadanía, implementar reformas en Función Pública para mejorar las condiciones de los empleados públicos, instalar un padrón municipal digital eficiente, junto a más incentivos fiscales al mecenazgo, o políticas de vivienda pública y alquiler social.

Es contrario a la igualdad votar en contra de que se bonifique el transporte público a los cerca de 8.000 viajeros habituales de nuestra provincia, trabajadores y estudiantes, o la creación de un Fondo de Coinversión, con una dotación inicial de 2.000 m euros, para atraer inversión exterior e impulsar la modernización productiva, el crecimiento sostenible, la transición ecológica y digital de la economía española.

Es igualdad en el modelo de la derecha, comprobar como en nuestro país en global las cifras del empleo, rompe récords, con más de 21,2 millones de cotizantes a la seguridad social (72200 en la provincia), se crearon 783.000 puestos de trabajo y el paro bajo hasta los 2,8 millones. Pero las políticas que sufrimos en nuestra comunidad autónoma de la derecha y la ultraderecha, dejan huella, y en Castilla y León y en Segovia, subió el paro, se creo menos empleo y no aumentó de forma tan evidente los cotizantes. Se llenan la boca de utilizar semánticamente el término igualdad, pero el resultado es todo lo contrario con sus políticas.

Seguramente en su concepción de igualdad, votar en contra de la subida de impuestos a las grandes fortunas o grandes empresas, cada día propugnar la bajada de impuestos que sólo benefician a los que más tienen, pero después las comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos detentadas por la derecha, que por cierto están disfrutando de los mayores ingresos procedentes del Estado en la historia, a la mínima piden más fondos al Estado. Lo de soplar y absorber al mismo tiempo no es posible, pero todo vale con tal de hacer ruido para que la ciudadanía no conozca la realidad, no arrimar el hombro para ayudar a la gente normal, elevar la crispación, insultar al gobierno y al presidente y exagerar cada día en una competición absurda.

Honestamente pienso que vivimos en España en un momento globalmente importante en lo económico y en lo social, a pesar de los escenarios de incertidumbre internacional y por supuesto de escenarios personales complicados. La política económica de nuestro país, está a la vanguardia europea y así es reconocida.

Pero sigamos con los ejemplos de igualdad de la derecha, como que Segovia sea la única provincia de la comunidad, sin un plan industrial de la Junta de Castilla y León, sin una segunda infraestructura hospitalaria en funcionamiento, con centros de salud prometidos repetitivamente y sin construir: Nueva Segovia, Cuéllar, El Espinar. Con unos problemas enormes de falta de profesionales médicos y de enfermería, con falta de atención en el medio rural, con listas de esperas interminables y con especialidades con escasos profesionales en el hospital general. O que dejen a los alumnos sin impartir FP en Ayllón, o a los profesores siempre en malas condiciones, etc.

También es igualdad votar en contra y permitir que la Diputación Provincial, cobre unas cantidades desorbitadas a los ayuntamientos por la recaudación de impuestos, que no disponga de un plan de carreteras con suficiente planificación y financiación o que vote en contra de ayudas extraordinarias para paliar los daños de las inundaciones de hace unos días en un buen número de municipios. Después sacan los slogans de boquilla: Nuestros pueblos, nuestro compromiso y ya está todo salvado, ya existe igualdad plena. En fin, disculpen la sorna, pero es tremendo.

Igual de tremendo es escuchar a uno de los dirigentes de referencia de la derecha, el Sr. González Pons, atacar al tribunal constitucional, como hemos visto. Por cierto, no defendían que eso del lawfare era vergonzoso y se publicaron comunicados, se hicieron concentraciones, etc. y ahora esto ya no tiene importancia. De verás, lo que hay que ver.

Ni se inmutan con la tragedia humanitaria en la franja de Gaza, que deja imágenes y cifras dramáticas, ni les gustan muchos las propuestas de mejora de las condiciones en origen de los inmigrantes para que no tengan que salir de sus países para poder vivir.

Y la última igualdad del PP, por hoy, el Watergate popular, ya saben utilizar la policía y medios públicos, para espiar rivales políticos, gobiernos autonómicos, fabricar noticias falsas para dañar rivales, y toda la colección de corruptelas que, desde el ministerio del Interior, gestionado por el PP vamos conociendo cada día.

De veras que ¡no utilicen el término igualdad en vano!, que ya conocemos sus avales y por fortuna disponemos de un gobierno en nuestro país, que practica políticas que, si piensan en la equidad, en la igualdad y en la justicia social.


Author: José Luis Aceves Galindo

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