Jornada de puertas abiertas en el Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla. Una ocasión para conocer zonas rara vez accesibles del corazón mariano de Segovia, como las dos sacristías, el pequeño museo donde se guardan lo mantos más espectaculares, el coro o el camerín de la Fuencisla.
La jornada estuvo organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de la Fuencisla y contó con una notable participación, especialmente por la mañana. Para la ocasión, la Virgen lucía uno de sus más emblemáticos y desconocidos mantos, datado a mediados del XIX. Casi nunca se usa porque hasta ayer, no había una capa a juego para el Niño. Especial protagonismo tuvo, en la jornada de la Asunción, el cuadro de La Asunción de la Virgen, de Ribera, una de las cimas del arte sacro barroco. Ahí se iniciaba la visita, que recorría también las dos sacristías, la churrigueresca, con sus trampantojos, platerías y profusa decoración, y la sala-museo, con los mantos más destacados, como el regalado en su día por la reina María Cristina, y los óleos con los principales milagros de la patrona de Segovia, desde el de María del Salto al desprendimiento de peñas de 1631 "que no mató a nadie". El recorrido pasaba también por el cameril, excavado en la roca y por tanto, con mucha humedad, lo que ha deteriorado los frescos ornamentales que decoran este espacio. Especial importancia tiene el retablo del altar mayor, de Pedro de la Torre, un alarde de imaginería barroca. Por último, ya en el exterior, voluntarios de la cofradía explicaban la historia del santuario, construido entre 1598 y 1613 según los planos diseñados por Juan de Mora.
Últimos comentarios