Posted By Redacción on 22, Dic, 2016

El portavoz de IU, Ángel Galindo, ha explotado. Los continuos retrasos y aplazamientos de fechas para la conclusión de las bases del concurso del nuevo servicio de autobuses comienzan a parecerle “una broma de mal gusto” que achaca a dos posibles motivos: “la incapacidad política” del equipo de Gobierno o que el retraso “tiene intencionalidad política” para poner los nuevos vehículos en funcionamiento lo más cerca posible de la fecha de las próximas elecciones. El edil advirtió además a Luquero que debe escuchar a la oposición “porque necesita el voto de otros concejales para aprobar el pliego”.

Un autobús averiado, el 21 de diciembre, en la calle de San Facundo.

Como ya hiciera el Partido Popular esta semana —la portavoz, Raquel Fernández lamentó la falta de explicaciones y de respeto al ciudadano— el representante de IU en el Ayuntamiento de la capital, Ángel Galindo, no oculta su malestar por el lentísimo desarrollo de los trabajos de elaboración del pliego para el concurso del servicio de autobuses urbanos y los constantes aplazamientos por parte de la alcaldesa, Clara Luquero y tachó la situación como “una broma de mal gusto”, a la vez que consideró “reprobable” la gestión de este asunto por el equipo de Gobierno.

El concejal solo encuentra dos explicaciones posibles, a cual peor, para esta situación: o el Gobierno socialista tiene “incapacidad política” para afrontar este trabajo, o la justificación tiene tintes electorales y “lo está retrasando con una intencionalidad política” tratando de inaugurar el servicio lo más cerca posible de las próximas elecciones.

Además, Galindo ha lamentado que el equipo de la regidora no esté dando participación ni información a los grupos de la oposición, otro motivo para el malestar del portavoz que insinuó que en esta ocasión podría dejar de ser la tabla de salvación del Gobierno que ha sido en otros temas de importancia durante este mandato recordando a los socialistas que no tienen mayoría absoluta y que “necesita el voto de otros concejales” para sacar adelante el proyecto.

Luquero respondió inmediatamente a las críticas achacando a toda la oposición el “desconocimiento de los procesos administrativos”, ya que a su juicio todo se está haciendo “correctamente” y ahora es el momento del intercambio de “sugerencias” entre los técnicos de Contratación e Intervención para rematar el documento.

La regidora se preguntó “de dónde han sacado [la oposición] que hay que cambiar todo el pliego, obviando que fue ella misma la que, el 15 de diciembre, hace una semana, anunciaba en conferencia de prensa un nuevo retraso por la necesidad e “hacer un replanteamiento de todo el documento” e incluso reconocía que “no me ha hecho ninguna gracia saberlo”.

Igualmente, aseguró ser consciente de su posición minoritaria frente a la oposición aunque también en este caso se mostró retadora porque “les costaría mucho explicárselo a los ciudadanos”.

Un retraso sostenido.

Aunque la tramitación del nuevo pliego del transporte y la renovación del servicio se anunció en periodo electoral como uno de los primeros trabajos a ejecutar por el Gobierno local surgido tras las elecciones, lo cierto es que se llegó al mes de junio pasado, cuando vencía la actual contrata, sin que prácticamente se hubiera movido un papel en este sentido.

La hemeroteca refleja un retraso sostenido en los plazos para la redacción del pliego y el resto del proceso de renovación del servicio. Si en octubre de 2015 se estaba “trabajando en el pliego” y se daba por hecho que el servicio se renovaría antes de julio siguiente, en diciembre de 2015 se fijaba la fecha de conclusión del pliego en febrero gracias a que los trabajos estaban “bastante avanzados” y se mantenía el plazo, imposible administrativamente, de inaugurar el servicio tres meses después.

No obstante, las declaraciones de marzo pasado ya llevaban la conclusión del trabajo “al verano”, mientras que en abril se despachaba el asunto fijando el inicio del concurso para “el segundo semestre de 2016”, en cuyo caso, los nuevos autobuses funcionarían, apurando nuevamente el cálculo de los plazos, como muy pronto para la próxima primavera.

Nuevas referencias, proclamadas siempre solemnemente en conferencias de prensa, de julio, septiembre y diciembre de este año han ido trasladando la puesta en servicio de la nueva contrata a julio, septiembre y diciembre de 2017.

No obstante, el pliego está aún inacabado en su redacción y una vez concluido debe someterse a la aprobación de la Corporación y si lo logra, se abrirá el largo proceso de concurso y adjudicación —con el obligado cumplimiento de varios plazos administrativos que incluyen publicaciones y posibles alegaciones o impugnaciones con sus plazos de resolución— momento a partir del cual, la nueva concesionaria debe encargar los nuevos vehículos y ponerlos en funcionamiento cuando los reciba, unos seis meses después, de nuevo calculando los plazos más ajustados.

Así las cosas, quizá la teoría de que la inauguración “real” pueda producirse en verano de 2018 —los socialistas consideran un fetiche para este tipo de presentaciones el 29 de junio— a menos de un año de elecciones no sea descabellado, siempre que se den prisa.

1 Comment

Si se puede majetes
22 diciembre, 2016
Qué coña van a advertir, si son lacayos de sus inútiles pactos. Lo más que hace IU, y mira que lo siento en el alma, es presentar mociones de chichi nabo y, la más de las veces, ridículeces de poner una ‘a’, junto a una ‘o’, porque se le ha olvidado al pasante de turno y se puede hundir Segovia ¡Qué digo Segovia, el mundo mundial! Otros que tal bailan.
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