Los hosteleros segovianos están preocupados tras la denegación desde el Ayuntamiento de varias licencias de terrazas por ocupar plazas de aparcamiento. Algunas de esas zonas de terraza fueron “improvisadas” durante la pandemia para que los establecimientos pudieran mantener su actividad, pero también hay otras a las que se permitía esa “invasión” de la calzada desde mucho antes de la Covid. La patronal de hostelería ha pedido soluciones en el Ayuntamiento e incluso se compromete a realizar informes personalizados de cada establecimiento para que se busquen “soluciones individualizadas”.

Hotuse ha convocado a los hosteleros afectados por la denegación terrazas a una reunión con los concejales y técnicos de los departamentos municipales implicados después de que este año “se ha creado mucha incertidumbre entre los empresarios hosteleros” debido a la denegación sobre la instalación de terrazas y mesas cenicero en varios establecimientos de los barrios y la capital segoviana”.

El propio ayuntamiento alegaba que un informe del procurador del común —”el cual no es preceptivo, ni vinculante”, matizan desde la patronal— a que, después de la pandemia, esos espacios tenían que volver a la normalidad, “pero en ciertos casos concretos estas terrazas se llevan autorizando antes de la pandemia, algunas se llevan poniendo más de 10 años“, alertaban los empresarios, que apuntaban también que han presentado recursos y alegaciones, además de haber recogido más de 3.000 firmas en tres días, tras lo cual, se decidió convocar a los afectados a una reunión con los responsables municipales que “se desarrolló de forma cordial” y trataron de acercar posturas.

Desde Hotuse, que gestiona el 80% de las terrazas de la capital, se ha adquirido el compromiso de elaborar un informe personalizado por cada establecimiento para ver qué solución se le puede dar de forma individualizada. Consideran muy importante dar una solución a este problema, ya que prácticamente todos estos pequeños establecimientos están en los barrios, donde es muy importante que se mantengan abiertos para dar servicio a los propios vecinos.

“Hay que saber que hoy en día, un establecimiento hostelero sin terraza tiene una supervivencia complicada y denegar la instalación a estos estabelecimientos le aboca a la ruina, al cierre y por consiguiente al paro de muchas familias, con el consiguiente perjuicio para la vida de los barrios”, concluyen desde la asociación.