El Ayuntamiento de San Cristóbal expropia 80.000 metros a unos 60 vecinos

Posted By Redacción on 10, Nov, 2016

Tumultuoso acto de firma de actas de expropiación en el Ayuntamiento de San Cristóbal de Segovia. Por las Normas Urbanísticas aprobadas en 2014 se establecían tres bolsas de suelo a incorporar a los sistemas generales por expropiación, al no haberse conseguido la cesión por convenio. Iniciado el proceso, el 9 de noviembre tocaba firmar el acta de expropiación, y que afecta a unos 60 vecinos herederos en su mayoría de propietarios de las fincas afectadas. La intervención del abogado, que se negó a aceptar un proceso de firma individualizada y, según el alcalde, Óscar Moral, “venía con ganas de montar lío”, motivó la intervención de la Guardia Civil que “ordenó” el acto. “El proceder del abogado me parece inaceptable y que contrasta con el buen comportamiento de sus representados. No hay que llevar las cosas a estos extremos”, lamentaba el alcalde.

Clicar para ampliar.

Los terrenos en cuestión son las franjas en azul del mapa, unos 80.000 metros cuadrados de suelo rústico. Al norte, y pegando junto al complejo deportivo, una franja de 5.000 m que el consistorio quiere dedicar a instalaciones deportivas (un frontón y cancha multiusos). En dirección a Trescasas, otra franja de unos 20.000 m, donde se prevé ubicar los futuros depósitos de agua de la localidad y un nuevo punto limpio, estas dos zonas son terreno rústico con protección de vistas. Por último, la más problemática, es una finca proindiviso, cuya propiedad se reparte porcentualmente entre una cincuentena de herederos, en su mayoría vecinos de San Cristóbal, y que desde 2013 vienen movilizándose contra las Normas Urbanísticas. Además ser terreno rústico, esta finca es de especial protección por orillar el arroyo del Valle. Los planes del ayuntamiento son habilitar ahí un parque y una cancha de fútbol 11.

Tres millones vs 73.000€

Óscar Benito Moral Sanz.

Para todo el proceso expropiatorio el ayuntamiento prevé unos 73.000€ en indemnizaciones. En el proceso de firma, solo la propiedad de una de las tres fincas, la del norte, aceptó, el resto recurrirán a la comisión territorial de valoraciones. En concreto, los vecinos de la finca de arroyo del Valle cifran en tres millones de euros el valor de su propiedad.

El rápido crecimiento de San Cristóbal, a finales del siglo XX, redundó en un déficit de suelo público. El objetivo del expediente puesto en marcha en el municipio del alfoz segoviano pretende subsanar parcialmente esa situación. Lo normal es limitar las expropiaciones a pequeñas parcelas, como ha sido el caso de la finca lindante con los pabellones deportivos. Cuando se trata de más terreno la figura habitual viene siendo el convenio urbanístico: se desarrolla un plan parcial, se crea una junta de compensación y se fija un porcentaje de construcción, distribuyéndose el valor comercial de los terrenos entre todos los implicados y facilitando que los propietarios de zonas ambientalmente sensibles o de zonas verdes participen también del lucro del porcentaje del suelo construible global.

No ha sido el caso en San Cristóbal de Segovia, al menos en lo tocante a la finca del arroyo del Valle. “Lo estuvimos intentando durante tres años, pero las circunstancias de la propiedad lo hacían imposible”, explica el alcalde. “Una usurpación de terreno, por la vía de no reconocer a los herederos “, explicaba a los medios de comunicación el abogado contratado por 56 afectados.

Todo se remonta a principios del siglo XX. Media docena de propietarios adquirieron proindiviso la finca a unos de los mayores terratenientes de la provincia de Segovia, el marqués del Arco. Se trataba de pequeños ganaderos interesados en los fértiles pastos de unos terrenos con agua para sus vacas. Más de un siglo después, herencias en fase de resolución, litigios entre herederos hacen “inviable”, siempre según el alcalde, llegar a convenios urbanísticos con los descendientes de la propiedad, “en muchos casos la propiedad no está ni registrada, así las cosas, los servicios jurídico municipales señalaron que la única fórmula posible era expropiar”, cuenta Óscar Benito. Algo similar sucede en la finca de la carretera de Trescasas, actualmente en litigio entre los herederos del marqués.