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De burocracia y profesorado

Soy Alberto Martín García (Segovia, 1982), profesor universitario y escritor, y desde hoy le robo este espacio al Acueducto2.com para hablar de temas de actualidad con los que espero se genere debate y sirva de intercambio de opiniones con ustedes. He sido community manager durante trece años, así que responderé siempre a todos los comentarios, incluidos los que me pongan verde, que suelen ser lo mejores. ¡Bienvenidos!

 

Hace unos días leí un tuit de un profesor de instituto recién jubilado que afirmaba derrotado que, aunque le dieran la oportunidad de continuar ejerciendo su profesión, no aceptaría porque se le hacía entre imposible y tedioso seguir trabajando en una profesión donde el entramado burocrático, de competencias e informes infinitos, imposibilita centrarse en el motivo por el que cualquier profesor o profesora con vocación eligió serlo: su alumnado.

La burocracia mata la creatividad, la ignorancia señala falsos culpables y la política contamina lo que toca. Estamos en un momento crucial en el que los avances tecnológicos, un cambio social de mentalidad, la aparición de nuevas profesiones y el encontrarse en una sociedad hiperconectada (y saturada) que ha modificado las relaciones personales y las formas de acceder al conocimiento, cambian las normas del juego desde el minuto uno en el que comienza una clase.

¿Qué vale de todo lo hecho anteriormente? Mucho, muchísimo, pero habrá que adaptarlo a la realidad —que siempre va por delante— y dejar tiempo y espacio al docente para que se forme y poco a poco aplique nuevas formas de enseñanza en el aula. El progreso en cualquier disciplina no llega por arte de magia. Pero todo ello se vuelve insostenible si el profesor tiene que convivir con una telaraña de leyes educativas antiguas (Wert) y nuevas (Celaá). Se necesitan años para entenderlas y ser aplicadas y han sido creadas para demostrar al anterior gobierno que estaba equivocado. Los gobernantes no ponen en el foco en lograr el aprendizaje real de los estudiantes, y lo peor, sus leyes no han sido creadas ni consensuadas con quienes realmente saben de educación.

Los profesores de colegio e instituto son sacos de boxeo cuando algo va mal, los primeros a los que atizar. Son juzgados sin derecho a defenderse en los grupos de WhatsApp de padres y madres y blanco de las críticas si hay algún incidente dentro del centro. Si aprueba la Ebau el 98% (¡¡el 98!!) la culpa es de los docentes, que lo regalan, no de quienes han diseñado desde sus despachos una prueba que ha perdido todo valor como filtro selectivo de tanto manosearla. Cuando en el Congreso de los Diputados nos encontramos un Wert o una Celaá defendiendo su ley, no está hablando en nombre de los profesores, porque si se pararan un minuto a escucharlos entenderían que lo que quieren es disponer de todo su tiempo para preparar las clases, entender a los alumnos, personalizar al máximo su enseñanza, escuchar, debatir… y no para dar cuentas casi a diario y acabar rellenando documentos que, después de cinco o seis horas seguidas de docencia, no sirven para nada más que para que otros saquen pecho de datos que son más un brindis al sol que una realidad.

Por ello, mi primera reflexión en este periódico digital es para mostrar mi reconocimiento a esa amplia parte del profesorado que se esfuerza en hacer bien su labor a pesar de las piedras que les ponen delante. No hay ninguna profesión desde la que se tenga más capacidad de influir —para bien— en los jóvenes el resto de sus vidas, la relevancia de los años de colegio será mayor si el profesor recupera la iniciativa y se la arrebata a quienes deciden por interés políticos, no educativos.


Author: Alberto Martín

Profesor universitario y escritor

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11 Comments

  1. Señor Martín, no le voy a poner verde. Me alegra que pase usted a formar parte del plantel de firmas de este tabloide. Tiene, en este caso, más razón que un santo. Nuestros maestros y profesores tienen que devanarse los sesos cada comienzo de curso en hacer encaje de que sus enseñanzas se ajustan a la LOGSE, LODE, LOCE, LOE, LOMCE, LOMLOE… mientras que el Teorema de Pitágoras, las Leyes de Newton, la prosa de Quevedo, las sonatas de Chopin, las tallas de Miguel Ángel, los ríos Eresma y Esla, el Virreinato de Perú o el magma del manto terrestre siguen siendo los mismos. No le quiero contar el periplo que tienen que atravesar a final de curso y de cada trimestre para evaluar los objetivos, competencias y demás paradigmas a los que se enfrentan. Mientras que en España no seamos capaces de alcanzar un pacto por la educación (Gabilondo anduvo cerca) estaremos en un bucle burocrático más y más grande. No nos llevemos las manos a la cabeza cuando nos demos cuenta de que nuestra educación occidental ha perdido competitividad en el mundo global.

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    • Muchas gracias por su respuesta, Amadeus.

      No puedo rebatirle nada porque estoy de acuerdo en todo. Una ley educativa por gobierno, programaciones infinitas, un aula que ahora es más compleja que antaño… La sensación es que estas leyes no se han hecho para mejorar el día a día del profesorado y del alumnado sino para sacar pecho por cuestiones políticas. Es asombroso hablar con profesores de colegio e instituto de lugares muy diferentes y ver que absolutamente todos coinciden en el problema que estamos hablando.

      Encantado de tenerle por aquí. Saludos.

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  2. “community manager” ¿qué significa? ¿porqué hay que traducir cuando en castellano hay definiciones suficientes-?

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    • Hola, ‘vecino’. Tiene más razón que un santo. El mundo de la publicidad se ha llenado de anglicismos innecesarios que a veces parece que sólo sirven para ver quién sabe más: awareness, engagement, content curator, insight, lovemark, social media, teaser… Supongo que como las herramientas tecnológicas que usamos son comunes, y la mayoría extranjeras, se ha unificado el lenguaje y no se ha hecho un esfuerzo en tener nuestro propio lenguaje comunicativo.

      Saludos y feliz domingo.

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  3. Desde mi punto de vista, la enseñanza como otros servicios básicos para la sociedad, no deberían de estar transferidos.

    Su no hay un criterio uniforme y una única gestión, es imposible garantizar la ecuanimidad y la imparcialidad en temas de tan amplio calado en la sociedad.

    Al final, todo queda en manos de los actuales “reinos de taifas autonómicos” a merced de las manandurrias locales, permitiendo que existan adoctrinamientos en la educación, llegándose en algunos casos a falsear la propia Historia.

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    • Hola, Fred.

      En el caso concreto de la educación tiene un peligro de base: 17 maneras de entender la educación, de financiarla, de oposiciones diferentes, de pruebas de acceso a la universidad muy variables, de ideologías… y además, como es lógico, cualquier estudiante puede elegir, si le da la nota, la comunidad autónoma para hacer un grado universitario o de formación profesional, lo que conlleva a que no empiecen esos estudios en una línea parecida.
      El tema tiene muchas aristas y la idea común entre el profesorado y los pedagogos de que cada ley empeora las cosas desde el gobierno central y desde las comunidades

      Gracias por tu aportación. Saludos.

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  4. Muy buen articulo…seguro que por su trabajo conoce muchos casos de manipulación y engaño por parte de medios de comunicación,redes y demás.. podría hacer algunos artículos para aprender a detectarlos y ver toda la desinformación que existe??? Graciad

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    • Hola, Ana.

      Gracias a usted por el interés.

      Por supuesto, no tengo problema en preparar una entrada en esta sección hablando de este tema, cuente con ello.

      Saludos y feliz semana.

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      • Tiene usted toda la razón. Se nota que conoce el paño.
        Hay una particularidad en el sistema educativo que tiene capital importancia, cual es la educación en el medio rural. Yo la valoro especialmente, pero tiene su nudo gordiano en la rotación del profesorado, que dificulta en muchos casos hacer viables los proyectos educativos.

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        • Muchas gracias por su mensaje, Nordeste.

          Opino igual que usted en la valoración de la educación en el medio rural, especialmente cuando es muy difícil consolidar un proyecto con esa rotación que comenta. Si a ello se le suma el tema de la columna, ya el resultado es terrible para ello.

          Saludos.

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  5. Este comentario ha sido moderado por redacción. Estando de acuerdo que el tema que plantea es digno de consideración, tenemos dudas de la legalidad de la publicación al referir a aspectos no contrastados que no inciden en el contenido de la información sobre la que versa el artículo.

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