Las penas con cochinillo son menos. Así que Cristiano Ronaldo, su pareja, la modelo Georgina Rodríguez, su hijo y su madre y varios amigos, hasta completar una mesa de diez personas en el Mesón de Cándido aprovecharon la jornada festiva del astro madrista para desquitarse de la derrota la tarde anterior ante el Valencia y recalar en el Azoguejo.
Con notable discreción entraron en Cándido, pero no la suficiente como para detener el rumor. ¡Cristiano en Segovia y dos horas largas para esperar su salida!
El futbolista y sus acompañantes optaron por el menú más típico, a base de entrantes de jamón y chorizo ibéricos, ensalada, judiones, cochinillo y ponche segoviano en el recoleto comedor denominado “El Torreón”, donde el portugués se mostró impresionado por las rotundas vistas del Acueducto, a escasos siete metros de la ventana, que abrió de par en par para soltar un rotundo “¡Qué bonito!
Y mientras la galería de celebreties de Cándido se enriquecía con el que probablemente sea el hombre más famoso del momento, que escribió en el libro de Honor: “El leitão estaba fantástico. Estaba todo top. Y las vistas también son lindas. Muito obrigado por todo, señor Cándido. CR7”, en el Azoguejo decenas de curiosos aguardaban expectantes a la salida del jugador, que no rehuyó el envite. Salió Cristiano entre un revuelo de turistas que aprovechaban la ocasión para retratar móvil en mano, y a bocajarro, al futbolista, que aguantó estoicamente el chaparrón en incluso el pequeño paseíllo de cruzar el Acueducto para firmar una camiseta a un joven fan.
Del fugaz paso del futbolista luso —que de Cándido pasó a su coche en el que hizo un recorrido turístico por el entorno de la ciudad— quedó, eso sí, una estela de fotos recorriendo los whatsapps. Ahí van algunas.
24 febrero, 2017
Que mono ¡¡¡¡
24 febrero, 2017
No me extraña que tengan los contratos tan caros estos chavales, sólo en ‘personal-armario’ rodeándolo se tiene que ir una pasta gansa 😉
24 febrero, 2017
Pues, a fuer de ser políticamente incorrecto, me quedo con la foto pasando bajo el arco del acueducto… está muy bien 🙂