Posted By Fernando Sanjosé on 22, Nov, 2015

Que la Fiscalía de la Audiencia provincial sienta curiosidad por el proceso de bomberos —declarado desierto por una dificilísima prueba final y coincidiendo con el incremento de críticas y dudas sobre el proceso desde los sindicatos, los partidos y los mismos opositores— viene en realidad a suplir el trabajo que no quiso hacer el tribunal cuando se le plantearon aquellas dudas y se limitó a responder eso de “si acusas, que sea con pruebas”.

Bueno, pues si las hubiere, quizá las encuentre el fiscal en su investigación o, en caso contrario, podría despejar las sombras de sospecha que rodean el concurso desde hace cuatro meses en los que parece que se ha preferido tratar de dejar languidecer la polémica, más que resolverla.

Pero el fiscal sí parece querer aclarar si, como se ha dicho, hubo cambios dirigidos a favorecer a nombres concretos en las bases; si la descompensación en el capítulo de méritos —por ejemplo, otorgar dos puntos a una titulación superior en una prueba en la que se exigen estudios básicos— fue sólo una ocurrencia y no una idea espuria; o si las pruebas físicas se diseñaron para que las pudiera pasar con facilidad quien no fuera un atleta tan completo como se espera que sea un bombero y el que lo fuera no puntuara demasiado o si el éxito de determinados familiares directos de funcionarios es, efectivamente, fruto de los méritos.

Más sorprendente es la respuesta de la alcaldesa, Clara Luquero, que esta semana ha vuelto a poner cara de sorpresa y asegura no tener ni idea de las pesquisas de los fiscales y vuelve a proclamar su defensa del proceso —y mire, todo indica que aquello se detuvo justo cuando se decidió a interesarse personalmente por el asunto— pero curiosamente, dejando abierta la posibilidad de “actuar de forma contundente si hay algo reprobable”. Pues o no tiene tan claro lo de la limpieza o cree que el Ministerio público será capaz de profundizar más que ella misma en un asunto que se ha desarrollado hasta ahora en el ámbito estrictamente municipal.

Bueno, al menos la alcaldesa responde a las dudas que se suscitan en torno a la famosa oposición de tres plazas para bombero conductor —las necesidades de personal alcanzan la decena— que quien no ha dicho ni una palabra desde agosto es la concejala de Personal, Marisa Delgado, a la que compete directamente este tipo de procesos.

Hombre, no sé, quizá los políticos se hayan enterado de este asunto por las noticias publicadas en  acueducto2.com, que dicen que la maquinaria municipal puede funcionar perfectamente al margen de los concejales, que la dinámica es ya de años y los que la engrasan y la hacen girar, veteranos.

Lo cierto es que la oposición se declaró desierta y nada hace pensar que, pese a las intenciones manifestadas hace cuatro meses, exista interés político inmediato en poner en marcha una nueva convocatoria que adjudique las diez plazas vacantes que existen en el Parque segoviano (media docena las están cubriendo interinos) pese a que los sindicatos consideren urgente su cobertura y así lo solicitaron hace semanas.

Habrá que esperar a que la Fiscalía determine si su investigación deriva en la aparición de indicios de ilegalidad o irregularidad, finalmente, los descarta y aleja definitivamente todas las sospechas que legitimarían a los que quedaron primeros en el proceso antes de su suspensión y tienen por ello derecho a ser llamados a cubrir plazas como interinos en el Parque, una situación que, como está demostrado, puede suponer un empleo “eventual” durante años.

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