Valverde, en los pasillos del Ayuntamiento, minutos después de abandonar por última vez el hemiciclo.
Blanca Valverde Abad, hasta hoy concejala de Participación Ciudadana, ha puesto esta mañana fin a doce años como concejal en el Ayuntamiento de Segovia tras hacer efectiva su dimisión y entregar su acta en el inicio de la sesión de pleno, la última que se celebrará antes de las elecciones del próximo día 24. La comunicación de la renuncia era el primero de los puntos del orden del día de la sesión, iniciada a las nueve de la mañana de este 27 de abril.
Visiblemente emocionada, Valverde ha eludido tomar la palabra para pronunciar la despedida y ha abandonado el salón de plenos sin escuchar a los portavoces del resto de los grupos. “Les dejo seguir trabajando” ha sido su lacónico discurso.
Los portavoces, por su parte, también se mostraron parcos en palabras para pronunciar breves despedidas y el agradecimiento a la que ha sido edil de Patrimonio. El portavoz de IU, Luis Peñalosa ha sido el más crítico, recriminando a Valverde que “no se quedara hasta el final”, en un discurso opuesto al del no adscrito, Javier Arranz —que también dimitirá al final de la sesión— repleto de elogios hacia la edil a la que acompañó hace una semana mientras presentaba en el registro municipal su marcha.
La alcaldesa, Clara Luquero se limitó a “agradecer los desvelos” de la concejala en los últimos años, en un discurso parecido al lanzado por el portavoz popular, Jesús Postigo, que evidenciaba la desgana de ambos representantes políticos en la despedida a Valverde.
Berbel, concejal por un mes.
Concluidas las despedidas —en realidad, una pausa, pues al final de la misma sesión está prevista la dimisión del no adscrito, Javier Arranz— han llegado las incorporaciones, en este caso del médico, Ángel Berbel, que sustituye al que hasta el mes pasado fue portavoz socialista, Javier Giráldez, también fuera del Consistorio por decisión propia desde el pasado día 6.
Berbel, número 16 en la lista socialista de 2011 optó por la fórmula de la promesa para tomar posesión de su acta, que tendrá en su poder sólo un mes, hasta el pleno de mayo en el que la Corporación ya trabajará en funciones.
Ángel Berbel, en su nuevo escaño.
Concluido el pleno, Blanca Valverde ha remitido una carta de despedida que adjuntamos íntegramente.
Estimados amigos y vecinos.
Hace, aproximadamente doce años, llegué a este Ayuntamiento motivada por el respeto y con el sueño de poder desarrollar una vocación profunda de servicio a los demás y quizá, quién sabe, a mi misma. Durante todo este largo y generoso tiempo (compatibilizado con mi profesión y trabajo), en compañía de otros y bajo un claro e inteligente liderazgo, he servido con humildad, sencillez y discreción. Son, también, las notas que dan normalidad a cada uno de mis días.
Me he sentido feliz y privilegiada de esta experiencia única, enriquecedora y amable. He disfrutado de cada acto (oficial o no ) y de cada momento. Me he emocionado con cada avance seguro de mejora para la ciudad que amo. He compartido tanto y con tantos que los recuerdos se hacen, ahora ya, infinitos. He vivido y agradecido con, para y por este Ayuntamiento, instantes eternos, queriendo dar todo y solo lo mejor y más perfecto. He escuchado y he gestionado, me he implicado y aprendido…sobre todo he aprendido quizá por haber antes (tan solo) escuchado. He recibido mucho cariño y me he llenado de los gestos de los demás y de sus hechos honestos. Me he vivido sensata y serena. He podido compartir valores y ética. He sabido, creo, reconocer y ejercer dignidad en casi todo lo que he conocido y me ha sido cercano y próximo.
Ahora me voy, y solo yo, me siento responsable de dejar esta casa y este Exmo. Ayto. solo eso. Después de todo este tiempo creo haber merecido, al menos, este único y último derecho. Gracias por cada mano limpia y mirada sincera.
Diputación
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No me extraña que no ‘participaran’ mucho los distintos portavoces, ni la dimisionaria en su despedida. Se ha demostrado, una vez más, para lo que ha servido la par-ti-ci-pa-ción (ciudadana, de la que se llena las bocas políticas) y su cacareada trans-ver-sa-li-dad en las distintas concejalías: p’a na.