Por la calle San Juan corría un charco de aceite. Al llegar a la plaza de la Rubia, doblando hacia Colón el autobús de Urbanos de Segovia se paró, con el motor reventado, sería poco después de las 18 horas. En el peor momento y en el peor lugar. Ni para adelante ni para atrás. Poco después llegaron los agentes de la Guardia Urbana, que procedieron a cortar el tráfico en dirección al centro a la altura de la plaza de los Huertos, desviando desde allí a los que se dirigían a la calle Colón o la plaza. Entre tanto, la empresa movilizó un mecánico para tratar de reparar in situ el autobús averiado. Y es que tal como había quedado el vehículo resultaba imposible retirarlo.
El surrealista espectáculo se prolongó durante al menos dos horas y media.
El centro histórico es territorio hostil para una envejecida flota de autobuses urbanos, a la espera de una renovación de la flota. El adoquinado, las cuestas de San Juan y las frecuentes maniobras para sortear vehículos desgastan las piezas prodigando espectáculos como el del sábado 9 de enero.
10 enero, 2016
Y van… averias como baches, avenidas y calles con adoquinado intransitable (por mal tratamiento del firme que no por el material). Esto se arregla prsupuestando un par de ciclos perroflauteros más.