Perico, profeta en su tierra

Posted By Redacción on 22, Jun, 2018

El presidente de la Diputación Provincial, Francisco Vázquez, ha completado tras el pleno de junio de la corporación la entrega de los títulos de Hijos Predilectos de la Provincia con la distinción a Pedro Delgado, que el pasado 8 de junio no pudo acudir a la gala que se celebró en el Teatro Juan Bravo por encontrarse en Japón, debido a compromisos profesionales. Esta vez el escenario elegido para el acontecimiento fue el salón del Palacio Provincial.

Los sones de la Entradilla segoviana de Agapito Mararzuela, como danza de honores, sirvieron para abrir la ceremonia en la que Pedro Delgado recibía el pergamino que le acredita como Hijo Predilecto de la Provincia. Entre el público presente en el salón de sesiones de la Diputación no han faltado amigos, familiares y otros galardonados, como el periodista Alfredo Matesanz o los componentes del Nuevo Mester, acreedores de la Medalla de Oro de la Provincia. La secretaria de la Diputación, Lourdes Merino, daba lectura al acuerdo plenario del 31 de mayo adoptado por unanimidad y que llevó a la Corporación a distinguir con este título al ex ciclista “por sus méritos deportivos reconocidos a nivel mundial y de los que nunca apartó su condición de segoviano”.

“Segovia es mi casa y mi tierra de paz”

A continuación, el Presidente de la Diputación le entregaba la distinción, recordando que “a mediados de los ochenta, Pedro abrió Segovia al mundo, lo que es importante, pero quizá más lo fue el lograr unir en torno a su figura y al deporte del ciclismo a toda una provincia que sacaba pecho y confraternizaba ante las gestas de su ídolo”.

Por su parte, Perico, con la cercanía y el sentido del humor que le caracterizan, ha manifestado su alegría por recibir un reconocimiento que es “un honor y un placer” confesando que le llega en un momento dulce de la vida. “Cuando compites estás centrado en la carrera. Y cuando he dejado de correr me he dado cuenta de que en verdad me he sentido muy querido por la gente”.

El ciclista ha hecho una referencia entrañable a lo que él suponía para los segovianos que vivían fuera y le veían cuando disputaba carreras internacionales: “Cualquiera de Segovia que me veía por ahí me comía” en relación a que con su figura tenían representada a su tierra, y la nostalgia que les suponía estar lejos de su casa. “Se creaba un vínculo muy bonito”. En este sentido se ha mostrado orgulloso de haber servido para que sus paisanos tuvieran motivos para presumir y reiterado el agradecimiento por el nombramiento “agradable y especial” de la tierra que le vio nacer. “Segovia es mi casa y mi tierra de paz”, ha añadido.