Posted By Redacción on 28, Feb, 2020

Clara Luquero y Andrés Torquemada tras la votación de la moción. (Imagen de la transmisión online del pleno)

Quizá por falta de un cálculo previo de fuerzas o por el hecho de que la alcaldesa se ha encastillado durante el debate en la idea de que sólo ella y su Gobierno deben de ser los que lideren el intento de conseguir que el Centro militar acabe en la ciudad y marcar personalmente el ritmo de explicaciones sobre sus gestiones al resto de grupos y en los distintos órganos de Gobierno, lo cierto es que la mueca en los rostros de la propia regidora y su equipo evidenciaron tras la votación el duro golpe sufrido.

La situación recuerda inevitablemente a otro batacazo similar en el pasado mandato cuando se aprobó una iniciativa para realizar una auditoría en Urbanismo que causó no pocos problemas al Gobierno municipal durante los años posteriores. La moción aprobada en esta ocasión insta a formar una mesa con representación de todos los grupos municipales, además de técnicos e incluso representantes de otras instituciones y organismos en la que elaborar, en conjunto, la estrategia a seguir ante el Ministerio de Defensa, un modelo que ya siguen otras ciudades que persiguen el mismo objetivo. Su aplicación rompería los planes de Luquero de ejercer en solitario las gestiones, para las que anunció en el mismo debate el primer paso que tiene pensado dar, la celebración de una reunión con el Secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, prevista para la próxima semana.

El debate se inició en los términos previstos, con los portavoces de los grupos mostrando su postura de apoyo a la Base Mixta (PCMASA, 2) y su disposición a plantarse reivindicativos ante el Ministerio para que el desarrollo del Plan de Concentración de los Órganos Logísticos (Colce) no se convierta en una debacle que desmantele la Base y sus 200 puestos de trabajo a cambio de nada, sino en una ventaja que traiga a Segovia un centro mayor, el Cemsatet, con una actividad similar pero con 1.500 empleos.

Noemí Otero y Guillermo San Juan.

Llamaba la atención la aparente disposición favorable en la primera intervención del portavoz de Podemos, Guillermo San Juan, aunque con advertencias a los populares de que eliminaran de la iniciativa posicionamientos partidistas y que se implicara a otras administraciones como la Diputación provincial. Al mismo tiempo, el portavoz de IU, Ángel Galindo, ejercía de miembro del equipo de Gobierno e instaba a “dejar trabajar a la alcaldesa y su equipo” y desviaba el asunto de fondo a una reclamación de apoyo a la Base en lo que se aclara cuando tiene pensado aplicar el Colce.

La portavoz de Ciudadanos, Noemí Otero insistía en la necesidad de aprovechar la ocasión que supondría la presencia del Cemsatet en la capital e invitaba a Luquero a buscar fórmulas de negociación más allá de la oferta de terrenos para su ocupación por los militares, hasta ahora, la única opción contemplada (y rechazada a la vez) por la alcaldesa.

El ponente de la moción, Pablo Pérez sostuvo que su propuesta buscaba convertir este asunto en un objetivo prioritario de la ciudad para justificar la creación de la mesa en la que realizar un trabajo conjunto y alejado de posturas partidistas.

Sin embargo, el portavoz del PSOE, Jesús García, se encargo de romper el aparente clima de entendimiento acusando al PP de sumarse ahora a la defensa de los centros militares que no habría mantenido en 2017, cuando el Grupo que entonces lideraba Raquel Fernández no apoyó una moción de defensa de la Base y el comportamiento de los parlamentarios populares en Madrid defendiendo planes anteriores del Gobierno de Rajoy para desmantelar y concentrar centros como el PCMASA. García fue tajante: este asunto debe liderarlo la alcaldesa.

“La moción se queda como está”

Así las cosas, los socialistas, a través del portavoz y de la propia Luquero, trataron de meter aportaciones, hasta cinco, en la propuesta de acuerdo de la moción que habrían cambiado todo su sentido original ya que el empeño máximo de los socialistas pasaba por eliminar del enunciado la idea de crear una mesa conjunta, aunque Pérez, que llegó a aceptar que se incluyeran el resto de añadidos propuestos por el PSOE se mostró firme: “La mesa no se retira”, zanjó dejando la en sus términos originales. El resultado de la votación ya se ha señalado: 13 votos a favor, los de la oposición en bloque, frente a los 10 del PSOE. Para colmo, IU optó por abstenerse.

Pablo Pérez y José Luis Huertas.

El acuerdo generará nuevas discusiones en los próximos días ya que ahora está por ver qué versión de la idea de moción de las dos que ha usado en los últimos años aplica la alcaldesa a esta en concreto. Si aquella de que “las mociones son meras recomendaciones y no son de obligada aplicación”, de la que tiró su portavoz tras aprobarse la de la auditoría de Urbanismo, o la de que “las mociones están para cumplirse” proclamada en otras ocasiones.

No obstante, todo indica que será lo primero y no hay intención de cumplir la moción. Terminado el pleno, el Grupo Socialista enviaba una nota en la que manifestaba su “compromiso” con el PCMASA2 a la vez que obviaba el resultado de la votación repitiendo por escrito los argumentos usados en el pleno para explicar su desacuerdo con la formación de la mesa de trabajo. Al mismo tiempo, se anuncia la reunión de “la alcaldesa como legítima representante de la institución local” con el secretario de Estado de Defensa, mientras que el Gobierno municipal “seguirá haciendo gestiones” en torno a la Base Mixta y el Plan Colce.

También hubo nota posterior en sentido contrario desde el Grupo popular, que da por sentado que se creará la mesa que propone la moción “a pesar del voto en contra” del PSOE.

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