Las obras de restauración que aún mantienen el templo románico de San Martín, en plena calle Real, rodeado de andamios en su mitad norte, están a punto de concluir y ya ha comenzado la retirada de la estructura, según ha avanzado la Delegación territorial de la Junta, que sostiene que se están cumpliendo con exactitud los plazos de obra —diez meses desde su inicio, en marzo— y por ello, la finalización de la intervención se producirá en “las próximas semanas”, antes de fin de año, según calculó el delegado, José Mazarías, que este miércoles ha visitado las obras junto a la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Ruth Llorente y los responsables de la actuación.
La Junta ha acometido esta intervención cofinanciada con fondos Feder y presupuestada en 428.000 euros, con la que se ha incidido en la reparación de la evacuación de pluviales y también de la armadura del campanario del templo.
Precisamente, respecto a la evacuación de pluviales, la intervención ha permitido la protección frente al agua de lluvia del grupo escultórico de los atrios norte y noroccidental, además de las fachadas del volumen de la sacristía y ábside norte. Son fachadas en las que se encuentra un importante grupo escultórico románico, especialmente concentrado en los capiteles y canecillos, de muy alto valor artístico.
Armadura nueva
La compleja obra realizada en el campanario se ha enfocado en la recuperación de la seguridad estructural y constructiva de la armadura del cuerpo de campanas y en la reparación de la veleta del cimborrio. Para ello se ha desmontado la coronación del chapitel de la torre y se ha procedido a reponer todos los elementos conforme a su configuración y materiales originales. Finalmente, se han reparado la armadura de madera del chapitel y del telar de sujeción interior de la torre, así como la escalera interior y la veleta.
Ejemplo del románico segoviano
La iglesia de San Martín se localiza al sudeste del recinto amurallado de la ciudad intramuros. Declarada Bien de Interés Cultural desde 1931, es uno de los ejemplos más importantes del románico religioso de la ciudad de Segovia y fue parte vertebradora de la vida del barrio de San Martín, uno de los más antiguos y prominentes de la capital, nombrado ya en 1103, junto con el de San Millán. Albergaba un ‘scriptorium’, donde en la Edad Media se copiaban los manuscritos.
La torre, elevada sobre el segundo tramo de la nave central, se construyó con ladrillo en el siglo XII y se reformó en 1362. Es de planta cuadrada y tiene tres cuerpos separados por frisos de esquinillas, los dos primeros con dobles ventanas de arco de medio punto sobre columna común de piedra, en cada frente, el último, con cuatro ventanas de arcos redondos encuadrados por alfiz, también en cada lateral. A partir del siglo XVII, hay que destacar la adición del chapitel de pizarra rematado en linterna y veleta.
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