Las Fiestas llegan a su noche principal

Posted By Redacción on 23, Jun, 2014

A estas horas del 23 de junio ya se han consumido 47 actos distintos, según el programa diseñado por el Ayuntamiento (pulse aquí para ver la programación detallada) para las Ferias y Fiestas. Más de la mitad de ellos, 26 exactamente, son actividades deportivas y otra buena parte se refiere a los títeres que ya han visitado la mayoría de los barrios incorporados —lo hacen, mecánicamente, año tras año— algunos pasacalles y hasta marchas populares que como las jornadas deportivas de un colegio concertado, se empotran en el programa sin demasiada justificación.

Ya ha habido platos fuertes, empezando por la inauguración del Ferial, el jueves, en el que las jóvenes y voluntariosas damas, encabezadas por Verónica Robledo, tienen ocasión de montar en todos los cacharritos acompañadas por no menos voluntariosos concejales. Es un trámite sin trascendencia para los ciudadanos pero de apoyo a los feriantes, casi los mismos de siempre y con una oferta invariable en un espacio al que se denomina Ferial y que es absolutamente inadecuado para este uso, como cada año desde hace demasiados. (La alcaldesa, Luquero, dice que las necesidades de la ciudad le han impedido acondicionar algo mejor el espacio, aunque lo considera muy necesario.)

Los empresarios de las atracciones dicen que el primer fin de semana de Fiestas no ha sido gran cosa en cuanto a la facturación y permanecen expectantes ante esta próxima noche de San Juan para hacerse una previsión más concreta de los posibles resultados de su paso por la capital este año.

Las damas volvieron a gozar de protagonismo el sábado, en plena plaza de la Artillería, donde fueron presentadas a la ciudadanía y donde un sobrio Javier Guerra, respondió a las expectativas sobre su pregón. También debutó la alcaldesa como lanzadora de chupinazos inaugurales y el concierto de Sergio Dalma no decepcionó al personal. El cantante catalán estrenaba en Segovia su gira española de este año. La “prueba” no lo era tanto, que acaba de terminar un largo periplo en Argentina con un espectáculo idéntico en lo esencial.

Si no era suficiente música, también hubo verbena en la plaza Mayor. En una mezcla de falta evidente de fondos para copas —los hosteleros de a pie dicen que faltaron hasta los habituales de cada bar— y una reciente tradición, fomentada, el foro se convirtió en una inmensa reunión de personas de muchas edades con un elemento común: bolsas de plástico repletas de botellas a los pies de los diferentes corrillos.

Desde el Ayuntamiento dicen que el personal ha respondido a sus llamadas para que esos botellones autorizados incitando a los jóvenes a recoger los restos, incluso haciéndose fotos ante los contenedores. La plaza no quedó demasiado limpia, pero si menos sucia de lo que cabía esperar, que parece un consuelo.

Otra cosa es otro tipo de restos. Muchas de las angostas calles del casco antiguo se convirtieron en improvisados y a veces masivos urinarios, con las evidentes consecuencias en forma de suciedad y olores, que ya han generado quejas vecinales.

La de esta noche de San Juan es el verdadero eje central del programa: hay concierto, de Burning y Loquillo, de pago y en el frontón Segovia; se hace obligatorio saltar la hoguera, en la Plaza Mayor y dedicar un buen rato a las actuaciones de la Gran Noche del Teatro, en la plaza de San Nicolás, una actividad que constituye una de las principales apuestas seguras en las Fiestas de Segovia. En la plaza, claro, hay verbena y libertad para beber en la calle.

Probablemente, tras la noche más corta del año, pero una de las más intensas en la ciudad, muchos segovianos lleguen a Juarrillos y desde allí, o desde cualquier otro punto, puedan contemplar el amanecer del día de San Juan en el que, ya se sabe, el sol sale dando vueltas.