La Gimnástica salva un punto y recupera el ánimo en Orense

Posted By Redacción on 28, Nov, 2021

La Gimnástica Segoviana (15º, 13 puntos) ha logrado este 28 de octubre un valioso empate en O Carballiño (Orense), donde ha empatado (1-1) frente al Arenteiro, en un encuentro en el que el equipo segoviano parecía condenado a sufrir una goleada en la primera parte pero que se rehízo en la segunda e incluso llegó a aspirar a llevarse el encuentro.

No es que el juego de los de Manu González haya sido perfecto, pero el hecho de haber ido de abajo a arriba, de lograr remontar un resultado en contra, de que se haya truncado la racha de seis partidos sin marcar y la de cinco derrotas consecutivas pueden constituir el revulsivo, de juego y psicológico, que invierta la tendencia desastrosa de los últimos dos meses.

No obstante, quizá la euforia pueda llegar demasiado lejos: tras el encuentro, el entrenador gimnástico llegaba a afirmar en Radio Segovia que “se puede pasar la eliminatoria de la Copa del Rey” que se disputa el jueves frente al Mallorca, de Primera división. Sería fantástico pero parece más realista pensar en la liga: el próximo domingo, también en la Albuera, el Marino de Luanco (12º, 16 puntos), en este momento un rival directo en la lucha por escapara de la parte baja de la tabla.

Nogueira rompe la racha

El Arenteiro inauguró el marcador con un gol de penalti, indiscutible, transformado por Zanelli en el minuto 19, aunque dejó pasar la ocasión de aumentar la diferencia pese a que los jugadores gimnásticos deambulaban por el campo sin ideas y sin acierto alguno.

Las arengas en el vestuario durante el descanso parecieron surtir efecto y el equipo visitante apareció sobre el terreno de juego totalmente cambiado frente al anterior periodo encontrando el premio en el minuto 57, cuando Nogueira logró el tanto del empate en el minuto 59.

El empate dio nuevos bríos a los gimnásticos, que buscaron más y dispusieron de un par de oportunidades claras de llevarse el gato al agua, aunque el marcador permanecía 1-1 cuando sonó el pitido final.