La Audiencia provincial juzgará el próximo 13 de noviembre a un hombre que transportaba en su coche casi un kilo de cocaína por lo que se le acusa de un delito contra la salud pública con el agravante de notoria importancia. El acusado logró en un primer momento burlar el control policial escondiendo pocos metros antes la droga en el arcén de la carretera, aunque regresó al lugar para recuperar el paquete catorce horas después, momento en el que fue detenido.
La droga y efectos incautados al hombre.
Según consta en las diligencias previas cursadas por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sepúlveda, el hombre, de nacionalidad colombiana, circulaba sobre las 9.00 horas del 17 de mayo pasado por la autovía A-1 en dirección Burgos, a la altura del término municipal de Fresno de la Fuente cuando detectó la presencia de un control de la Guardia Civil en la carretera, por lo que se detuvo y escondió entre los matorrales del arcén un paquete.
Aunque los agentes le detuvieron en el control selectivo y en la inspección del vehículo el perro especializado del servicio cinológico, Azor, “mostró interés en el reconocimiento”, en el coche no se encontró ninguna sustancia, por lo que se permitió que continuara su marcha.
No obstante, los mismos agentes realizaron posteriormente un recorrido por el borde de la carretera dando con el paquete que se encontraba metido en diferentes bolsas y embalado en plástico, por lo que se montó un dispositivo de vigilancia permanente que dio fruto 14 horas después, en torno a las 23.30, cuando el ahora acusado regresó al lugar para tratar de recuperar el paquete, momento en el que fue detenido tras abrirse en el mismo lugar el bulto y realizar los correspondientes test, que dieron positivo en cocaína.
Siempre según las mismas diligencias, la droga dio un peso total de 995,06 gramos y tenía un grado de pureza del 80,67 por ciento y habría alcanzado en el mercado negro un valor de 120.406,80 euros.
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