Con los elementos de separación entre la parte delantera y trasera de los coches se trata de proporcionar a los profesionales una barrera que impida el contacto directo con los usuarios de este servicio público y así reducir los riesgos de contagio. Las mamparas, construidas en la región, tienen medidas universales, son autoinstalables y disponen de un sencillo mecanismo de fijación. Además se adecúan a las especificaciones técnicas que marca Industria por lo que su instalación no necesita autorización en cuanto a la homologación del vehículo.
Sin embargo, la ayuda podría llegar tarde al sector, al menos en Segovia, donde la mayoría de los conductores ya instalaron por su cuenta este tipo de medidas durante la alarma sanitaria, según explica Gustavo Calvillo, el presidente de la Asociación de Taxis de Segovia, que agrupa a 58 conductores. Además, afirma que la iniciativa de la Junta no ha sido aún comunicada oficialmente al sector.
Según Calvillo, muchos de los conductores “estamos deseando quitar ya la mampara que tiene ventajas e inconvenientes”. Si bien reconoce que eso no será posible ya que la medida introduce condiciones de seguridad necesarias ante los riesgos de contagio que siguen existiendo, más a partir de ahora cuando se regresa a la “normalidad” y por tanto, al mayor uso de este servicio. También subraya el conductor que las barreras de plástico dificultan el trato con el cliente, por ejemplo porque “dificulta que oigamos a las personas”.
El hecho de tratar directamente con los clientes en un espacio muy reducido y de haber transportado en multitud de ocasiones a enfermos de covid 19 durante las 13 semanas que se llevan de alarma sanitaria ha pasado una importante factura a los chóferes segovianos. Según Calvillo, en torno al 15 por ciento de los profesionales ha estado afectados por el coronavirus y han pasado la enfermedad con mayor o menor afectación. “Ha habido al menos un conductor que ha requerido hospitalización y muchos otros que nos hemos infectado con consecuencias más o menos graves”, afirmó.
Sin ayudas municipales y esperando a los turistas
El presidente de los taxistas segovianos hizo un balance negativo de los tres meses de alarma sanitaria en la que “hemos salido cada día a ver si logramos perder poco, no a ganar dinero” por la evidente caída de servicios mientras que “los gastos de los vehículos y del call center de teletaxi han sido los mismos”.
Pese a estar en primera línea desde el primer día y tratarse de un servicio público, estos conductores profesionales no han recibido ninguna ayuda municipal, pese a que la alcaldesa, Clara Luquero, les comunicó en su día que tendría en cuenta sus necesidades, que comunicó a la regidora directamente el propio Calviño.
Como otros sectores de la ciudad, los taxistas segovianos cuentan las horas que faltan para que la desescalada permita la llegada de turistas y visitantes a la ciudad para lograr reactivar una actividad que desde hace tres meses trabaja bajo mínimos.
16 junio, 2020
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