En el encuentro de semifinales frente al Vestas Alarcos Ciudad Real el equipo que dirige Dani Gordo llevó la iniciativa y el dominio del marcador en todo momento, aunque el momento de más apuro se produjo tras la lesión del portero y pieza decisiva del equipo, Yeray Lamariano, cuando el marcador se ajustó hasta un 24-23 cuatro minutos antes del final del partido, aunque los naveros supieron reponerse para lograr el 27-24 que les dio el pase a la gran final.
La fiesta está preparada para un ascenso tan deseado como merecido de un equipo cuya trayectoria le ha llevado en menos de una década desde la cuarta categoría a la lucha por conseguir una plaza en la Primera división del balonmano nacional tras cuatro temporadas en la división de Honor Plata llenos de sufrimientos —el equipo coqueteó también con el descenso en estos años— y emociones.
El Nava estrenará su nuevo pabellón este verano y si todo sale bien lo hará como equipo de liga Asobal aunque de momento, la gloria espera este domingo en el Pedro Delgado de la capital. Todo un acontecimiento para el deporte segoviano.
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