El día de Navidad ha contado con diferentes elementos poco comunes en esta época del año, empezando por una benigna climatología con temperaturas más comunes a la primavera que al invierno y también, quizá como consecuencia directa de que “los inviernos no son lo que eran”, la posibilidad de observar algunos campanarios de la ciudad poblados de cigüeñas, que ya no esperan nunca a San Blas para instalarse aquí o que, directamente, nunca se marchan.
La imagen corresponde a la torre de la iglesia de San Justo, en el barrio de El Salvador, con el nido existente ya ocupado por una pareja de aves en plena jornada de Navidad.
Quedarse en Segovia no parece un riesgo excesivo para animales que parecen olvidar su carácter migratorio, al menos en los próximos días, en los que las temperaturas se prevé que lleguen a alcanzar los 16 grados de máxima y 3 ó 4 de mínima, por lo menos hasta el comienzo del nuevo año.
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