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¿Cambio de ciclo político?

Es posible que la respuesta la podamos tener hoy al cierre de la jornada electoral. La cuestión es que se entiende por cambio de ciclo: cambio de las mayorías en la acción de gobierno o una nueva forma de entender cómo dirigir el país y ejercer la oposición. España se merece unos políticos que ejerzan la actividad política como un instrumento de poder para dar respuesta a los problemas y necesidades de la ciudadanía, y no como un medio de empoderamiento de quien está al frente del Gobierno en cada momento. Un cambio de paradigma que precisa de una innovación de la cultura política que en estos momentos se desarrolla.

La ética en política es un tema relevante. Los políticos deben ser honestos, transparentes y deben rendir cuentas a sus ciudadanos, de los que ejercen la representación delegada. Cuando se utilizan mentiras como estrategia política, se socavan los principios democráticos. Si nos ceñimos a la campaña electoral que cristaliza hoy con la elección de parlamentarios, hemos podido comprobar que tanto el Gobierno como la oposición han utilizado de forma torticera y poco clara, con fines electorales, dos cuestiones de especial trascendencia: la imposición de una tasa o peaje en las autovías a partir de 2024 por el Gobierno; y la actualización de pensiones con el IPC por la oposición. El respeto a la verdad junto con la rendición de cuentas constituye factores esenciales para el cambio de ciclo político en España.

El respeto a las instituciones es esencial para el buen funcionamiento de un sistema democrático. Garantiza estabilidad, igualdad ante la ley, separación de poderes y la protección del derecho de los ciudadanos. En esta última legislatura ha sido imposible la renovación del Consejo General del Poder Judicial, después de cinco años de caducidad de su mandato; el CIS se ha convertido en el hazmerreír institucional ante sus erráticos pronósticos en 19 procesos electorales y el INE se ha sometido a una fuerte tensión institucional en la exposición de sus resultados, que han hecho durante largo tiempo cuestionar su neutralidad. Las instituciones están por encima de las personas e interés de partido, y tanto los gobiernos como la oposición deben respetarlas. Necesitamos una nueva cultura de gestión institucional.

Los diputados y senadores que hemos elegido en el día de hoy deben actuar con integridad, transparencia y responsabilidad durante el ejercicio de la acción electoral. Son representantes de todos y su prioridad es la monitorización, traslado y defensa de los intereses de su circunscripción, sin olvidar que su vínculo con el parlamento es nacional. Huir de la propaganda como leiv motiv de su acción política es esencial para el prestigio de los parlamentarios. Sería deseable que, a nivel institucional, utilizando las dependencias de la Subdelegación del Gobierno, se articulase una Oficina de atención al ciudadano para atender al público por parte de nuestros representantes con horarios y días establecidos, en lugar de referenciar las sedes de cada partido como punto de encuentro con nuestros representantes, lo que en algún caso genera alguna resistencia ciudadana. Sin duda, se reforzaría el papel institucional. El parlamentario no debe olvidar que tiene el honor de representar a su circunscripción durante un periodo, y la compensación que percibe a cambio es eventual. No se trata de un trabajo sino de un servicio público.

El cambio de ciclo político requiere un nuevo planteamiento en cada una de las cuestiones referidas. No se percibe un cambio posible de un día para otro, con independencia de la posibilidad de alcanzar mayoría absoluta por alguno de los partidos mayoritarios -no parece posible-, o de cualquiera de los bloques, bien sean de derechas o de izquierdas con nacionalistas. Todo indica que con independencia del resultado seguiremos con la tensión que viene presidiendo la acción política desde 2017, sin olvidar que es posible que podamos caer en el abismo de la incertidumbre ante la imposibilidad de poder alcanzar un pacto de gobierno con repetición de elecciones. El cambio de ciclo en cualquier caso no parece que esté cercano, al menos para lo que necesitamos los ciudadanos en el día a día.


Author: Andrés Segovia

Política provincial, autonómica y nacional

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1 Comment

  1. Una pena que no llegue su comentario a las esferas que deben y una pena que su comentario tuviera que llegar para que se dieran cuenta, significaría que no estarían preparados para sus cargos.
    Como bien dice integridad,trasparencia y responsabilidad.
    Acertada la neutralidad de su artículo.
    Enhorabuena.

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