Posted By Redacción on 15, Sep, 2014

“El Gobierno de Rajoy no ejecutará el proyecto [de la variante de San Rafael], donde ni está, ni se le espera”, proclamaba este lunes, 15 de septiembre, el diputado del PSOE, Juan Luis Gordo, esgrimiendo la respuesta que el Gobierno ha dado a su pregunta sobre los plazos que maneja para ejecutar la obra y que resulta desalentadora: “las previsiones del Gobierno (sobre la variante de San Rafael) son las reflejadas en los Presupuestos Generales”, o sea, 10.000 euros en 2013, 5.000 este año y la casilla en blanco en las previsiones de los siguientes.
Con estos argumentos, el socialista eleva a “mentiras” y “palabras huecas” las últimas alusiones públicas que ha hecho a este asunto el procurador popular, Juan José Sanz Vitorio que justo antes de las vacaciones y tras reunirse con los responsables directos del departamento y de la concesionaria de la autopista, anunciaba la “intensificación inmediata” por parte del Ministerio de Fomento de las actuaciones y negociaciones para solucionar el problema de la travesía de San Rafael.
El popular explicó los términos de los acuerdos que habría logrado: aprobación del estudio informativo para la variante y la continuidad en las actuaciones sobre los proyectos y negociación con la concesionaria.
En términos estrictos, quizá para ese paquete de actos sí valga el puñado de euros presupuestado en los dos últimos ejercicios, pero también es cierto que no indica precisamente que la obra tenga carácter de urgencia para el Ministerio.
Así pues, a corto plazo (y eso es en los próximos meses, por supuesto, antes de las elecciones de mayo) caben algunos movimientos tendentes a aliviar la alta concentración de vehículos en mitad del pueblo con la solución provisional del tráfico pesado mediante “alternativas previas”, como el desvío de ese tipo de vehículos por la autopista para evitar la travesía. Por cierto, Sanz Vitorio ya hablaba de esa alternativa “provisional” en 2006, cuando desde la Junta se reclamaba ante el Gobierno de Zapatero la realización “con urgencia” de la obra.
La apertura de la variante de Guadarrama, en 2005, generó un importante incremento del tráfico en la N-VI y con ello, en San Rafael, principalmente de tráfico pesado y con ello, la peligrosidad de la vía y los riesgos de accidente, las largas esperas para cruzar la vía —la principal del pueblo—, los ruidos y el aumento de la contaminación.
En los últimos ocho años se han sucedido las protestas vecinales que en varios casos han llegado al corte de la carretera nacional a su paso por el pueblo. Además, en el mes de julio, la Diputación provincial acordó brindar su apoyo a cuantas acciones lleve a cabo el ayuntamiento de la localidad para reclamar la variante.

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