Las granadas que aparecieron este sábado tiradas junto a un contenedor, en Torrecaballeros, carecían de carga y por tanto de capacidad para causar ningún daño, por lo que la Guardia Civil resta gravedad al suceso y no buscará con especial dedicación al autor del abandono de las carcasas, aunque sí considera que “podría ser o haber sido un soldado”, de acuerdo con fuentes del Instituto Armado en Segovia
Las granadas aparecieron durante la mañana del 12 de septiembre junto a un contenedor de basura y provocaron el desplazamiento al lugar de especialistas en explosivos del Tedax, que comprobaron en el lugar que carecían de peligro, pese a lo cual, las explosionaron después en un descampado cercano de forma controlada.
De hecho, las fuentes consultadas niegan incluso la calidad de “arma” a las granadas encontradas, ya que “se trata de elementos sin cartucho propulsor o carga explosiva ni capacidad de tenerlo y destinados al entrenamiento militar”, por lo que la persona que las abandonó “solo podría ser acusada de no tirar un residuo en el lugar adecuado”.
Las mismas fuentes sostienen la teoría de que las granadas de entrenamiento podrían haber sido sustraídas por un militar que habría seguido instrucción en un centro indeterminado, del que se las habría llevado, algo relativamente sencillo puesto que este tipo de elementos se usa frecuentemente en los entrenamientos “y no se recupera”.
La aparición de las granadas en la salida a la carretera de Brieva, en Torrecaballeros, causó el domingo cierto revuelo en la localidad, mientras que la publicación de la noticia por acueducto2.com ha generado una alta actividad en las redes sociales durante todo el fin de semana.
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